Portada » Actualidad » Recreación histórica de la batalla de Llantada 2022

Recreación histórica de la batalla de Llantada 2022

por Javier Iglesia Aparicio
0 comentario 781 visitas 3 min. de lectura
A+A-
Reset

En la localidad palentina de Lantadilla se vuelve a celebrar este domingo 7 de agosto la recreación de dos hechos históricos relevantes de la historia de Castilla: la batalla de Llantada y el concilio de Llantada.

Durante todo el día habrá numerosos actos. Pero la recreación será partir de las 20.00h en la iglesia de la localidad

Cartel Batalla de Llantada 2022
Cartel Batalla de Llantada 2022

La batalla de Llantada

Entre los días 16 y 19 de julio de 1068 la batalla de Llantada se entabló en el desaparecido pueblo del mismo nombre, a un kilómetro y medio de Lantadilla, pueblo que acogió a los habitantes de todos los barrios y aldeas que fueron saqueados y quemados como consecuencia de dicha batalla: Llantada, San Pedro y Fuente Piñel.

Los contendientes, que eran hermanos, fueron el rey del recientemente creado reino castellano, Sancho II, y Alfonso VI, rey del dominante reino de León. La causa fue la insatisfacción de Sancho II, primogénito, por el reparto que su padre Fernando I había hecho de sus dominios. A su muerte, dividió el reino en cinco partes entre sus hijos: a Sancho II le dio el reinado de Castilla; a Alfonso VI el de León; a García le otorgó Galicia, y a Urraca y Elvira las ciudades de Zamora y Toro, mientras permaneciesen solteras.

En la batalla, una de las primeras en las que participó Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, resultó victorioso Sancho II de Castilla. Alfonso VI huyó y no cumplió el compromiso de ceder el reino de León a su hermano tras haber sido derrotado.

El concilio de Llantada

Poco después, ese mismo verano o en otoño del 1068, se celebró el Concilio de Llantada donde se reinstauró oficialmente la diócesis de Oca y se trataron otros asuntos como la decisión de suprimir el rito mozárabe e imponer el rito romano, además de otros asuntos sobre la vida de los obispos y sacerdotes: se les prohibió tener sirvientes doncellas y damas de compañía y se determinó que las únicas que podían cuidar de los obispos y sacerdotes eran su madre, hermanas o tías, y, además, se les obligaba a vestir hábitos religiosos y ropa cristiana.

Te puede interesar

Dejar un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.