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Jugar al blackjack en lugares con historia

por Javier Iglesia Aparicio
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Un juego de siempre como el blackjack está atravesando una edad dorada, después de convertirse en un juego de referencia en las nuevas generaciones. Hay diversos factores, y uno de ellos se encuentra en el desarrollo de las nuevas tecnologías, algo, por otra parte, muy apegado a los jóvenes. Esta unión entre tecnología y jóvenes ha permitido que se pueda jugar al blackjack online de una manera sencilla y rápida. Desde cualquier lugar y a cualquier hora, sin necesidad de moverse de casa. Es lo que tienen las nuevas tecnologías que han revolucionado juegos de siempre, adaptándolos a los nuevos tiempos. Es el nuevo presente de los juegos relacionados con el azar.  

Como apuntábamos en el comienzo, la relación estrecha entre tecnología y jóvenes ha impulsado el desarrollo del blackjack online, pero esta tendencia también se ha visto favorecida por la actual situación social. Jugar de manera virtual ha evitado que se produzca un frenazo en los juegos de azar. Quizá esta situación no guste tanto a los puristas del blackjack, pero salvo la distancia, de presencial a verse a través de una pantalla, la esencia del blackjack no se ha visto alterada con la irrupción de la versión del blackjack online. Esta virtualidad, sin embargo, no evita que se hagan planes acerca de volver a jugar al blackjack en sitios con cierto encanto, tanto en lo arquitectónico, como en lo decorativo, como en el factor histórico. Y sin olvidarse del glamour y de todo aquello que emana de lugares que son sagrados en cuanto se habla de juegos de azar. Son sitios con una verdadera historia. Con mayúsculas. Y desde luego no es lo mismo jugar al blackjack online que hacerlo al blackjack y visitar sitio. Esto llegará y mientras tanto podemos darnos una vuelta virtual por estos lugares con encanto en donde jugar al blackjack.  

Llegados a este punto, y aunque no seamos muy de jugar al blackjack (quizá lo seamos de otros juegos de azar), ¿quién no tendría ilusión por jugar y visitar el histórico Casino de Montecarlo? ¿O quién no le gustaría pasear y jugar, aunque sea de manera testimonial, en alguno de los múltiples casinos que hay en la ciudad americana de Las Vegas? Seguramente, en ambos casos, la respuesta sea afirmativa; es decir, de querer viajar hasta estas ciudades y dejarse embeber por ese ocio, juego y glamour que se encuentran en estos sitios, auténticas mecas del juego. Hay esa conexión clara entre los jugadores y los juegos de azar. Ahora esto resulta complicado, pero la tecnología hace posible poder jugar al blackjack online en alguno de estos sitios que ofrecen juegos de azar. E incluso de otros muchos. Porque estas casas del juego se han abierto a recibir de manera virtual a las nuevas generaciones. De hecho, al no organizarse torneos físicos se celebran torneos virtuales, en donde salvo la distancia, todo lo demás se mantiene: juego, ganancias, derrotas, emoción, sensaciones, glamour y todo aquello que ustedes puedan sentir.  

Pero vayamos al principio. Es decir, desembarquemos en una góndola en el Casino de Venecia. No es uno de los más famosos, pero sí de los más históricos. Por no decir el sitio dedicado a los juegos de azar con más historia. ¿El motivo? Muy sencillo. El Casino de Venecia es el lugar con encanto en donde primero se celebraron partidas relacionadas con los juegos de azar, como el tradicional blackjack. Este Casino de Venecia fue levantado en 1509 por expreso deseo de una de las familias más nobles de la sociedad veneciana. Hay que especificar que, en aquella época, la asistencia a este lugar estaba limitado a aquellas familias más nobles. No podía asistir cualquiera, aunque al menos sí se podía contemplar el entorno. El Casino de Venecia está ubicado en el mismo Gran Canal de Venecia. Si acceden al interior, el lujo y belleza desbordan a cualquier visitante. Sus amplios salones invitan a completar una visita y dejarse echar unas partidas, o unas cuentas partidas, de blackjack. En este Casino de Venecia se han celebrado grandes y agradables partidas de blackjack.  

Mónaco, un sitio sagrado 

Desde Venecia debemos ir hasta la ciudad de Mónaco, en donde destaca el Casino de Montecarlo. Y es muy conocido. No hace falta entrar en muchos detalles. Ustedes imaginarán el lujo, elegancia y glamour que se concentran en sus salones, en sus mesas y entre sus famosos visitantes y jugadores. El edificio del Casino de Montecarlo se construyó en el siglo XIX (exactamente de 1856). Su edificación siempre estuvo orientada a ser un sitio de juego por parte de las grandes familias nobles de la ciudad monegasca. Y de sus turistas. Porque, a modo de curiosidad, hay que indicar que los ciudadanos de la localidad monegasca no tienen permitida su visita al Casino de Montecarlo. Ni como turistas ni como jugadores, salvo que sean profesionales y acudan a participar a alguno de los grandes torneos que se celebran en sus salones; como hayan visto en alguna película de James Bond.  

Seguimos por el continente europeo, y al sur de Alemania encontramos otro lugar con encanto en donde jugar una notable partida de blackjack. Nos referimos al edificio de Wiesbaden, en la zona de Baden Baden y construido en el siglo XVII. De la misma manera que sucedía en el Casino de Venecia, la asistencia a este sitio estaba reservada a las familias nobles de esta zona de Alemania. Con el tiempo, esta norma fue desapareciendo y se dejó acceder a sus salones tanto a turistas como a jugadores de cualquiera de los juegos de azar que se ofrecen en su carta de servicios. Lo curioso de este sitio está en su construcción arquitectónica, puesto que es uno de los edificios más bellos que existen, y que estén dedicados a los juegos de azar, como el conocido blackjack. Una vez en su interior, además de jugar, podemos deleitarnos con sus esculturas y pinturas, alguna de ellas de un alto valor económico. El círculo se cierra con su ubicación geográfica, ya que este sitio está en la zona conocida como la Selva Negra. Visto estos sitios con encanto, ya podemos ir hasta Las Vegas, pero esta zona de juegos de azar, la meca, junto con algunos sitios de Asia, merecen un capítulo especial.  

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