La Edad Media fue una etapa de la Historia desde la perspectiva del ocio. Eran tiempos difíciles y el ingenio caracterizó la búsqueda de nuevas formas de divertirse que, en muchos casos, se han mantenido durante siglos hasta la actualidad. De hecho, los episodios de entonces se aprecian ahora en muchas series y películas de televisión, así como en los juegos online sobre las Cruzadas. Fue una época en la que se sembraron muchas raíces del entretenimiento y en la que se crearon juegos que, o bien manteniendo toda su estructura o bien con algunos cambios, están hoy presentes en el estilo de vida europeo.
El ajedrez es uno de ellos. Tiene un origen árabe y entró en Europa a través de España en el siglo IX, cuando los árabes dominaban el sur de la Península. Hay muchas leyendas sobre partidas que decidieron el futuro de los reinados; y lo que está claro es que este tablero con 32 fichas blancas y negras se ha convertido en una referencia para niños y mayores. Es un juego de mesa muy popular, en el que participan grupos de todas las edades, y cuyas etapas superiores se reservan para intelectuales y las personas más habilidosas.
Si bien, en la actualidad, estos juegos de origen medieval se han democratizado y llegan a hogares de todo el espectro socio-económico, en la Edad Media el status era determinante a la hora de determinar a qué modalidad podía jugar cada ciudadano. Si el ajedrez se reservaba para las clases altas, las monedas tenían un especial protagonismo entre los plebeyos y niños. Un juego tan simple, como lanzar una moneda y acertar previamente la cara que saldrá, ha tenido un largo recorrido hasta nuestros días. El famoso ‘Cara o Cruz’ en España era conocido en el siglo X como el ‘León o Castillo’, pues las monedas acuñadas en territorio nacional presentaban dicho diseño. Hoy podemos ver como en las competiciones deportivas se utiliza esta modalidad para realizar el sorteo inicial.
La influencia en la actualidad: los juegos de azar
Dos de los juegos de azar más populares en los salones de casino son los dados y la ruleta; y ambos tienen un origen medieval. Lanzar unos dados y acertar previamente el número es una tradición que se remonta a la época más característica de la Edad Media. Tabernas, calles o palacios. Cualquier espacio era válido para disfrutar de este juego que empezó a tener un componente económico a través de las apuestas. Mucho después, a mediados del siglo XVII, el filósofo y matemático francés, Blaise Pascal, creó la ruleta y la convirtió en uno de los juegos de azar más conocidos.
Las técnicas y demandas sociales han ido cambiando hasta el predominio de los dispositivos digitales y de Internet en la actualidad. El público tiene acceso a plataformas de descarga de videojuegos, gratuitas o de pago, que pueden consumir en sus teléfonos móviles y ordenadores. La presencia de elementos medievales, como las Cruzadas, castillos, espadas o medallas de oro escenifican muchas de estas acciones.