En las cercanías de la localidad de Crespos, perteneciente al Valle de Manzanedo (Burgos), se localizaba el despoblado de Santillana o Santa Juliana.
Allí existe un yacimiento altomedieval en el cual se puede ver una necrópolis de entre los siglos VIII y XI. Los enterramientos se encuentran sobre un montículo de roca caliza rodeado de una espesa vegetación.
La necrópolis es bastante extensa pero, debido a su estado de abandono y la vegetación, apenas se vislumbran dos grupos de tumbas antropomorfas, orientadas con la cabeza a Oriente y los pies a Occidente, siguiendo el ritual cristiano. Su talla es cuidada y en ninguna se conserva la laja de cubierta.
El grupo situado hacia el occidente está formado por cinco tumbas antropomorfas de adultos, cuatro de cabecera semicircular y una rectangular. Solo dos de ellas están enteras, del resto solo se conserva la cabecera. Entra las tumbas se observan entalladuras.
Las situadas en la parte oriental son cuatro, una de ellas de tamaño infantil
Además de la necrópolis, al oeste de las sepulturas se observan los restos de una estructura pues hay cortes en la roca, destacando un mechinal y una oquedad en la zona más llana, quizás donde se ubicaba la iglesia. Se sabe que en esta zona existía aún en 1709 una ermita llamada de La Blanca.