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El obispado de Sasamón

por Javier Iglesia Aparicio
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Colegiata de Sasamón

El obispado de Sasamón fue creado seguramente en época de Sancho II de Castilla como sucesora de la sede de Muñó y es probable que integrara también al obispado de Valpuesta, cuyo último obispo también tenía el nombre de Munio.

Su primer titular conocido fue el obispo Munio o Muño, que si bien aparece en la documentación desde el año 1059, será en 1071 cuando es denominado por primera vez como obispo de Sasamón.

De algún modo, en esa época trató de justificarse la posibilidad de que existiera aquí una sede episcopal aduciendo a la antigüedad de la población, la antigua ciudad romana de Segisama. Por ejemplo, Enrique Flórez en su España Sagrada, Tomo XXVI, nos informa de que en la colección de Actas Conciliares del obispo Aguirre, en el tomo 3, hay mención de la sede de Sasamón en un concilio de época de Alfonso II el Casto. Pero parece, a todas luces, una falsificación: El mismo Enrique Flórez no cree posible que la sede existiera ni en época de Alfonso II ni en época del Concilio de Oviedo de Alfonso III.

Es posible que en el siglo XI se pergeñaran documentos falsos para justificar su existencia, precisamente cuando su primer obispo confirmado tuvo que probar la legitimidad de su existencia ante el Papa de Roma. Sin embargo, parece que no tuvo éxito pues, posteriormente, acabó integrada en la diócesis de Burgos.

El obispo Munio o Muño (c. 1059- c. 1087)

La primera mención del obispo Munio es del 24 de noviembre de 1059, donde confirma sin citar su sede (Munnionis episcopus hic).1 ¿Puede que fuera obispo de Muñó? No es posible certificarlo pero, dado que el último obispo de Muñó conocido fue Velasco o Belasio, de quien hay documentos hasta el año 1019, puede ser plausible que fuera uno de sus sucesores.

Cuadro que representa al obispo Munio de Sasamón en la Iglesia de Santa María la Real de Sasamón
Cuadro que representa al obispo Munio de Sasamón en la Iglesia de Santa María la Real de Sasamón

En dos documentos del 18 de marzo de 1068, conservados en la catedral de Burgos, por el cual Sancho II concede numerosas propiedades al obispo Jimeno de Burgos- Oca aparece confirmando Munio Segocensis Episcopus conf.2

No será hasta el año 1071 cuando tengamos seguridad de la existencia del obispado de Sasamón. En ese año, Munio aparece en dos documentos. En uno, de San Pedro de Cardeña, confirma como Munio Segocensis Episcopus conf en una donación de Sancho II y su mujer Alberta. En otro, del 23 de noviembre, de la catedral de Burgos, la condesa Muniadonna donó las divisas (en Mazorreros, Caraveo, Quintana Levanuega y Villa Mayor) que la tocaron por herencia de su padre Gustio Díaz, de su hermano Diego Gustios, y de su madre y de su tía doña Onneca a la iglesia episcopal de Sasamón y a su obispo: In Episcopali Ecclesia, quae dicitur Sancta Maria in Samonensi fundata… Tbi Munioni Episcopo perpetuo iure concedo.3 En el 1072 aparece en otros dos documentos de la catedral de Burgos (mayo y 1 de agosto) pero sin especificar la sede.

Munio confirma o es testigo en numerosos documentos de San Pedro de Cardeña, monasterio con el cual parece que tuvo buena relación (al contrario de con el monasterio de Arlanza, donde no aparece), aunque nunca especifica su sede: 30 noviembre 1073 (Domno Munnioni episcopo hic, doc. 345); 1 agosto 1076 (Munnius episcopus hic rb., doc. 351); 1 enero 1077 (Munnio episcopus cf., doc. 352); 17 septiembre 1078 (Munnioni episcopi rb, doc. 356); 1 de junio 1079, (Munnioni episcopo hic, doc. 358); 10 junio 1083 (Munnius episcopus rb, doc. 376) junto a Alfonso VI; 1 junio 1084, (Munnius episcopus hic, doc. 377); 1 mayo 1085 (Munnius episcopus cf., doc. 380); 16 mayo 1085 (Munnius episcopus testis, doc. 381); 25 agosto 1085 (Munnius episcopus hic rb., doc. 382).4

También aparece en la documentación de San Salvador de Oña: 27 abril 1070 (una donación de Sancho II, Ego Munnio episcopus, laudo et c.); 26 agosto de 1070 (Sancho II escoge Oña como sepultura, Ego Munio episcopus laudo et confirmo); 15 de febrero de 1073 (In mano de Munioni episcopi sum roboratus); y el 6 de enero de 1075 (Ego Munio episcopus, hanc cartam facere issui).5

En un documento del 12 de mayo de 1076, conservado en el monasterio de Silos, firma Munionis Episcopus Sedis Sesemonis junto al obispo Jimeno de Burgos (Scimeonis Sedis Burgensis).6

Como hemos dicho, tras la recuperación de los dominios de Valpuesta por Sancho II, antes en manos del reino de Pamplona, el nuevo obispo de Valpuesta también se llamará Munio, luego es probable que estemos ante la misma persona. En al menos una ocasión se le cita como obispo de Castilla Vieja. Es en un documento de San Millán de la Cogolla del 1067 que nos informa de que los obispos Velasco de Pamplona, Munio de Calahorra, Jimeno de Burgos y Munio de Castilla Vieja (Munionem Vetule Castelle presulem) con el legado Hugo Cándido, reunidos en los concilios de Nájera y Llantada, reconocen la exención de tercias y primicias que disfrutaban las iglesias del dominio de San Millán.7

La disputa por ser el sucesor del obispado de Oca

Ante la atomización de obispados en el territorio del antiguo condado de Castilla, Sancho II y Alfonso VI asumieron la tarea de unificarlos en una sola diócesis que fuera la sucesora de la única sede que pervivía desde época visigoda: la de Auca (Oca). Recordemos que en el transcurso de la existencia del condado había sido fundado el obispado de Valpuesta (804) y posiblemente hubiera otro obispado en Amaya que luego pasó a Muñó, además del obispado de Oca.

Por otro lado, una vez constituido el reino de Castilla con Sancho II con capitalidad en Burgos, todo parecía apuntar a que esta ciudad fuera la sede episcopal del reino, considerándose la sucesora de Oca.

Si aceptamos que el obispo Munio, desde Sasamón, regía las antiguas diócesis de Amaya-Muñó y de Valpuesta y que, por otro lado se encontraba el obispo Jimeno de Oca-Burgos, nos encontramos ante una situación de competencia por ver quién quedaba como único sucesor legítimo del antiguo obispado de Auca.

El título de obispo aucense podía ser reclamado por un Munio que contaba con el precedente de que la diócesis de Valpuesta, que él ahora regía, había estado unida a la de Oca en tiempos de García III de Pamplona, lo que podía suponer una complicación al programa de concentración territorial en la sede burgalesa pretendida por Alfonso VI. La existencia del obispo Munio era un inconveniente para el rey, un problema que pareció encontrar solución cuando en un concilio reunido por Giraldo de Ostia y el subdiácono Rainaldo antes de julio de 1073, se decidió excomulgar al obispo Munio por simoniaco8.

Sin embargo, esta no fue la solución definitiva. En marzo de 1074 Munio asistió al concilio celebrado en Roma, aceptando la introducción del rito romano en la península Ibérica y ganándose el favor de Gregorio VII que a 9 de mayo de 1074 escribía a Alfonso VI recomendándole la persona del obispo Munio y retirando la acusación de simonía9.

La situación volvía a complicarse ya que en esa misma carta el papa pedía al monarca la devolución a Munio del título de Oca, petición a la que Alfonso VI decidió hacer caso omiso y optó por ignorar la problemática en espera de una solución que comenzó a perfilarse cuando en mayo de 1076
Gregorio VII escribía al propio Jimeno de Burgos para que aplicara el orden romano en la Península Ibérica10.

De este modo Jimeno terminó ganándose el favor del papa en detrimento de Munio. Este permanecería como obispo de Sasamón y Valpuesta posiblemente hasta el 1087, fecha en la que presumiblemente falleció, pues no aparece en el concilio de Husillos del 1088.

¿Tuvo el obispo Munio sucesores?

El obispo Munio desaparece de la documentación en el 1087. Una vez que ya la sede de Burgos se había asentado en 1085 como sucesora de Oca, es probable que la diócesis de Sasamón pasara directamente a ser integrada en la nueva diócesis.

Sin embargo, existe una tradición conservada en Sasamón y otros pueblos de la zona acerca de un obispo Pedro Paramón a quien se atribuye la fundación de la villa de Pedrosa del Páramo, donde se encontraría enterrado.

Según Luciano Huidobro y Serna, en la ermita del Santísimo Cristo de Villaux o Villahus, en el término de Pedrosa del Páramo, en una pared de la sacristía, hay grabadas cuatro mitras con cuatro letras iniciales de los nombres: una P, que sería Pedro, otra P, una C y M, que correspondería a Munio. Además, hay cuatro retratos de prelados con sus nombres correspondientes dos de los cuales corresponden a los dos prelados nombrados.11

No existe constancia documental de que existieran más obispos de Sasamón. De todos modos sabemos que en 1128 el rey Alfonso VII entregó la villa e iglesia de Sasamón al obispo de Burgos, integrándose definitivamente en esta diócesis. En compensación por ello el propio monarca donó a la población sus tributos reales para contribuir a la construcción de un nuevo templo, siendo confirmado tal privilegio por sus sucesores.12

Por lo tanto, puede que entre los años 1087 y 1128 hubiera algún otro obispo de Sasamón pero su constatación histórica no es posible ante la falta de documentos.


  1. Martínez Diez, G: Colección documental del Monasterio de San Pedro de Cardeña, Caja de Ahorros y Monte de Piedad del Círculo Católico de Obreros de Burgos, 1998, doc. 287.
  2. Este documento se encuentra en la catedral de Burgos en tres versiones diferentes. Estas versiones tienen pequeñas variaciones como en algunas donaciones que parecen añadirse, y que en los dos últimos no aparece como confirmante “Munio Segocensis sedis episcopus”. Ambos se encuentran en Garrido Garrido, J. M.: Documentación de la Catedral de Burgos (804-1183), Fuentes Medievales castellano-leonesas, T. XIII, Burgos, 1983, pp. 40-53, docs. 19-21.
  3. El primer documento Martínez Diez, G: Colección documental del Monasterio de San Pedro de Cardeña, Caja de Ahorros y Monte de Piedad del Círculo Católico de Obreros de Burgos, 1998, doc. 331. El segundo Garrido Garrido, J. M.: Documentación de la Catedral de Burgos (804-1183), Fuentes Medievales castellano-leonesas, T. XIII, Burgos, 1983, pp.40-53, doc. 23.
  4. Martínez Díez, G: Colección documental del Monasterio de San Pedro de Cardeña, Caja de Ahorros y Monte de Piedad del Círculo Católico de Obreros de Burgos, 1998.
  5. del Álamo, Juan: Colección Diplomática de San Salvador de Oña (822-1284), CSIC, 1959, vol. I, docs. 57, 58, 67 y 68.
  6. Vivancos Gómez, M. C.: Documentación del Monasterio de Santo Domingo de Silos (954-1254), Burgos, 1988, doc. 18.
  7. Ubieto Arteta, A: Cartulario de San Millán de la Cogolla (759-1076), Valecia, Anubar, 1976, doc. 361.
  8. Carta emitida por Gregorio VII a 19 de marzo de 1074 donde se dice “depositionem et excommunicationem quam Geraldus Ostiensis episcopus Rainbaldo in Munionem symoniacum, qui super Symeonem venerabilem fratrem nostrum Ocensem episcopum ordinatus erat”, en Mansilla, D., Documentación pontificia hasta Inocencio III, Instituto español de estudios eclesiásticos, Roma, 1955, pp. 15-16, doc. 8.
  9. Mansilla, D., Documentación pontificia hasta Inocencio III, pp. 17-18, doc. 10.
  10. Mansilla, D., Documentación pontificia hasta Inocencio III, pp. 20-21, doc. 12.
  11. Huidobro y Serna, L: La sede transitoria de Sasamón y su obispo Don Pedro Paramón (siglo XI), Boletín de la Comisión Provincial de Monumentos y de la Institución Fernán González de la ciudad de Burgos. 4º trim. 1949, Año 28, n. 109, p. 265-273.
  12. Garrido Garrido, J. M.: Documentación de la Catedral de Burgos (804-1183), Fuentes Medievales castellano-leonesas, T. XIII, Burgos, 1983, doc. 110.

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