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La España que conocemos, con su rica variedad regional, se formó en la Edad Media. Los procesos históricos de reconquista y repoblación del territorio por los cristianos fueron delimitando las fronteras de los reinos, dando personalidad a los territorios y articulándolos en torno a redes de ciudades.
Miguel Ángel Ladero Quesada analiza en esta obra los factores que dieron lugar a cada una de las regiones españolas en aquel tiempo de gestación donde se encuentran nuestras verdaderas raíces. Para ello, presenta todos los aspectos de ese mundo cambiante y convulso en su complejidad, dándoles un sentido global y mostrando cómo determinaron el legado histórico de la España actual y sus comunidades autónomas.
2 comentarios
Es peligroso opinar sin haberlo leído, pero si la conclusión es que las comunidades autónomas actuales derivan su existencia legitimidad de los territorios medievales, entonces sería necesario decir que eso no es cierto, al menos en el caso de muchas de ellas. Es una verdad a medias.
Desde la unificación forzosa de los territorios vascos en un ente nunca visto antes, a la existencia de un gobierno central para todas las Andalucías, pasando por la desaparición efectiva (política y cultural y, mucho más grave aún, demográfica) de Castilla o la erección de neotaifas como Santander, que abusa del nombre de Cantabria, o Logroño, que hace lo propio con el de La Rioja, todo son procesos mucho más modernos que tienen más que ver con la formación de burguesías desleales (el mejor ejemplo es quizás Vizcaya) o con los movimientos demográficos hacia las costas de los últimos doscientos años, especialmente de los últimos cien. El separatismo pseudo-catalán, por ejemplo, es un hijuelo de la “tentación de superioridad” de parte de la burguesía catalana nacida en el XIX.
Completamente de acuerdo con usted en que en actual mapa de comunidades autonómicas no refleja en su mayoría la historia de España. Es solamente el resultado de una negociación apresurada entre burguesías y poderes fácticos regionales al fin de la dictadura por acomodar como fuera ciertos sentimientos nacionalistas. Pero quizás el libro puede servir precisamente para ver los escasos fundamentos o razones de ser de ciertas de estas autonomías (o quizás de todas).