Portada » Personajes » Berenguer Wifredo, conde de Berga y obispo de Gerona

Berenguer Wifredo, conde de Berga y obispo de Gerona

por Javier Iglesia Aparicio
0 comentario 659 visitas 3 min. de lectura
A+A-
Reset
Claustro románico de la catedral de Gerona

[¿? – 1093]. Berenguer Guifré en catalán; Berengarius Guifredi en latín.

Conde de Berga (1050)

Obispo de Gerona (1051-1093)

 

Berenguer Wifredo era el hijo menor del conde Wifredo II de Cerdaña y Guisla de Pallars.

En el 1050 tras la muerte sin descendencia de su hermano Bernardo Wifredo recibió el condado de Berga. Pero al poco renunció al condado cediéndoselo a su hermano Ramón I Wifredo de Cerdaña. La causa de su renuncia es su carrera eclesiástica. En el 1051 falleció el obispo de Gerona, Pedro de Carcasona, y Berenguer Wifredo fue elegido nuevo obispo de la sede gerundense.

 

Obispo de Gerona (1051-1093)

Como obispo tuvo oportunidad de influir en la política de los condes catalanes, sobre todo en el condado de Barcelona y Gerona. El 18 de noviembre de 1058 estuvo en la dedicación de la nueva catedral de Barcelona. Fue consejero del conde Ramón Berenguer I y de sus hijos Ramón Berenguer II y Berenguer Ramón II. Con los dos hermanos tuvo que trabajar para conseguir su reconciliación. Según el testamento de su padre, ambos hermanos debían gobernar conjuntamente. Pero la realidad, desde el mismo momento de la ejecución del testamento (1076) es que esa convivencia era complicada.

En la práctica se repartieron los territorios y existían dos sedes condales. Ante esta situación de conflicto intervino el Amat d’Oloron, legado del papa Gregorio VII (a fines del 1077) pero sin éxito. Ante esta situación Gregorio VII escribió a Berenguer Wifredo (1079) para que actuara junto a los abades de Santa María de Ripoll, San Cugat y San Ponçe de Tomeres para así poner fin a las disputas entre sendos condes. A causa de ello, los condes se repartieron sus dominios y propiedades

Existe una carta del obispo Berenguer Wifredo de Gerona (1087) al abad del monasterio de Santa Afra de Augsburgo con respecto a las reliquias de San Narciso. San Narciso fue un mártir cristiano el siglo IV que tras ser obispo de Augsburgo, había acabado en Gerona. Allí fue asesinado de tres puñaladas mientras oficiaba una misa. El abad de Augsburgo pedía reliquias San Narciso, pero Berenguer Wifredo le contesta que no puede hacerlo porque «del gloriosísimo padre nuestro Narciso, pontífice y mártir de Cristo… hasta ahora se conserva incorrupto, por la gracia de Dios», por lo que solo le envía fragmentos de ropa del santo. El cuerpo de San Narciso había sido encontrado incorrupto hacia el final del siglo X, lo que hizo que se iniciara el culto al santo en Gerona. San Narciso se acabará convirtiendo en el patrón de la ciudad de Gerona.

Berenguer Wifredo falleció en 1093 y fue sucedido por el obispo Bernardo Humberto.

Te puede interesar

Dejar un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.