Portada » Personajes » Munḏir II, rey de la taifa de Zaragoza

Munḏir II, rey de la taifa de Zaragoza

por Javier Iglesia Aparicio
0 comentario 708 visitas 6 min. de lectura
A+A-
Reset
Dinar oro de Mundir II

[¿Zaragoza?, a. 1021 – Zaragoza, 1038 o 1039] Munḏir b. Yaḥyà b. Munḏir b. Yaḥyà b. Muṭarrif al-Tuŷībí al-Mansur. En árabe معز الدولة التجيبي. Tercer rey de la dinastía tuyibí en la taifa de Zaragoza (427H/1036; octubre/noviembre 1038 ó 23 de agosto de 1039)

Hijo de Yaḥyà ben Munḏir al-Muẓaffar y de la hija de un jeque de los Du-l-Nun.

Munḏir nació todavía en vida de su abuelo paterno Munḏir I, quien murió en 1021-1022. El poeta cortesano Ibn Darraŷ, que residió en Zaragoza hasta 419H/1028, dedicó una casida a celebrar el nacimiento de este Munḏir II:

«En él se encuentran los astros más fulgurantes / con los luceros de la suerte y el linaje. / Por el nombre de su padre [Yaḥyà] se alza [vivificando] al Islam / y llega con el nombre de su abuelo [Munḏir, avisando] al enemigo, / como anunciador de vida (haya) a la Fe/ y aviso (mundir) de desgracia al politeísmo…».

Rey de la taifa de Zaragoza (1036 – 1038/39)

Munḏir II sucedió a su padre en el 1036. Aunque es cierto que en las monedas de Yaḥyà había empezado a figurar el nombre de su hijo y heredero, Munḏir II, desde 420H/1029, lo cual indicaría que entonces sería designado sucesor, hacia los diez años de edad.

En el dinar de 420/1029, acuñado en la ciudad de Zaragoza se le referencia como Mundir al-háyib Mu’izz al-Dawla (“el chambelán Munḏir Mu’izz al-Dawla”), y su reconocimiento al Imam Abd Allāh, emir de los creyentes, al-Mu’ayyad bi-Allāh; en 423/1031-32, el dinar señala el reconocimiento al Imam Hisham, emir de los creyentes, al-Mutadd bi-Allah (es decir, al último califa en Córdoba, Hisham III).

Dinar oro de Munḏir II
Dinar oro de Munḏir II

Tras su proclamación como rey, el propio Munḏir II acuñó moneda de plata o dirhemes y de oro o dinares. En 428H/1036-37, su dinar reconoce aún a Hisham III, por entonces refugiado en Lérida, donde este último califa cordobés muere precisamente ese año, sirviendo con su reconocimiento a varios reyes taifas que recelaban de la política califal sevillana, como en concreto también hizo el rey de Toledo Ismāʿīl, tío de Munḏir II.

Llevó Munḏir II el apelativo de háyib, el título pseudo-califal de al-Mansur (“el Victorioso”) y el sobrenombre de Muizz al-Dawla (“Enaltecedor de la dinastía”), utilizando las referencias habituales en el poder de los reyes de taifas.

Es evidente que Munḏir II se resistió a reconocer al falso califa omeya Hisham II, falsamente reaparecido, proclamado por el rey de la taifa Sevilla, desde 1035; y esta resistencia, que entrañaba supeditarse a la taifa sevillana, le costó a Munḏir II la vida.

Asesinato de Munḏir II

Munḏir II fue asesinado al alzarse su primo ʿAbd Allāh ben Ḥakam, quien lo apuñaló a traición mientras Munḏir estaba en sus aposentos del alcázar enfrascado en la lectura de un libro. No existe acuerdo en la fecha entre los cronistas musulmanes: según al-Udri fue en muharram 430H (octubre-noviembre 1038); pero para Ibn Ḥayyān, citado por Ibn ‘Idarí), se produjo a comienzos de du-l-hiyya 430H (23 de agosto de 1039).

Tras asesinarle, Abd Allāh ben Ḥakam exhibió en la picota la cabeza de Munḏir II, proclamando: «Este castigo merece quien se resiste al emir de los creyentes Hisham [II] y se niega a reconocer sus derechos».

Así narra Ibn Ḥayyān, según Ibn Idarí, este asesinato:

«Sucedió eso por mano de un hombre revoltoso de entre sus primos. Se llamaba ʿAbd Allāh ben Hakim y era jefe entre los caídes de Munḏir. Ocultó su falta de escrúpulos durante [mucho] tiempo. Se personó ante él a primeros de du-l-hiyya del año 430 [hacia el 24 de agosto de 1039], mientras él estaba descuidado, en túnica, y no teniendo a su lado sino un pequeño grupo de sus íntimos servidores esclavones. Estaba sumido en la lectura de un libro, entonces lo hirió con un cuchillo que llevaba preparado y le cortó con él las yugulares sin que [nadie] lo impidiera. Huyeron los malos servidores, los esclavos eunucos que estaban a su lado, y lo dejaron en sus manos, excepto un servidor enérgico que lo apartó de él estando desarmado, pero ʿAbd Allāh lo hirió con un puñal y lo remató junto a su señor.

Al punto sacó la cabeza de Munḏir del alcázar en lo alto de un palo gritando: “Este es el galardón a quien se rebela contra el emir de los creyentes Hisham y se opone a sus derechos”, refiriéndose con eso al hombre exaltado en Sevilla [y] al que se invocaba entonces en ella[…].»

El asesinato de Munḏir II causó gran perturbación en Zaragoza. Abd Allāh ben Ḥakam se hacía proclamar enseguida rey de la taifa de Zaragoza, como cuarto y último de sus reyes tuyibíes.

Bibliografía

Te puede interesar

Dejar un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.