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ʿUmar II ben ʿAbd al-ʿAzīz, califa omeya de Damasco

por Javier Iglesia Aparicio
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[Halwan (Egipto), 2 noviembre 682 – Alepo (Siria), 31 enero 720] En árabe, عمر بن عبد العزيز. Octavo califa omeya (717 – 720)

Hijo del califa ʿAbd al-ʿAzīz. Sucedió al califa Sulaymān I, quien lo eligió sucesor personalmente rompiendo con la costumbre hereditaria.

ʿUmar era yerno del califa ʿAbd al-Malik, pues se casó con su hija Fátima. Bajo el gobierno de su primo al-Walīd I fue nombrado gobernador de Medina (706), época en la que se ganó reputación de ser un gobernante justo y piadoso. Continuó en el cargo bajo Sulaymān I.

ʿUmar no continuó los esfuerzos expansivos del califato. Se sabe que envió a Ibn Hatim ibn al-Nu’mana repeler una invasión turca en el actual Azerbaiyán. También se enfrentó a la rebelión de los jariyitas, aunque prefirió las negociaciones diplomáticas. El empeño militar más importante fue el segundo asedio árabe de Constantinopla, liderado por su primo Maslama. El asedio fue un completo fracaso.

Hacia el final de su gobierno el califato atravesaba una situación difícil. El desastroso intento de conquista de Constantinopla supuso una enorme pérdida de hombres y recursos. Fue el primer califa que favoreció la conversión de los dhimmi (cristianos, zoroastrianos y judíos) al islam, y estos se mostraron dispuestos en masa a unirse a la nueva religión, sobre todo porque al hacerlo dejaban de pagar el impuesto personal (yizya). El llamado Pacto de ʿUmar II supuso por lo tanto una drástica pérdida en la recaudación de impuestos.

ʿUmar fue un califa muy devoto. Había crecido Medina y había recibido influencia de los movimientos religiosos que allí florecieron. Quiso seguir la estela de los cuatro primeros califas, los rashidum, y trató de volver al Islam más original. Hizo hincapié en el ideal de unidad islámica, trató a todas las provincias con equidad (en lugar de favorecer únicamente a Siria) y se mostró humanitario con los dhimmi. Fue muy popular entre el pueblo y entre los más piadosos, pero sus políticas religiosas supusieron el declive económico del califato.

Nombró gobernador de Ifriqiya a Ismāʿīl ben ʿAbd Allāh ben Abi al-Muhajir (718-720) y de al-Ándalus, sin depender, como excepción, de Ifriquiya, a Al-Samḥ ben Malik al-Jawlani (719-721). Ambos tuvieron como misión integrar a las nuevas poblaciones en Islam haciendo más llevaderas y justas las cargas impositivas y promoviendo las conversiones.

Murió envenenado, seguramente por miembros de la propia familia omeya. Fue sucedido por su primo Yazīd II.

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