A finales del siglo X, la joven Castilla aún es un territorio disputado, atrapado entre la ambición de los condes, la amenaza de Almanzor y las intrigas de León y Navarra. En esta época de guerras y traiciones, donde la supervivencia se paga con sangre, el destino de un pueblo se forja entre alianzas frágiles y batallas despiadadas.
Sancho García, heredero del condado, lucha por sostener el legado de su padre, Garci Fernández, un hombre que dedicó su vida a defender Castilla y murió a manos de sus enemigos. Pero su mayor dificultad no estará solo en el campo de batalla, sino también en la política, donde cada palabra es un arma y cada lealtad, un juego peligroso. Entre guerreros que ansían gloria, clérigos que guían al pueblo y nobles que cambian de bando según les conviene, también hay espacio para el amor.
Amores prohibidos, nacidos de la incertidumbre y usados como moneda de cambio en el tablero político. Mientras las torres de los castillos resisten los asedios y el acero decide el futuro en los campos de batalla, Castilla se enfrenta a su mayor desafío: sobrevivir en un mundo donde la fuerza es la única ley y la traición, la única certeza. En esta historia de honor, ambición y destino, el origen de Castilla se escribe con sangre… y con fuego.