La leyenda de los Siete Infantes de Salas o de Lara no ha llegado hasta nuestros días en verso sino prosificada en diversas crónicas medievales y fragmentada en romances.
Argumento de Los Siete Infantes de Lara
El relato épico de Los Siete Infantes de Lara narra la traición que Rodrigo Velázquez, un caballero castellano de la época del conde García Fernández, comete contra sus sobrinos, los llamados Siete infantes de Salas o de Lara.
Cuenta cómo Rodrigo Velázquez, debido a una serie de supuestas deshonras hechas a su mujer doña Lambra, trama una venganza contra sus sobrinos (es hermano de la madre de los infantes).
En primer lugar envía a su cuñado, Gonzalo Gustios –padre de los infantes– a Córdoba, donde es apresado por Almanzor; y, a continuación, alista a sus sobrinos en una correría contra la frontera musulmana en tierras sorianas.
Allí, en connivencia con las tropas cordobesas, Rodrigo Velázquez acaba abandonando a sus sobrinos a su suerte. Los siete infantes, tras un dura resistencia, mueren decapitados por las tropas musulmanas.
Las cabezas de los infantes son enviadas a Córdoba y allí son reconocidas por su padre. Almanzor, compadecido, libera a Gonzalo Gustios. Éste, antes de irse, recibe la noticia de que va a ser padre de un hijo cuya madre es una princesa mora que le ha acompañado durante su cautiverio. Ambos acuerdan que cuando el hijo, Mudarra González, se haga mayor vaya a Salas a conocer a su padre y que lleve una media sortija de oro, una señal de que es su hijo.
Pasados los años Mudarra es nombrado caballero por Almanzor y decide ir a Castilla a conocer a su padre y a vengar a sus hermanos. Al poco se encuentra con Rodrigo Velázquez y acabará con su vida así como con la de su mujer doña Lambra.