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San Vicente de Fístoles

por Javier Iglesia Aparicio
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Ermita de San Vicente Mártir de Esles en el término de la vecina localidad de Lloreda, localizada donde se encontraba San Vicente de Fístoles o Esles

Monasterio altomedieval, hoy en día desaparecido, localizado en el lugar donde hoy se alza la ermita de San Vicente mártir de Esles, en el municipio de Lloreda (Cantabria). No queda ningún resto arquitectónico de la época de su fundación.

Conocemos los inicios de este monasterio gracias al denominado Pergamino de Fístoles en el Archivo de San Petersburgo, comprado por Lijachiev. Se trata de una copia del siglo XI de un original perdido y han tenido amplias referencias, tratamiento e interpretación en bibliografía especializada, a partir de la copia hecha por el Padre Liciano Sáez en la segunda mitad del siglo XVIII, del “caxon de Liencres” del Archivo del Monasterio de Oña, para el archivo del Monasterio de Silos. En 2023 el Museo de Cantabria recibió una copia digital de dicho documento1 . El documento fue objeto de un estudio socioeconómico por E. Botella Pombo2.

Imagen digitalizada del imagen del 'Pergamino de Fístoles' o 'Testamento de Gundesindo'. ARCHIVO HISTÓRICO REGIONAL DE CANTABRIA
Imagen digitalizada del imagen del ‘Pergamino de Fístoles’ o ‘Testamento de Gundesindo’. ARCHIVO HISTÓRICO REGIONAL DE CANTABRIA

El primer documento es del 1 de julio del 811. Se trata de una carta de donación que Guduigia hace al recién fundado monasterio de San Vicente y San Cristóbal de Fístoles. Incluye en su donación el propio monasterio así como territorios en Kabarçeno (Cabárceno), Festales (Esles) y Paniacos (Penagos). Firma el documento, entre otros, el abad del monasterio Sisenando siendo obispo Quintila, sin mencionar su sede. Este el texto en latín3 y en castellano (traducción de Alberto Ceballos Hornero):

(crismón) Ego Guduigia Deo vota et Sisenando abba pariter cum fratres et sorores facimus testamentos de nostras villas et de nostros monasterios ad regulam S. Vincentii et S. Christophori quae scalidabimus de nostris manibus, et tradimus ipsas villas Festales, et Paniacos, et Kabarçeno ad regulam S. Vincentii et S. Christophori. Et tradimus ipsos testamentos ad ipsa regula pro remedio anime nostre. Facta traditione ipsas Kalendas Iulias Era D.CCC.XL.VIIII regnante catholico rege Adefonso in Obieto, vel in caeteras prouincias.
Ego Sisenando Abba et Guduigia Deo vota in hac traditione quae fecimus ad regulam S. Vincentii et S. Christophori manus nostras roborabimus et (signo) fecimus. Quintila episcopus ibi praesens fuit et signum fecit (signo). Sabildi confirmans.

(crismón) En el nombre de Dios. Yo, la consagrada a Dios Guduigia y [yo Sesinan]do conjuntamente con mis hermanos y hermanas hacemos testamento sobre nuestras villas y nuestros mo[nasterios] para la regla de San Vicente y San Cristóbal,
que roturamos con nuestras manos, y legamos esas mismas villas, Festales, Paniacos y Kabarçeno, para la regla de San Vicente y San Cristóbal, y legamos estos mismos testamentos para la misma regla por el remedio de nuestra alma.
Hecho el legado en el mismo día de las kalendas de julio del 849 de esta era (1-julio-811), siendo rey católico Alfonso, rey en Obieto y también en las demás provincias.
Yo, el abad Sesinando y la consagrada a Dios Guduigia en este legado que hemos hecho para la regla de San Vicente y San Cristóbal con nuestras manos hemos certificado y hemos hecho esta signatura (+). El obispo Kintila aquí fui presente, hicimos signatura (+). Confirmando Sabildi

Unos años después este monasterio va a ver favorecido por el conde Gundesindo, probablemente conde de estas tierras de Transmiera y la incipiente Castilla. El documento es del 30 de noviembre de 816 y en él Gundesindo dona a dicho monasterio diversos territorios de la actual Cantabria: la villa de Eçe (Arce) con los monasterios de Santa María y de los santos Pedro y Pablo, junto al río Pas; la villa de Belo (Velo) y su monasterio de San Julián; la villa de Erunia (Oruña de Piélagos) y su monasterio de Santa Eulalia; las villas de Bao (Boo de Piélagos) y Tulex (¿Monte Tolío?); la villa de Iencres (Liencres) con su iglesia de Santa Eulalia; el monasterio de San Julián en Mortaria (Mortera); valle del Pas, Liérganes, etc. y en el territorio de Castilla dona las siguientes villas: Sautus Coba (Sotoscueva), Cornelio (Cornejo), Botares (Mozares), Platanos (un despoblado enfrente de Barcenilla de Cerezos) que está entre Ormaça y Spinosella (Espinosa de los Monteros). Se puede leer aquí el texto en latín y su traducción al castellano.  

Es este el primer documento sin sospecha de manipulación en el que aparece por primera vez el topónimo de Castilla.

El 16 de febrero del 820 el obispo Quintila y su hermana Sabildi donan de nuevo propiedades a San Vicente de Fístoles. Este es su texto en latín y castellano (traducción de Aberto Ceballos Horero):

In Dei nomine ego Quintila episcopus, una pariter cum sorore mea Sabildi facimus traditionem et testamento de nostras villas et de nostros monasterios: id est, S. Petri et Sanctae Mariae Virginis, et Sanctae Eulaliae, et S. Iulani. Item S. Iulani in Mortaria et S. Eulaliae in Lencres; et ipsas villas Arce, Erunia, Lencres et Tulex et Bo. Tradimus ipsos monasterios et ipsas villas as S. Vincentis et S. Christophori ad Festales et ad soprina nostra domna Guguina, Deo vota. Et tradimus illa ab omni integritate.

Facta traditione et testamento sub die XIIII Kalendas Martias, Era D.CCC.LVIII. Regnante Adefonso Principe.

(crismón) En el nombre de Dios. Yo, el obispo Quintila conjuntamente con mi hermana Sabildi hacemos este legado y testamento sobre nuestras villas y nuestros monasterios, es decir, de San Pedro y de Santa María virgen y de Santa
Eulalia, también de San Julián, así mismo de San Julián en Mortaria (Mortera), también de Santa Eulalia en Lencres (Liencres), y estas mismas villas, Arce y Erunia (Oruña), Lencres y Tulex (¿Monte Tolio?), y Bo (Boo), legamos estos mismos monasterios y estas mismas villas para (la regla) de San Vicente y San Cristóbal en Festales, y para nuestra sobrina consagrada a Dios la señora Gogina legamos aquéllo en toda su integridad.

Hecho el legado o testamento en el día 14 antes de las kalendas de marzo del 858 de esta era (16-febrero-820), en el 12º año siendo príncipe el señor Alfonso.

La necrópolis de San Vicente de Esles

La necrópolis ha sido excavada en dos ocasiones durante este periodo. En 1975 bajo la dirección de M. A. García Guinea y en 1984 bajo la dirección de E. Van den Eynde, recogiéndose ambas campañas en un artículo publicado en 1985.

Aparecieron 26 tumbas de lajas de adultos y niños, tres de ellas en el interior de la ermita, y los muros de un edificio. Paradójicamente, se propone una cronología para la necrópolis que arranca en el siglo X y va hasta el siglo XIII, por lo que se descarta una relación entre los restos hallados y el monasterio documentado desde el 811. Lo cierto es que no hay ninguna razón de peso para sostener esta interpretación hoy en día y es probable que las tumbas de lajas más antiguas del conjunto puedan remontarse, al menos, al siglo IX.

Según el blog Mauranus, aún quedan restos visibles sobre el terreno. Una tumba de lajas completa y aparentemente intacta sobre la que apoya el muro que circunda la ermita. Por el tamaño, quizá se trate de una tumba de un individuo infantil. Al este de esta tumba podría haber otra de la que sólo se ve una esquinita. Lo más llamativo del asunto es que en 1984 se hizo una excavación en esta zona y, según lo que se ve en la publicación, la tumba localizada no coincide con la que apareció aquí, ni en orientación, ni en su relación estratigráfica con el muro perimetral.

  1. Gutiérrez Sánchez, M.: Del “caxon de Liencres” en Oña a San Petersburgo, Revista Altamira Tomo XCIV, Santander, 2023, pp. 41-64 ↩︎
  2. Botella Pombo, E: Colonización ultramontana. El monasterio de San Vicente de Fístoles, Revista Sautuola, VI, 1999, Santander, pp.513-520 ↩︎
  3. Pérez de Urbel, J: Historia del condado de Castilla, tomo III, CSIC, 1945, doc. 9. ↩︎