Los castillos se encuentran entre los edificios más inspiradores del mundo. No hay más que ver los muchos y magníficos edificios que hay en Castilla y en la Península Ibérica para saber que han inspirado a mucha gente. Se ha escrito muchas veces en el Condado de Castilla. La influencia del pasado nunca desaparece.
Sabemos que hoy en día no se construyen nuevos castillos. Hay grandes casas para los ricos y famosos, pero nada que se parezca a los magníficos castillos medievales de antaño. Sin embargo, en el arte sí que seguimos viendo la creación de castillos. Muchos de ellos se inspiran en castillos reales.
Un buen ejemplo es el Alcázar de Segovia, que ha servido de inspiración para muchos castillos ficticios en la literatura y el cine. Sirvió de inspiración para el castillo de la película de animación de Disney de 1937, Blancanieves y los siete enanitos. También se utiliza como plantilla para otros castillos de Disney. Aunque hay algunas diferencias entre el Alcázar de Segovia real y las versiones de Disney, al mirarlos uno al lado del otro se aprecia el parecido.
Aunque estas interpretaciones artísticas no sean tan impresionantes como las reales, hay muchas historias y teorías interesantes sobre cómo estos edificios inspiraron a los artistas a recrearlos y reinterpretarlos en libros y películas.
El castillo de Drácula es misterioso
Si bien está claro que el Alcázar de Segovia inspiró varios castillos de Disney, también hay muchos ejemplos de castillos de ficción en los que no estamos seguros de la inspiración. El ejemplo más famoso es quizás el Castillo de Drácula, de la obra Drácula de Bram Stoker.
Stoker nunca visitó la región rumana de Transilvania, por lo que nunca ha quedado claro cómo se inspiró para crear el castillo de Drácula. Sí sabemos que estudió muchos libros de viajes basados en la región, y algunos expertos creen que Stoker se habría inspirado en los escritos de Charles Boner sobre Castillo de Bran en Transilvania.
Otros creen que Stoker miró un poco más cerca de casa, por lo que el escritor irlandés tal vez se vio influenciado por los magníficos castillos que vio en sus viajes familiares a Escocia. El castillo de Slains, en Escocia, tiene ciertamente algunos diseños internos muy similares a los del castillo de Drácula, incluida la famosa sala octogonal descrita en el libro.
Hollywood puede honrar edificios legendarios
A pesar de que las películas de Hollywood no suelen clasificarse como obras de arte, sigue siendo interesante ver cómo los directores interpretan los castillos emblemáticos y los ponen en pantalla. La isla de Mont-St-Michel, en Normandía (Francia), dominada por el edificio de la abadía, es uno de esos ejemplos. Inspiró directamente al director de El Señor de los Anillos, Peter Jackson, y al departamento de arte de la película en su creación de Minas Tirith. No son imágenes especulares la una de la otra, ni mucho menos. Son muy diferentes. Pero en la creación de Minas Tirith, la película fue capaz de captar el “espíritu” de Mont-St-Michel.
Uno de los mejores lugares para buscar castillos ficticios inspiradores podría llegar a sorprenderte: los videojuegos. El trabajo artístico de los videojuegos modernos se ha vuelto muy sofisticado, y ha hecho que se creen muchos castillos increíbles en juegos medievales y de fantasía. Throne: Kingdom of War, The Elder Scrolls y Overwatch son solo algunos de los videojuegos populares que han puesto mucho empeño en el trabajo artístico de sus castillos.
A modo de anécdota, el Alcázar de Segovia también ha sido inmortalizado en una interpretación de videojuego, inspirando un castillo para el videojuego Terranigma de Nintendo de 1995.
Entonces, ¿qué sentido tiene? Ya sabemos que los castillos son inspiradores. ¿Realmente importa que el Castillo de los Mendoza haya sido utilizado en una película como El Cid? ¿O, como hemos visto, que el Alcázar de Segovia inspirara muchos castillos utilizados en películas y videojuegos de Disney?
La respuesta es sí y no. Este tipo de interpretaciones artísticas ayudan a mantener viva la historia de estos magníficos edificios. Permiten que los lectores de los libros, los espectadores de estas películas y los jugadores de estos juegos empiecen a preguntarse por los castillos reales que hay detrás de los ficticios. Les ayuda a pensar en la historia y en los grandes hombres y mujeres que dieron vida a estos edificios.