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El arte medieval es un tesoro que nos transporta a una época fascinante de nuestra historia. En España, dos ciudades destacan por sus impresionantes colecciones de arte medieval: Barcelona y Madrid. Además, de aprovechar a visitar las exposiciones en Barcelona o disfrutar de otras exposiciones en Madrid, en este artículo, exploraremos las joyas artísticas que se pueden encontrar en los museos arqueológicos de estas dos grandes urbes, ofreciendo una visión única de la rica herencia cultural de la Península Ibérica.
Museo de Arqueología de Cataluña (Barcelona)
Comenzamos nuestro viaje en Barcelona, en el Museo de Arqueología de Cataluña. Este museo alberga una colección excepcional de arte medieval que abarca desde el período visigodo hasta el gótico tardío.
Una de las piezas más destacadas es el conjunto de pinturas murales románicas procedentes de diversas iglesias catalanas. Estas obras, rescatadas de edificios en ruinas o en peligro, ofrecen una ventana única al mundo medieval. Los vivos colores y las escenas bíblicas representadas nos transportan a una época en la que el arte era el principal medio de educación religiosa para una población mayoritariamente analfabeta.
Otro tesoro imperdible es la colección de esculturas románicas. Destacan especialmente los capiteles procedentes de claustros monásticos, decorados con intrincados relieves que representan escenas bíblicas, bestias fantásticas y motivos vegetales. Estas piezas son un testimonio del alto nivel artístico alcanzado por los escultores medievales catalanes.
El museo también cuenta con una importante sección dedicada a la orfebrería medieval. Cruces procesionales, cálices y relicarios elaborados en metales preciosos y decorados con esmaltes y piedras preciosas demuestran la riqueza y el esplendor del arte sacro medieval.
Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC)
Aunque no es estrictamente un museo arqueológico, el MNAC merece una mención especial por su extraordinaria colección de arte románico y gótico. La joya de la corona es sin duda el conjunto de pinturas murales románicas, considerado el más importante del mundo en su género.
Las pinturas, arrancadas de pequeñas iglesias pirenaicas en peligro de destrucción a principios del siglo XX, han sido cuidadosamente restauradas y expuestas recreando la disposición original en los ábsides de las iglesias. El Cristo Pantocrátor de Sant Climent de Taüll es quizás la obra más emblemática, con su poderosa presencia y sus colores vibrantes que han resistido el paso de los siglos.
Museu d’Història de Barcelona (MUHBA)
El Museu d’Història de Barcelona (MUHBA) ofrece a sus visitantes una fascinante inmersión en el pasado medieval de la Ciudad Condal. A través de sus diversas sedes y exposiciones, el MUHBA presenta un recorrido por la Barcelona de la Edad Media, desde los vestigios visigodos hasta el esplendor gótico.
En el subsuelo arqueológico del MUHBA Plaça del Rei, los visitantes pueden explorar los restos de un palacio del siglo V, construido sobre el antiguo foro romano. Este yacimiento ofrece una visión única de la transición entre la Antigüedad tardía y la Alta Edad Media en Barcelona.
El Call: La Barcelona Judía. Esta sección del museo está dedicada a la historia de la comunidad judía medieval de Barcelona. Aquí se pueden descubrir aspectos de la vida cotidiana, la cultura y las tradiciones de los judíos barceloneses antes de la expulsión de 1492.
El MUHBA conserva y exhibe importantes ejemplos de arquitectura gótica, como el Saló del Tinell en el Palau Reial Major. Este magnífico salón del siglo XIV es un testimonio del poder y la riqueza de la Corona de Aragón durante la Baja Edad Media. A través de objetos, documentos y recreaciones, el museo ofrece una visión de la vida diaria en la Barcelona medieval. Se pueden observar utensilios domésticos, herramientas de oficios y otros elementos que ilustran cómo vivían los barceloneses de la época.
Por último, el MUHBA también destaca el papel de Barcelona como potencia comercial mediterránea durante la Edad Media. En el MUHBA Vil·la Joana se pueden encontrar exposiciones que muestran la importancia del puerto y el comercio en el desarrollo de la ciudad medieval.
Por supuesto Barcelona tiene un inmenso patrimonio artístico de época medieval más allá de museos. Solamente si nos fijamos en el período altomedieval podemos ver y recorrer numerosos restos en todo el casco histórico de la ciudad.
Museo Arqueológico Nacional (Madrid)
Trasladándonos ahora a la capital española, el Museo Arqueológico Nacional nos ofrece una visión más amplia del arte medieval en la Península Ibérica.
La colección visigoda es particularmente notable, con piezas como las coronas votivas del Tesoro de Guarrazar. Estas coronas de oro y piedras preciosas, ofrendadas por los reyes visigodos a las iglesias, son un ejemplo sobresaliente de la orfebrería de la Alta Edad Media.
El arte islámico también tiene un lugar destacado en el museo. La colección incluye ejemplos exquisitos de cerámica, textiles y objetos de marfil que muestran la sofisticación artística de Al-Ándalus. Un ejemplo sobresaliente es el Bote de Zamora, una pieza de marfil tallado del siglo X que combina motivos decorativos islámicos con escenas de la vida cortesana.
El arte románico está representado por una variedad de esculturas, pinturas y objetos litúrgicos. Destaca especialmente el frontal de altar de Santo Domingo de Silos, una obra maestra de la orfebrería románica española. Y también una de las portadas románica del monasterio de San Pedro de Arlanza; y la lauda sepulcral del sepulcro de Alfonso Ansúrez (1094) procedente del monasterio de Sahagún.
La transición al gótico se puede apreciar en piezas como el sepulcro de Doña Blanca, un magnífico ejemplo de escultura funeraria del siglo XIV que combina elementos románicos tardíos con las nuevas tendencias góticas.
Museo de Historia de Madrid
El Museo de Historia de Madrid, situado en el antiguo Hospicio de San Fernando, ofrece a sus visitantes una fascinante mirada al pasado medieval de la capital española. Aunque su colección abarca varios siglos de historia, el patrimonio medieval que alberga es particularmente interesante, permitiendo a los visitantes explorar los orígenes y desarrollo de la Villa y Corte.
La exposición comienza con los orígenes islámicos de Madrid, conocida entonces como Mayrit. Los visitantes pueden observar reproducciones de cerámicas andalusíes, paneles informativos sobre la fundación de Mayrit como fortaleza musulmana en el siglo IX, y maquetas que muestran la disposición de la antigua medina y su alcázar. Tras la reconquista cristiana en 1085, Madrid experimentó una transformación significativa. El museo refleja este período a través de facsímiles de fueros y privilegios otorgados por los reyes castellanos, reproducciones de sellos concejiles y monedas de la época.
Una de las piezas más destacadas es la maqueta de la muralla cristiana de Madrid, construida en el siglo XII, que permite a los visitantes visualizar la extensión y disposición de la ciudad medieval. El museo también ofrece vislumbres de la vida cotidiana en el Madrid medieval, exhibiendo utensilios domésticos, herramientas de oficios, reproducciones de vestimentas y pinturas que representan escenas de la época. La evolución urbana de Madrid se ilustra mediante planos y maquetas que muestran el crecimiento de los arrabales, la ubicación de las principales iglesias y conventos, y el desarrollo de plazas y mercados.
En cuanto al patrimonio religioso, el museo alberga tallas de madera policromada de santos, fragmentos de retablos góticos y documentos relacionados con las cofradías medievales de Madrid. La exposición concluye mostrando la transición de Madrid hacia la Edad Moderna, con documentos que atestiguan las visitas reales a la villa y objetos que reflejan el creciente papel de Madrid en la política castellana.