A unos 3 km. al sur de la localidad palentina de Antigüedad, en plena comarca del Cerrato, hace años que hubo un pueblo llamado Villella. Aparece por primera vez en la historia en un documento del 934, en una donación al abad del monasterio de San Pelayo de Cerrato (en el término actual de Cevico Navero) por parte de Oveco Díaz y su esposa Gutina junto con sus hijos.
Tras ser abandonado, probablemente en el siglo XV, hoy en día solo quedan montones de piedra donde estuvieron sus casas. Y próxima a la carretera a Cevico Navero, se alza una una ermita en lo alto de un cerro. La sencilla ermita actual, de una única nave a la que se accede por un arco de medio punto, fue reconstruida en el siglo XX. El edificio anterior había quedado arruinado en el siglo XIX. Pero se puede remontar su historia a los siglos IX-X gracias a las excavaciones arqueológica llevadas a cabo durante la reconstrucción actual.
Como ya hemos dicho, en el siglo X, ya se menciona el lugar de Villella (Villiella). Durante el siglo XII se construye una nueva iglesia que se mantienen alzada hasta el siglo XIX, y fuera de su solar, proseguiría operando el horno. La parroquia de Antigüedad guarda la imagen románica de la Virgen a quien estuvo dedicada esta segunda iglesia.
Las excavaciones realizadas en los años noventa confirman la anterior existencia de una iglesia prerrománica y una necrópolis. Los hallazgos se pueden ver hoy en día protegidos por un paramento voladizo en el costado de la ermita, donde pueden verse los primitivos restos arqueológicos (planta y necrópolis) de lo que fuera el templo prerrománico.
El templo altomedieval disponía de un presbiterio cuadrado y columnas. Las excavaciones evidenciaron transformaciones que dicha iglesia sufrió, se piensa que pudo perder su función religiosa, dada la cantidad de silos encontrados en el suelo y el hallazgo de un horno de fundir cobre y bronce que estuvo funcionando hasta el siglo XV.