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Resulta sorprendente la existencia de una antigua tradición que sitúa el retiro y posterior muerte del rey visigodo Wamba en el monasterio de San Pedro de Arlanza. Sin embargo, los datos históricos disponibles actualmente sugieren que esta narrativa forma parte de las diversas leyendas creadas para engrandecer la historia arlantina. A pesar de ello, durante siglos esta versión se consideró verdadera. En este artículo analizaremos la tradición de San Pedro de Arlanza sobre su vinculación con Wamba y el proceso de transmisión de esta historia.
Comencemos con los hechos históricos documentados. Sabemos que el rey Wamba, quien gobernó el reino visigodo entre los años 672 y 680, fue víctima de una conspiración que culminó con su tonsura forzada (rasuramiento ritual del cabello que lo inhabilitaba para reinar según la tradición visigoda) y su obligado retiro a un monasterio. Las crónicas y documentos contemporáneos a estos acontecimientos no especifican el lugar donde el rey pasó sus últimos días.
Sin embargo, no será hasta mediados del siglo XIII cuando el arzobispo Rodrigo Jiménez de Rada, una de las figuras más relevantes de la historiografía medieval hispana, especifica en su obra “Historia de rebus Hispanie sive Historia gothica” (1243) que el rey se encontraba en una villa llamada Panisplica, donde se conservaba su sepultura (en latín: «in uilla que Panisplica dicitur et ibi creditur tumulatus»). Esta localidad fue posteriormente identificada como la actual Pampliega (Burgos). El mismo arzobispo, según las fuentes, informó personalmente al rey Fernando III de la existencia de este sepulcro.
Esta información fue recogida posteriormente en la Primera Crónica General escrita en época de Alfonso X con lo que, a partir de entonces, nadie puso en duda que Wamba había ingresado en San Vicente de Pampliega:
E el rey fi zolo muy de grado, et mando quel metiesen en orden e desi recibio luego ell abito, et metiosse en el monesterio en la villa que dicen Panpliga, et dicen que yentes et cuedan que yace y enterrado
La tradición arlantina de Wamba
Sin embargo, aunque podemos dudar de la presencia y muerte de Wamba en Pampliega, los monjes de San Pedro de Arlanza desarrollaron una estrategia para vincular estos acontecimientos con su cenobio (monasterio).
El monasterio de Arlanza siempre mantuvo un claro propósito de destacar su antigüedad frente a otros importantes centros monásticos de la región, como Cardeña, Silos o San Millán de la Cogolla, intentando establecer sus orígenes en la época visigoda. Esta aspiración se vio favorecida por acontecimientos históricos posteriores: el 8 de agosto de 1151, el entonces príncipe y futuro rey Sancho III de Castilla cedió al monasterio de Arlanza la iglesia de San Vicente en Pampliega, como consta en el documento: «[…]dono et confirmo ecclesia Sancti Vincencii, que est sita in villa que ferunt Panplica iuxta rivulum Asilanzo[…]» (dono y confirmo la iglesia de San Vicente, que está situada en la villa que llaman Pampliega junto al río Arlanzón). Esta donación fue posteriormente confirmada por su hijo Alfonso VIII tres años después (aunque este documento puede ser sospechoso de interpolación o directamente falso pues Alfonso no nace hasta 1155)1. En 1214 Alfonso VIII intercambió heredades en Lara por San Vicente de Pampliega.2
A partir de esta adquisición, no es de extrañar que llegaran a Arlanza los rumores sobre el posible enterramiento de Wamba en Pampliega, lo que llevó a la elaboración de una nueva tradición que conectaba el monasterio con el rey visigodo. La narrativa creada relata que Wamba se retiró inicialmente al monasterio de San Vicente de Pampliega. Sin embargo, debido a las frecuentes visitas que recibía de la nobleza visigoda y en busca de mayor soledad, después de siete años decidió trasladarse a San Pedro de Arlanza, aprovechando la vinculación entre ambos monasterios. Según esta tradición, el rey vivió un año más en Arlanza, donde finalmente falleció y fue sepultado.
Génesis de la tradición arlantina con respecto a Wamba
Las primeras apariciones escritas sobre esta tradición son tardías, del siglo XV. Quien primero lo dejó por escrito fue Rodrigo Sánchez de Arévalo, historiador y obispo de, entre otros lugares, Palencia. En su Historia hispanica o Compedio de historia de España, escrita en latín en 1470, cuando describe el reinado de Wamba, añade el siguiente dato:
[…] apud cenobium opidi de Pampliega Burgensis diocesis : quod postea translatus est ad monesterii Sancti Petri de Arlanza. Ibiquis vitam immaculatam finuit. […]
Rodrigo Sánchez de Arévalo, Compendio historia de España, Pars II, Biblioteca Nacional (Madrid), ms. 17654, fol. 34vº.
No sabemos de dónde pudo recoger esta información que ya debía de estar circulando por Arlanza y alrededores desde hacía años.
Por supuesto, Gonzalo de Arredondo, abad de Arlanza y cronista real, también se refiere a Wamba en la Crónica de Fernán González, escrita en 1522:
[…] el que primero edificó el sobredicho monasterio fue el esforzado Rey Wamba el que vino de la Francia Gottica en España […] El cual fue en tiempo de los godos tan estimado y en tanta veneración siendo que muchos grandes del reino entonces se metían monjes. Entre los cuales fue el noble y santo rey Wamba como ende se muestra por su sepultura y rótulo. El cual rey Wamba antes se había entrado monje en san Vicente de Pampliega y de luego se trasladó al sobredicho monasterio de Arlanza […]
Gonzalo de Arredondo, Chronica del bienauenturado, catholico y baleroso caballero el Conde Fernán Gonçalez, Biblioteca Nacional, Madrid, ms. 894, fol. 133rº-133vº
Otros autores recogen posteriormente este supuesto hecho pero quizás es el historiador Prudencio de Sandoval en su Historia de Cinco Obispos (1634) quien más se extiende sobre la tradición al hablar de la historia de San Pedro de Arlanza. Prudencio de Sandoval solo cita a la tradición monástica y a Rodrigo Sánchez de Arévalo. Pero también advierte de la incongruencia que parece existir entre la certeza del traslado de los restos de Wamba desde San Vicente de Pampliega a Santa Leocadia de Toledo en 1274 ordenada por Alfonso X y su supuesta sepultura en Arlanza.
Asimismo, describe dónde se debía encontrar su supuesta tumba: en la nave izquierda de la iglesia, en la capilla de los Santos Mártires. En una colección de documentos redactada en 1798 para uso de Enrique Flórez se nos dice que aún podía verse un «cofre bellamente forrado y sobre él en letras de oro Católico rey Wamba».3
La tradición de Wamba en Arlanza según Prudencio de Sandoval
Como ya hemos dicho, Prudencio de Sandoval es quien más extensamente relata la supuesta relación entre el rey Wamba y el monasterio de San Pedro de Arlanza. Transcribimos aquí los textos de su Historia de Cinco Obispos:
En esta casa tienen por muy cierto de muchos años recibido, que el Rey Wamba fue Monge, y acabó en ella sus dias santamente, y muestran su sepultura en un paño de la Iglesia, que denota gran antigüedad. Dizen, que despues que este glorioso Rey tomó el habito de san Benito en san Vicente, cerca de Pampliega, en el Obispado de Burgos (que en esto no ay duda) viendofe fatigado con visitas de los Grandes del Reyno, y amando mas la soledad, al cabo de siete anos que auia estado en san Vicente, se retiro a san Pedro de Arlança, que era vna misma cosa con san Vicente, y estauan vnidos, que por esso se le confirmó esta lglesia muchos años despues, por los Reyes don Alonso, y su hijo don Sancho el Desseado, como queda dicho. Acabó el santo Rey en la soledad de Arlança el resto de su vida santamente, y sepultose en ella, y se deue tener, y estimar su cuerpo por santo. No solo dizen esto los Monges desta casa mas afirmalo don Rodrigo Laynes Obispo de Palencia, varon doctissimo, en la Coronica que escriuió en el Castillo de san Angel en Roma. Dize assi.
Hic Vamba liuore inuidorum, veneno creditur interfectus per Eruigium consobrinum Cindasuindi Regis, qua pestifera potione Regis memoria, nec non prudentia confusa est. Sed Quiricus Archiepiscopus Toletanus, et Regni Obtimates causam necessitatis Regi Ecclesia Sacramenta, vt deuoti susciperet procurarunt. Tamen paululum ad sereuersus habitum Religionis assumpsit, apud Cenobium Oppidi de Pampliga Burgensis districtus qui postea translatus est ad Monasterium S. Petri de Arlança, ibiquis vitam inmaculatam finiuit: vixit autem in Monasterio annis septe.
Que es. El Rey Wamba con la mala voluntad de los invidiosos, segun se cree, fue emponçoñado con veneno, por orden de Eruigio sobrino del Rey Cindasuindo, con la qual pestifera beuida perdio la memoria, y se le alboroto el juyzio. Mas Quirico Arçobifpo de Toledo, y los Grandes del Reyno, no sabiendo que cosa fuesse, procuraron que el Rey reciuiesse los Sacramentos de la Iglesia: Con esto boluio el Rey algun tanto en si, y tomo el hauito de Religioso en el Monasterio del lugar de Pampliga, en el distrito de Burgos. Despues desto se paso al Monasterio de san Pedro de Arlança, y alli hizo vna vida santa, y acabó. Viuio en el Monasterio siete anos.
Esto dize este autor, y es de harta consideracion junto con la tradicion tan antigua del Monasterio, y auer tantos anos que muestran en el la sepultura deste bienauenturado Principe en la pared de los Martires, digo de su naue.
Contradize efto vn priuilegio del Rey don Alonso, dado en Palencia Viernes a treze de Abril Era mil trecientos y doze, ques año mil duzientos y setenta y quatro, en que manda que el cuerpo del muy noble y bienauenturado Rey Wamba se llebasse a enterrar a Toledo, que estaua indecentemente en la Iglesia de san Vicente de Pampliga, Monasterio de Monges negros, con aduocacion de san Vicente: (Digo las palabras del priuilegio) y que estaua sepultado a la entrada de vna puerta de la dicha Iglesia; por la qual no quiso salir el Rey don Fernando su padre, por honra del Rey Wamba, antes mandó hazer otra puerta. Manda el dicho Rey don Alonso, que se lleue el cuerpo a la ciudad de Toledo, por auer sido cabeça del Imperio de los Godos en Espana, y que el sobre dicho Rey Wamba la auia en sus dias ennoblecido.
Harta dificultad haze efto que el Rey don Alonso el Sabio dize, y que su padre el Rey don Fernando el santo fuesse alii por ver esta sepultura, y la tuuiesse tanto respecto, y veneracion, que por no pisarla no quiso salir por la puerta de la Iglesia ponde estaua, y mandó abrir otra: y es cierto que si la sepultura no fuera muy señalada, ni el Rey fuera auerla, ni la tuuiera tanto respeto, ni en la tierra vuiera tanta cuenta con ella.
Mas desde la Era 726, en que dizen que murio el Rey santo Wamba, hasta los tiempos del Rey don Fernando el santo, y de don Alonso su hijo, passaron mas de quinientos años, los quales, y la gran turbacion de la perdida de España, sin duda alguna confundieron todas las cosas. Demanera, que no ay acertar con la verdad : y assi pudo quedarse en san Vicente de Pampliga la memoria de que fue vn sumptuoso Monasterio, en que auia Conuento de mas de dozientos Monges, y que auia tomado el habito en el, vn Rey tan poderoso de toda España, santo, valeroso, y guerrero; y oluidarse el retiramiento que hizo a la soledad de san Pedro de Arlança, y pensando que come auia sido Monge en san Vicente, auia acabado alli su vida. Viendo despues en esta Iglesia desierta, alguna sepultura señalada de algun Cauallero, dirian al Rey don Fernando, que era del Rey Wamba, y tendriale el santo Rey la veneracion y respecto, que la escritura dize. Y despues selo contarian assi a su hijo el Rey don Alonso , y mandaria se lleuassen sus huessos a Toledo, donde se muestra : podrá ser que sea otro : que por esso dize vn santo Doctor, que muchos cuerpos se veneran por santos en la tierra, cuyas animas se atormentan en el infierno. Tenganlo en Toledo, o este en Arlança, en esto no ay duda, que este santo Rey es hijo de san Benito, y no en Francia, Alemania, o Italia, sino de los Monasterios de Monges que vuo en Castilla.
Año de mil quinientos nouenta y seys, siendo General desta Congregacion fray Pedro Barba, persona muy graue, docto, noble, y mas religioso, hallandose en esta casa con el padre Maestro fray loan de Castañiza, cuyas letras y virtud, fueron muy conocidas en toda España; y el padre fray Pedro Monte, y otro Monge que le acompañaua, se abrio la sepultura, que siempre se ha dicho ser de este santo Rey, y hallaron en ella vnos huessos y cabeça, muy mas crecidos que los que agora se ven. tanto, que se admiraron de su grandeza : Boluiose a cerrar, quedando muy ciertos de que lo que siempre se ha dicho, es verdad, que aqui fue Monge el santo Rey Wamba, y murio aqui, y se sepulto aqui, y está aqui, y su alma en el cielo rogando por todos.
Lo que el priuilegio dize, que el Rey Wamba ennoblecio la ciudad de Toledo, dize la verdad: porque en ella celebró algunos Concilios, juntando los Obispos de España: hizo sumptuosos edificios, y otras cosas notables, como parece por vna historia escrita de mano en lengua Latina, que tiene la Iglesia de Osma, sin nombre de autor, y algunos piensan que es de Isidoro Pacense; dize esta historia, que en la Era 710. fue electo por Rey de los Godos, y que tuuo el Reyno ocho años, y que renouo la ciudad de Toledo, con elegante y marauillosa obra, y puso muchas labores de escultura en las puertas, y letras, o versos con letras abiertas con yerro, y en blancos marmoles: y pone este autor estos:
Erexit, factore Deo, rex inclytus urbem Vamba.
Sua celebrem protendens gentis honorem.Que es:
El inclyto Rey Wamba con el fauor que tuuo de Dios ennoblecio la ciudad estendiendo la celebre honra de su gente.Y también en memoria de los Martyres, en los edificios, y puertas de sus Iglesias puso otros titulos, y versos tales:
Vos Sancti Domini quorum hic presentia fulget,
Hanc urbem: et plebem, solito saluate fauore.Que es:
Vos santos del Senor, cuya presencia aqui resplandece, defended, y amparad esta ciudad con vuestro acostumbrado fauor.Fue muy celebre el Concilio que este santo Principe celebró con todos los Obispos de España, y de la Galia Narbonense, en la Iglesia de santa Maria, por hallarse en el S. Ildefonso, que llama este autor meliflueos aureum, meliflua boca de oro, en todo lo que escriuió, y que floreció como la palma en la defensa de la limpieça de la Virgen nuestra Señora, en cuyo fauor escriuio vn libro de hermoso, y polido lenguage, en estilo Synonimico, que fue en sus dias en la Iglesia vna firme ancora de la Fe Catholica, fortificando la Fede toda Espana, con sus obras, y enseñando y recreando con las dulces y claras aguas de su dotrina las almas de los Fieles, y fortificando los animos flacos. No se pueden dezir en nuesttra lengua con la dulçura que se escriuen en el Latin las grandezas deste bendito hijo de san Benito, luz y honra de España.
Historia de Cinco Obispos (1634), págs. 356-360
Algunas páginas después Prudencio nos describe dónde se encuentra la supuesta sepultura de Wamba en Arlanza:
En la pared de la naue yzquierda, que es la que corresponde al altar de los santos martyres, está vn Epitafio del tenor siguiente:
De la historia antigua de esta casa, y de la antigua tradición de los moradores de ella consta, estar aqui sepultado aquel famoso Rey de los Godos llamado Wamba: porque, aunque quando se determinó a renunciar el Reino temporal por alcançar el eterno de la gloria, tomó el habito, y professó la regla de nuestro glorioso padre san Benito en el Monasterio de san Vicente de Pampliega, que era sujeto a este, (a los nueue anos de su Reynado) pero uiendo que alli por las muchas visitas de los grandes de su Reyno, no gustaua de la quietud, que auia pretendido, retirose a este Monasterio tan solo, y acomodado para su intento; en el qual auiendo viuido santamente, murió a los siete anos de su profesion, en la Era DCC. y XXVI. Año del Nacimiento de Christo DCLXXXVIII.
Historia de Cinco Obispos (1634), págs. 365
- Serrano, Luciano: Cartulario de San Pedro de Arlanza, docs. CVII, CIX ↩︎
- Op. cit. doc. CXLII ↩︎
- Colección de documentos copiados en la mayor parte para uso del Rmo. P. Mro. Fr. Henrique Florez, Tomo I, (1798), Biblioteca Nacional (Madrid), ms. 1622, fol. 189rº. ↩︎