El libro narra cómo en plena expansión del reino visigodo en la Península Ibérica, la ciudad de Emérita vive un periodo de esplendor económico y cultural que rivaliza con el predominio político con Toletum, donde el rey ha establecido su corte.
La herejía arriana pugna por descabalgar el antiguo régimen para amalgamar una nueva realidad política en un nuevo orden construido sobre los despojos del imperio romano, y un amor imposible y la traición aderezan una historia que se propone desentrañar, muchos siglos después, una arqueóloga apasionada de su trabajo y fascinada por los descubrimientos del subsuelo emeritense.
De esta forma, la novela saca a la luz uno de los siglos menos conocidos de la historia de Hispania a través de personajes veraces en el contexto de una ciudad, la actual Mérida, que protagoniza un tiempo de cambios y transformaciones contribuyendo a hacer nacer un mundo nuevo.