Inglaterra, año 1016. Los ejércitos vikingos daneses asedian la gran ciudad de Lundenburh y asolan todo el país. El rey Ethelred yace moribundo y su amada Inglaterra muere con él. Los cimientos de los beligerantes reinos de Mercia, Wessex y Northymbria se tambalean ante los grandes cambios que se avecinan.
Godwin de Wessex, un aristócrata sajón, soporta el peso de haber sido testigo de tanto horror, y estará llamado a convertirse en uno de los más grandes guerreros de su país. Cuando el hijo de Ethelred, Edmund, sube al trono, decidido a acabar con los daneses, convierte a Godwin en su mano derecha y principal consejero. Godwin atravesará campos, bosques helados y brumosos pantanales, y levantará a monjes, campesinos y pastores contra el invasor vikingo.