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Se halla la muralla medieval del monasterio de San Pedro de Arlanza

por Javier Iglesia Aparicio
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Excavaciones en San Pedro de Arlanza 2023

La excavación, realizada por un equipo multidisciplinar, se enmarca en el proyecto arqueológico global que dirige el Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE) desde 2021. Además de la muralla, que solo se conocía por un manuscrito del siglo XVI, se ha documentado el acueducto con el que los monjes regaban su huerta.

Se han sacado a la luz los cimientos y restos de la muralla medieval que rodeaba al monasterio de San Pedro de Arlanza, en Hortigüela (Burgos). El hallazgo ha tenido lugar este verano durante la última campaña de excavaciones, que terminó a finales de agosto, y en la que ha trabajado un equipo multidisciplinar de arqueólogos, restauradores, topógrafos y técnicos de laboratorio.

El tramo de muralla ahora descubierto se encuentra en el sector noroeste. De gran potencia, con casi un metro de espesor, cuenta con un vano que daba acceso directo a la iglesia, probablemente abierto en el momento en que el templo adquirió funciones parroquiales.

El hallazgo refrenda el contenido de un manuscrito de 1563, hoy desaparecido, que daba fe de la existencia de una muralla medieval con cinco torres: la de fray Pelayo en la zona occidental, la de Doña Sancha en el extremo suroeste, la del Tesoro en el norte y las del Capítulo y del Conde en la fachada este. Las sucesivas reformas y el abandono del edificio borraron parcialmente su trazado.

Además, la excavación en el claustro mayor ha permitido identificar un viaje de agua que conectaba con el claustro menor y que abastecería a la fuente central del patio. También se han registrado canalizaciones de cerámica vidriada y tumbas individuales y colectivas. Igualmente, al sur del recinto se ha documentado un acueducto, labrado en piedra, que recogía caudal del río Arlanza para regar las huertas, gracias a una compleja red de captación y evacuación de aguas.

Tras la finalización del trabajo de campo, ahora comienza la fase de laboratorio para analizar los resultados preliminares y para estudiar en detalle los restos arqueológicos recuperados, como distintos materiales datados entre los siglos XIII y XVI que ayudarán a contextualizar las estructuras.