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En la vertiente burgalesa de la Sierra Salvada, en la Cueva del Puente, perteneciente a la Junta de Villalba de Losa (Burgos) se localizaron a fines del siglo XX unas singulares inscripciones de época romana que parecen ser fruto de militares aficionados a la espeleología.
La cavidad tiene alrededor de un kilómetro de longitud y es de recorrido cómodo. En 1987, el grupo Edelweiss de espeleología descubrió que numerosos tizonazos, es decir, restos de golpes en las paredes con antorchas, unas catas de arcilla y, el hecho más relevante, la existencia de cinco inscripciones en latín grabadas en sus paredes.
Las inscripciones
Las inscripciones fueron encontradas en las paredes de la cueva en tres sectores distintos. Las tres primeras están un poco antes de la primera zona de extracción de arcilla, a unos 350 metros de la entrada, en la pared izquierda.
Todas las transcripciones se han tomado del artículo más reciente de Mayer publicado en 2017, aunque se enlace también la existente en Hispania Epigraphica, publicada en el año 2000.
La primera dice:
PLACIDUS VENIT V
Placido vino cinco (veces)
Ver versión en Hispania Epigraphica, 16958
Abasolo supuso que la V era una abreviatura de VOTVM pues creíaque el carácter de la cueva era votivo. Según Mayer, simplemente significa que el tal Plácido entró cinco veces en la cueva.
La segunda, que está entre la primera y segunda palabras de la primera, dice:
QVI ANTEA HIC FUIT ET SVPRA / SCRIPSIT TIMVIT VLTRA IRE / DEX (vacat) TRUM PARIETEM LEGE HIC
El que estuvo antes aquí y más arriba escribió, temió ir más allá, en la pared derecha escribió esto.
Ver versión en Hispania Epigraphica, 16959
La tercera, debajo de las dos anteriores, para la que ni Abasolo ni Mayer propusieron una traducción así que he tratado de dar una, dice:
ET CVM AD EXTREMVM FVERIS LEGE SIC PARIETE DEXTRA / ET SCIES QVI ID PARIETIS SI QVUIS VESTRI FECERIT / ID QVE SAGACIVS
Y cuando llegues al final, lee así en la pared derecha y sabrás a quien se enfrentará, si alguno de los tuyos hizo eso y es más sagaz.
Ver versión en Hispania Epigraphica, 16960
Parece completamente un reto, indicando que si otro grupo que llegue posteriormente quiere repetir su hazaña se enfrentaran a los que se identifican justo enfrente. Efectivamente, en la pared derecha, al frente de estas tres inscripciones, tenemos una cuarta inscripción con el siguiente mensaje:
VLTRA ACCEDE MIL<L>E PASSVS / QVATTVOR QVAM FVERV(NT) / ET DIRADO HIC FVIT NICOLAVVS CVM HOMINIBVS N. X / SEVERO ET QVINTIANO COS. XI KAL. NOV.
Después de andar cuatro mil pasos, aquí estuvo y esgrafió Nicolavo con diez hombres, en las XI calendas de noviembre del año consular de Severo y Quintiano (21 octubre 235).
Ver versión en Hispania Epigraphica, 16961
La quinta y última inscripción se localiza al final de la galería, a unos 650 metros de la entrada, justo donde hay un pozo de catorce metros de profundidad que da acceso al nivel inferior.
HOC VIRI FORTES VENERVNT / DVCE NICOLAVO SEVERO / ET QVINTIANO COS. XI KAL. NOV. / HOMINES N. VIIII
Aquí llegaron los hombres más fuertes conducidos por Nicolavo, en las XI calendas de noviembre del año consular de Severo y Quintino (21 de octubre 235). Nueve hombres.
Ver versión en Hispania Epigraphica, 16692
Las dataciones son claras pues el consulado de Cn. Claudius Severus y L. Ti. Claudius Aurelius Quintianus fue el año 235
¿Cuál fue el motivo de la expedición?
No se puede explicar con seguridad la razón de esta expedición militar. Abasolo considera la posibilidad de que fuese un santuario hipogeo, quizá relacionado con ritos iniciáticos entroncados con fiestas célticas. Ortega Martínez considera que, dado que algunas inscripciones se localizan próximas a dos catas realizadas en el subsuelo de la cavidad, no se puede
descartar la posibilidad de que la expedición de la que dan testimonio, que vincula con miembros del ejército, estuviera relacionada con la actividad minera.
En mi opinión se trata de un ejercicio de entrenamiento, posiblemente militar, y de un reto que hizo este grupo a otros que pudieran entrar más tarde. llegaron once hombres, pero uno de ellos, Plácido se quedó en los 350 metros e hizo las cuatro primeras inscripciones identificando a Nicolavo y sus diez hombres que iban a continuar, escribiendo el reto para la posteridad. 650 metros después llegan a la sima que interrumpe la cueva y escriben la hazaña, aunque un hombre debió de quedarse en el camino o retrocedió.
Se supone que estos militares podrían estar en un asentamiento en el lugar de Frato (Aloria) en la depresión de Orduña, situado en línea recta a unos 6 o 7 kilómetros de la cueva. En él se han encontrado fragmentos de terra sigillata hispánica y otras cerámicas romanas.
Bibliografía
- ABÁSOLO, J. A. MAYER, M.: «Transcripción de las inscripciones romanas de la Cueva del Puente (Junta de Villalba de Losa, Burgos)», Kaite 7, 1999, 283.
- ORTEGA MARTÍNEZ, A. I.: «Arqueología y paleontología del karst de Monte Santiago, Sierra Salvada y Sierra de la Carbonilla», Kaite 7, 1999, pp. 243-281
- MAYER, M.:«¿Espeleología romana? Las inscripciones de la Cueva del Puente (Junta de Villalba de Losa, Burgos)» en A. Sartori, ed., L’iscrizione nascosta. Atti del Convegno Borghesi 2017, Faenza 2019 (Epigrafia e antichità, 42), pp. 153-167.