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Fenómenos celestes y astronómicos en las Historias de Gregorio de Tours

por Javier Iglesia Aparicio
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La Cruz de Constantino

San Gregorio de Tours (538 o 539 Arverni, actual Clermont-Ferrand – Tours, 17 de noviembre de 593 o 594), obispo de Tours conocido sobre todo por “Diez libros de historia” (Decem Libri Historiarum), también conocida como Historiae (“Historias”) o Historia Francorum (“Historia de los francos”). Se trata de una historia eclesiástica desde la creación hasta los reyes francos del siglo VI.

Entre la multitud de hechos que narra, Gregorio tuvo especial interés por anotar fenómenos celestes y astronómicos que o bien él mismo observó o de los cuales le llegaron noticias.

Eclipse del 29 de mayo 485

[…] También el sol apareció oscuro, de manera que apenas brilló de él una tercera parte; a mi entender, por tantos crímenes y el derramamiento de sangre inocente.

Libro II, 3

El hecho se enmarca bajo el reinado del rey vándalo Hunerico (477-484) y sus persecuciones contra los cristianos. Sin embargo el único eclipse total visible por esos años en Europa occidental ocurrió el 29 de mayo del año 485.

Eclipse 29 mayo 485 (NASA Solar Eclipse Search Engine)

Meteorito o bólido antes de la batalla de Vouvillé (507)

El rey [Clodoveo] llegó a Poitiers y, mientras se hallaba acampado lejos, le pareció ver un haz de fuego procedente de la basílica de san Hilario que llegaba, por así decir, sobre él para mostrarle que, ayudado por la luz del santo confesor Hilario, derrotaría a sus anchas las tropas heréticas con las que el mismo prelado había combatido a menudo en defensa de la fe.

Libro II, 37

Es previo al enfrentamiento contra los visigodos en la llanura de Vouvillé, en el 507. A mi entender puede referirse a algún meteorito o bólido.

Meteorito antes de la muerte del rey Teodebaldo I

También entonces se vio entrar una estrella que venía de frente en el círculo de la quinta luna. En mi opinión, estas señales anunciaban la muerte del mismo rey

Libro IV, 9

Se refiere a un hecho que ocurrió durante el reinado de Teodebaldo I de Reims (548-555), en la quinta noche a partir de la luna nueva (la quinta luna). Es posible que fuera un meteorito o un cometa.

Parhelio o Cruz de Constantino, Eclipse del 563 y Cometa del 566

[…] De la misma manera, antes de la plaga en Auvernia, grandes prodigios aterraron también aquella región. En efecto, muchas veces aparecieron junto al sol tres o cuatro grandes resplandores, que los ignorantes llamaban soles diciendo: “¡Mirad, tres o cuatro soles en el cielo!”. En cambio, hubo una ocasión, el uno de octubre, en que el sol apareció tan oscuro que en él no quedaba brillante ni una cuarta parte; antes bien, con su aspecto sombrío y descolorido parecía un saco. Apareció también sobre aquella región durante un año entero una estrella que algunos llaman cometa, con un rayo como una espada, y dio la impresión de que el cielo ardía.[…]

Libro IV, 31

En este párrafo, que se puede situar entre los años 563 y 571, se narran tres hechos distintos. En primer lugar tres o cuatro grandes resplandores junto al sol. Puede ser que se refiera al fenómeno del parhelio. El parhelio consiste en dos pequeños resplandores que se forman a ambos lados del Sol cuando hay un cierto tipo de nubes (como los cirros). Estas nubes contienen cristales de hielo que actúan como pequeños prismas que son, refractando los rayos del Sol, es decir, desviando parte de esos rayos a otro lugar y formando así los parhelios. Estos se ven entonces como si fuera un Sol tras las nubes, aunque menos brillante que el Sol real. En definitiva, puede parecer como que existen tres soles.

Parhelio
Parhelio

En determinadas ocasiones, sobre todo cuando el aire está más frío, es posible ver cuatro soles, un fenómeno que también se denomina la cruz de Constantino. La visión de una cruz de luz en torno al sol ocurre si tenemos, de forma simultánea, un pilar solar (línea vertical) y un círculo parhélico (línea horizontal).

Cruz de Constantino: Parhelio más Pilar solar
Cruz de Constantino: Parhelio más Pilar solar

El segundo fenómeno que describe Gregorio es un eclipse solar acaecido el 1 de octubre. Creo que se puede referir a un eclipse anular de sol que se pudo observar en Europa occidental el 3 de octubre del 563.

Eclipse anular del 3 de octubre del 563 (NASA Solar Eclipse Search Engine)
Eclipse anular del 3 de octubre del 563 (NASA Solar Eclipse Search Engine)

Por último, se menciona la aparición de un cometa que permaneció visible durante todo un año. Es posible que se refiera al mismo cometa que menciona Mario de Avenches en su Crónica indicando que brilló durante 70 días en el año 566: “Hoc anno signum apparuit in coelo per dies LXX”.

Meteorito o bólido en el 575

Aquel año se vio pasar por el cielo un resplandor, igual que vimos que ocurrió en el pasado antes de la muerte de Clotario

Libro IV, 51

Ese resplandor es posiblemente un meteorito o bólido que debió de pasar en el año 575 y que Gregorio parece asociar con la muerte en batalla de Teudeberto, hijo del rey Chilperico I, y refiere que se vio otro parecido en el año 561, a la muerte del rey Clotario I.

Aurora boreal en el 577

[…] Por lo demás, mientras permanecíamos en París, aparecieron señales en el cielo, esto es, veinte rayos por la zona del Norte que, saliendo por Oriente, se precipitaron hacia Occidente; uno de ellos, más largo y superior a los demás, se desvaneció tan pronto como se elevó a las alturas, y así desaparecieron los otros que siguieron. Creo que presagiaban la muerte de Meroveo. […]

Libro V, 18

Parece describir una aurora boreal. Para Gregorio presagia la muerte del príncipe Meroveo, hijo de Chilperico I, quien falleció en el 577 o en el 578.

Meteoritos, paraselene, eclipse lunar y parhelio en el 577

[Año 577] Tras esto, la noche del once de noviembre se nos apareció un gran prodigio mientras celebrábamos la vigilia de san Martín. En efecto, se vio brillar en medio de la luna una estrella resplandeciente, y por encima y por debajo de la luna aparecieron cercanas otras estrellas. Pero también apareció a su alrededor el cerco que a menudo indica lluvia. Ahora bien, ignoramos lo que significaba. Por lo demás, ese año vimos también a menudo la luna oscurecida, y antes de la Natividad del Señor hubo fuertes truenos. También aparecieron esos resplandores alrededor del sol que los ignorantes llaman soles, como ya hemos mencionado que hubo antes de la plaga de Arverno, y afirman que el mar creció por encima de lo normal. Y aparecieron otras muchas señales.

Libro V, 23

De nuevo Gregorio de Tours reúne en un único párrafo varios fenómenos, en esta ocasión situados en el año 577. En primer lugar nos dice que el 11 de noviembre vio estrellas brillando en torno y en el centro de la luna, cuando esta estaba en cuarto creciente. Puede que fueran meteoritos o algún bólido en desintegración.

A continuación nos describe un fenómeno bastante difícil de ver: un parhelio lunar o paraselene que ocurre, de forma similar al solar, cuando hay bajas temperaturas y cirros.

Paraselene en Alaska
Paraselene en Alaska (Sebastian Saarloos)

En tercer lugar parece hablar de un eclipse lunar parcial, posiblemente uno registrado el 11 de diciembre del 577; y, por último, un nuevo parhelio.

Eclipse lunar de sol del 11 de diciembre del 577 (https://eclipse.gsfc.nasa.gov/)
Eclipse lunar de sol del 11 de diciembre del 577 (https://eclipse.gsfc.nasa.gov/)

Meteorito en el año 578

[…] Por otra parte, en el territorio de Tours, una mañana de aquel año se vio antes de que clareara el día un resplandor que corrió por el cielo y cayó por la zona de Oriente. Pero también se oyó por toda aquella tierra un ruido como el de un árbol al desplomarse; y no se podía pensar que fuera de un árbol por la razón de que se oyó a cincuenta millas o más.[…]

Libro V, 33

Una buena descripción del ruido y el resplandor de un meteorito que el propio Gregorio debió de sentir y que cayó en las cercanías de Tours en el año 578.

Meteorito, eclipse lunar y cometa en el 581

[…] Por otra parte, algunos afirmaban haber visto arder el cielo. […] La luna quedó cubierta de tinieblas y apareció un cometa.

Libro V, 41

En esta lacónicas referencias, situadas en el año 581, parece que se habla primero de lluvias de estrellas o meteoritos, luego de un eclipse lunar, posiblemente uno parcial del 5 de abril; y por último de un nuevo cometa.

Eclipse lunar parcial del 5 de abril del 581
Eclipse lunar parcial del 5 de abril del 581

Cometa y meteoritos en el 582

El séptimo año del rey Childeberto, que era el vigésimo primero de Chilperico y Gontrán, en el mes de enero hubo lluvias, relámpagos y fuertes truenos; en los árboles aparecieron flores. Se mostró una estrella que más arriba hemos llamado cometa, de tal manera que a su alrededor había una gran oscuridad; y, como si se hallara sobre un agujero, brillaba entre las tinieblas centelleando y esparciendo su cabellera. Salía de ella un rayo de asombroso tamaño que se veía de lejos como el humo de un gran incendio. A primera hora de la noche se la divisaba de Occidente. Por otra parte, en la ciudad de Soissons el santo día de Pascua se vio arder el cielo, de manera que parecían dos fuegos, uno mayor y otro menor; al cabo de dos horas se unieron ambos y, tras formar un gran foco, se desvanecieron. […]

Libro VI, 14

Nos narra hechos del año 582. En concreto un cometa del que describe perfectamente su cola. Es difícil saber qué fenómeno es el que describe el día de pascua: ¿dos fragmentos de un gran meteorito que se chocaron?

Eclipse lunar del 18 de septiembre del 582 y bólido

Ese año se manifestaron de nuevo las siguientes señales: la luna sufrió un eclipse[…] unos lobos que entraron en las murallas de la ciudad de Burdeos devoraron perros sin miedo alguno a la gente; por el cielo se vio pasar un fuego.[…]

Libro VI, 21

Se refiere al eclipse lunar total del 18 de septiembre del 582 y posiblemente a una lluvia de estrellas posterior.

Eclipse lunar total del 18 de septiembre del 582
Eclipse lunar total del 18 de septiembre del 582

Bólido en el 582

[…] Por lo demás se custodiaba al prelado [el obispo Teodoro de Marsella] en una celda y no se le permitía acercarse a la iglesia. Mas una noche que oraba al Señor con gran celo, la celda brilló con tal resplandor, que el conde, que era su vigilante, fue presa de un enorme pavor; y sobre su cabeza se vio una bola de luz inmensa por espacio de dos horas.

Libro VI, 24

Puede describir a un gran bólido, quizás el mismo al que se refiere el párrafo anterior, también del mismo año.

Bólido, 31 enero 583

El año octavo del rey Childeberto, el día treinta y uno de enero, domingo, cuando en la ciudad de Tours se tocó la campana para maitines y el pueblo se levantó para acudir a la iglesia con un cielo nublado, cayó del cielo con la lluvia una gran bola de fuego, que corrió por el aire a lo largo de una gran espacio y produjo tanta luz, que se veía todo como si fuese mediodía. Tras entrar de nuevo en la nube se hizo la noche.[…]

Libro VI, 25

Descripción precisa de oro bólido que se vio en Tours el 31 de enero del año 583.

Aurora boreal en el año 584

Por estos días, por la zona del Norte aparecieron a media noche muchos rayos que brillaban con un enorme resplandor y que, cuando se acercaban unos a otros, se separaban de nuevo hasta desvanecerse. Pero también por dicha zona septentrional el cielo brilló de tal manera que se pensó que salía la aurora.

Libro VI, 33

De nuevo parece ser una aurora boreal que, excepcionalmente, se vio en latitudes más meridionales, como la descrita para el año 577.

Aurora boreal y bólido en diciembre del 584

Corría el mes de diciembre cuando tuvieron lugar estos hechos. Entonces aparecieron en las cepas de las viñas brotes nuevos con uvas deformes, y flores en los árboles; atravesó el cielo un gran haz de luz, que alumbró el mundo a todo lo ancho antes de que se hiciese la luz del día. Aparecieron también rayos en el cielo. En la parte del Norte se vio por espacio de dos horas, como si colgara del cielo, una columna de fuego que tenía encima una gran estrella. […]

Libro VII, 11

Es posible que se refiera a la misma aurora boreal que el párrafo anterior. Por otro lado, el otro fenómeno, algo más difícil de identificar, puede ser un bólido. Estas señales, según Gregorio, anunciaron la muerte de Gundovaldo, hijo ilegítimo de Clotario I.

Aurora boreal y bólido en julio del 585

Aparecieron entonces unas señales, esto es, unos rayos por la zona del Norte, como muy a menudo suelen aparecer. Se vio correr por el cielo un resplandor y se vieron flores en los árboles. Era el mes de julio.

Libro VIII, 8

De nuevo parece describir una aurora boreal. Y, más tarde, en el mes de julio, el paso de un bólido.

Aurora boreal en octubre del 585

Mientras permanecíamos en aquel lugar, vimos durante dos noches señales en el cielo, esto es, rayos por el Norte que brillaban tanto como no se había visto antes aparecer así; y por ambas partes, esto es, Levante y Poniente, hubo nubes de sangre. La tercera noche estos rayos aparecieron a eso de la hora segunda. Y he aquí que, mientras los contemplábamos asombrados, surgieron de las cuatro partes del mundo otros parecidos a éstos, y vimos todo el cielo cubierto por ellos. Y en medio del cielo había una nube resplandeciente en la que estos rayos se juntaban a la manera de un pabellón, que empieza por abajo con bandas muy anchas que, según suben, se van estrechando hasta unirse a menudo en el extremo de un capuchón. Y en medio de los rayos había también otras nubes que brillaban con fuerza, como un centelleo. Esta señal nos produjo gran temor, pues esperábamos que desde el cielo se enviase sobre nosotros alguna plaga.

Libro VIII, 17

[…] Muchos contaban también que las señales que hemos contado arriba que vimos en octubre, como si ardiera el cielo, procedían del resplandor de este incendio.

Libro VIII, 24

Parece describir con más profusión la aurora boreal que menciona en el capítulo 8 del mismo libro. Parece que fue visible durante tres noches. Las dos primeras más levemente; la tercera con más intensidad, a partir de la hora segunda, es decir, en torno las ocho de la tarde. Como se puede comprobar en el capítulo 24, esta observación fue en el mes de octubre.

Aurora boreal en el 587

[…] Aparecieron rayos por la zona del Norte […]

Libro IX, 5

Posiblemente otra mención a la observación de una aurora boreal.

Bólido, meteoritos y eclipse solar en el año 590

Este año la Tierra se vio bañada de noche por un resplandor tan grande. que se podría pensar que era mediodía; también se vio muy a menudo correr por el cielo durante la noche llamaradas de fuego que iluminaron el mundo. […] Se produjo un gran terremoto el día catorce de junio, miércoles, al amanecer, cuando la luz comenzaba a regresar. El sol sufrió un eclipse a mediados de octubre y su luz disminuyó de tal manera, que apenas tenía iluminado cuanto retienen los cuernos de la quinta luna. […]

Libro X, 23

En este párrafo hace referencia primero a un gran resplandor, posible efecto del paso de un bólido. Una serie de lluvias de estrellas o meteoritos. Y por último al eclipse solar anular del 4 de octubre del 590.

Eclipse anular de sol del 4 de octubre del 590
Eclipse anular de sol del 4 de octubre del 590

Meteoritos del 591

[…] En la ciudad de Limoges muchos se vieron consumidos por el fuego celestial por haber hecho ofensa al domingo, ya que habían realizado en él una obra pública. Y es que éste es un día santo, pues fue el primero en ver la creación de la luz en el Principio y brilló convertido en testigo de la resurrección del Señor; por ello los cristianos deben observarlo con toda fidelidad a fin de que no se lleve a cabo en él ninguna obra pública. A su vez en el territorio de Tours algunos se vieron quemados por este fuego, pero no en domingo.

Libro X, 30

Esta última referencia celestial o astronómica parece que está hablando de meteoritos que cayeron en las cercanías de Limoges y de Tours que provocaron incendios en la zona.

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