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Hoy en día no es posible contemplar en el arruinado monasterio de San Pedro de Arlanza uno de los ejemplos más bellos y emblemáticos de la pintura mural románica de todos los tiempos. A pesar de su historia y de su vinculación con el renombrado conde Fernán González, el abandono del monasterio unido a la desidia, el poco aprecio de las gentes de la época y la avaricia de la familia propietaria del edificio desde la desamortización de Mendizábal hicieron posible que las pinturas de la Torre del Tesoro fueran subastadas a partir de 1930 y acabaran en distintos rincones del mundo, entre ellos, en un galería de arte en Barcelona
Nos ocupamos en este artículo de los fragmentos de estas pinturas murales que actualmente se conservan en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) en Barcelona. En 1943 el museo adquirió las pinturas que quedaban. Posteriormente recibió donaciones de otros coleccionistas particulares que tenían en sus manos otros retazos de los murales arlantinos.
Aunque la mayor parte de la pintura mural románica que ha llegado a nuestros días es de temática religiosa, este no es el caso de la de San Pedro de Arlanza, que es de carácter profano.
Las pinturas de Arlanza decoraban la primera planta de la Torre del Tesoro, que se encontraba encima de la sala capitular del monasterio. En tres de sus muros (el cuarto, el occidental, fue renovado en época barroca y perdió sus frescos) había decoraciones de carácter zoomórfico inspiradas en los bestiarios de la época. Su estilo se relaciona con otras obras pictóricas de fines del siglo XII o comienzos del XIII, de época tardorrománica.
Hoy en día la contemplación de estos frescos son un atractivo más para el amante del arte en Barcelona. Estos son los fragmentos que se conservan en el MNAC.
Escudo de Castilla
Este escudo se encontraba a la izquierda del muro norte justo encima de una puerta. Representa las armas de Castilla, una torre almenada en oro sobre fondo de gules.
Sirenas-pájaro
Son sirenas pájaro, imágenes guardianas y protectoras que derivan de la Antigüedad clásica. A pesar de su aspecto afable, remiten a las tentaciones de los sentidos, al engaño y los peligros de los vicios y la falsedad. La vistosidad de su aspecto las hizo muy decorativas. Esta obra fue donada por Antonio Gallardo Ballart en 2015. Se encontraba en la parte inferior del muro que mediaba entre la puerta y una ventana.
Cenefa y animal fantástico
Siguiendo ese muro y sobre una ventana se encontraba esta cenefa con un animal fantástico no identificado. Esta obra no se encuentra en exposición actualmente.
Pardus y motivos arquitectónicos
Actualmente no expuesta. Fue donada en 1973 por Josep Gudiol. Este fragmento corresponde al muro este, a la izquierda de la puerta principal de acceso a la sala. Representa un leopardo (Felis pardus en latín) y una decoración arquitectónica de estilo románico.
Cenefa y ave
Justo encima de la puerta principal, en su parte derecha, se encontraba estaba cenefa y el ave aquí representados. Esta obra no está expuesta actualmente.
El Grifo
El muro sur estaba dividido por una ventana geminada. A la izquierda se encontraba este fabuloso grifo que parece a punto de emprender el vuelo
Los simios
Justo debajo del grifo, en la parte más izquierda del muro, se encontraba esta representación de lo que parecen simios jugando entre sí.