Parece que por fin la ex-colegiata de Santa María de Valpuesta, el lugar donde se escribieron los primeros balbuceos de la lengua castellana en el siglo IX, recibe la atención que se merece para mitigar su deterioro.
Las obras en el interior del templo han comenzado este mes de julio, con la instalación de los andamios y el traslado de material por parte de la empresa Aibur Restauraciones. Se trata de una intervención mínima de urgencia, sufragada por la Diputación de Burgos (80.000 euros) y el Arzobispado de Burgos en la zona de la sacristía, que ha sufrido una degradación importante en los últimos años. Está previsto restaurar el arco de entrada, la bóveda y las grietas, así como en el pavimento del templo y el pórtico de entrada. Mientras duren los trabajos, quedan suspendidas las visitas turísticas.
En paralelo, la Diputación de Burgos acaba de adjudicar la realización de las obras de urbanización del entorno por 237.650 euros a Construcciones Aplibur, que obtuvo la puntuación máxima en un concurso al que solo concurrió otra licitadora. El presupuesto base ascendía a 245.000 euros, aportados por la Junta de Castilla y León a través de una subvención.
Las obras, que tenían que haber estado concluidas esta primavera, según anunció el año pasado el vicepresidente provincial, Lorenzo Rodríguez, cuentan con 6 meses de plazo por lo que si el invierno es benigno, podrían estar finalizadas a primeros de 2021. Con ellas se mejorará el acceso a la localidad a través de la carretera y se pavimentará el entorno de la colegiata, que ahora es de tierra. También está contemplado el soterramiento de la instalación de electricidad y la iluminación del espacio, para distinguir el monasterio de las edificaciones residenciales, la reorganización de la red de abastecimiento de agua y de incendios, y otras actuaciones para canalizar el agua de lluvia y el saneamiento de la localidad.
La tercera pata de la intervención la impulsa la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, con la elección de Qark Arqueología para realizar unos sondeos durante 3 meses por 16.418,39 euros, pagados con fondos FEDER de la Unión Europea. Según detalla la administración regional, el objetivo para por la caracterización del patrimonio arqueológico del entorno de la Colegiata y de la capilla norte, que permita determinar la estratigrafía de estas zonas, para valorar la incidencia y establecer medidas correctoras en futuros proyectos de restauración y urbanización.