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Sa’dun ben Fatḥ al-Surunbaqi, rebelde muladí

por Javier Iglesia Aparicio
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Murallas de Oporto

[¿? – f. s. X] En árabe سعدون بن فتح السرنباقي. Señor de Oporto y rebelde al emirato (c. 868 – c. 881)

Sa’dun pertenecía a una familia muladí (cristiano converso al Islam). Se dice que el nombre deriva del árabe السرور الباقى ( as-surūr al-bāqī ), que significa “alegría duradera (eterna)”. Otras interpretaciones ven a Surunbaqi como una derivación del nombre de su supuesto lugar de origen Cirembaga (cerca de Alvorge , sur de Coimbra ) o Serombeque (en la región de Beja).

Es posible que ejerciera algún cargo administrativo de importancia bajo el gobierno del emir Muḥammad I en la zona occidental de al-Ándalus, más concretamente en lo que hoy sería la mitad norte de Portugal.

En el año 245H (8 abril 859 – 27 marzo 860), en el transcurso de una incursión vikinga, las crónicas musulmanas mencionan que Sa’dun fue capturado por éstos en la costa atlántica del actual Portugal. Según Ibn Ḥayyān, Surunbaqi le devolvió el dinero a un mediador judío, que suponemos que sería quien le prestó el dinero para pagar su rescate.

al-Surunbaqi, señor de Burtuqal (Oporto)

En algún momento indeterminado entre esa fecha y el 868 Surunbaqi debió de protagonizar alguna revuelta contra el emir. El muladí acabó pidiendo la protección del rey Alfonso III de Asturias. Pero no se estableció en el reino de Asturias, sino en la franja intermedia que había entre los dominios del emirato cordobés y el reino asturiano, concretamente en la ciudad de Oporto (Burtuqal en árabe), la cual no sería tomada por Alfonso III hasta el 868, bajo la dirección de Vimara Pérez.

Según el Muqtabis II, Sa’dun:

[…] el terco huido de la Comunidad, que entonces estaba bajo la protección del enemigo infiel y vivía con sus hombres en la ciudad de Burtuqal, al final del río Duero, entre el país del islam y el del enemigo, a ochenta millas de la ciudad de Coimbra, bajo la protección del rey Alfonso ben Ramiro; había buscado refugio a su sombra y desconfiaba de la gente de su religión. Sa’dun se rebeló contra el emir Muḥammad I de Córdoba.

Es posible que fuera el propio Sa’dun quien abriera las puertas a Alfonso III y le facilitara la toma de dicha ciudad.

Colaboración con el rebelde Ibn Marwān (875-880)

En el 875 recibió la petición de ayuda del rebelde Ibn Marwān, quien se había sublevado en Mérida, y esperaba un ataque del emir Muḥammad I.

Las crónicas musulmanas se refieren a él, en numerosas ocasiones, como el amigo de Ibn Marwān, indicando que la alianza era estrecha. Sa’dun pidió permiso al rey Alfonso III, quien se lo concedió, y partió con sus hombres en ayuda de los rebeldes emeritenses.

La semblanza que hacen las crónicas musulmanas resaltan su letalidad y su habilidad para la guerra. El Iftitah señala que los renegados adoraban y decían de él que era su único consuelo.

Junto con Ibn Marwān, as-Surunbaqi dominó no solo la zona intermedia despoblada y devastada en el área fronteriza entre el reino de Asturias y el área musulmana, sino toda la región entre el Duero y Badajoz, es decir el actual Portugal central y el norte de Alemtejo.

En el 875 Sa’dun al-Surunbaqi entró en Yalmaniyya (Juromenha), donde se encontraba Makhul, un lugarteniente de Ibn Marwān. Mientras tanto, ʿAbd Allāh, hijo del emir Muḥammad, atacaba el castillo de Alanje, donde estaba Ibn Marwān. Ante el asedio, Ibn Marwān pidió el perdón del emir, que le fue concedido, y se retiró a Badajoz.

Pero al año siguiente, Ibn Marwān volvió a rebelarse. Muḥammad I envió a su hijo al-Munḏir y su visir Hāšim b. ʿAbd al-ʿAzīz, el caíd del ejército. Ibn Marwān es vencido y se retira a Karkar (¿Alburquerque?).

Estando sitiado, Surunbaqi realizó un ataque contra las tropas omeyas. Primero pasó por Coimbra, en manos de los Banu Adānis, leales al emirato, a quienes derrotó. Los Banu Adānis, encabezados por Adānis b. Awsaya, pidieron entonces el apoyo de Hasim.

En el enfrentamiento entre Hāšim b. ʿAbd al-ʿAzīz y Sa’dun se produjo en las cercanías de la fortaleza de Mont Salut. Sa’dun logró vencer al ejército omeya e hizo prisionero a Hāšim b. ʿAbd al-ʿAzīz. Esto ocurrió el 12 de sawwal del 262H (13 julio 876).

Las fuerzas rebeldes de Ibn Marwān y Sa’dun se reunieron y se dirigieron a Lisboa llevando a Hasim con ellos. Atacaron la ciudad, la saquearon y permanecieron en ella el resto de año 876.

En este punto surge la disensión entre los aliados. Ibn Marwān tomó de Sa’dun a Hāšim b. ʿAbd al-ʿAzīz con el objetivo de reconciliarse con Muḥammad I. Pero Sa’dun acabó arrepintiéndose pensando en que se lo reprocharía su aliado Alfonso III. Finalmente acordaron que entregarían al visir al rey asturiano.

Así lo cuenta el al-Muqtabis II:

Lo entregó Ibn Marwān a su emir Sa’dun, que se dirigió con él a su país, envió por delante un escrito al tirano Alfonso comunicándole la victoria que Dios le había concedido sobre Hasim, que él era el su prisionero, y que llegaría con él próximamente.

Se alegró mucho Alfonso con ello, y envió a recibir a Sa’dun y sus hombres por este mérito en el camino de Yilliqiya. Apenas se habían instalado cuando les llegó un enviado del rey que trasladó la orden de Alfonso a Sa’dun de que fuese urgentemente con Hasim a su encuentro.
Se dirigió a verle Sa’dun llevando a Hasim con él.

Cuando entró con él ante el rey, estaba jubiloso de contento, volando de alegría, por tener prisionero a Hasim; y se pavoneó y agrandó ante los cristianos.

Cuando se ocupó (el rey) de Hasim y se dio cuenta de su distinción y la simpatía de su carácter, lo encontró muy agradable y le resultó ameno; prestaba atención a su conversación y le distraía en su soledad.

Hāšim b. ʿAbd al-ʿAzīz recuperó la libertad al cabo de dos años y medio aproximadamente a cambio de un elevado rescate que fue pagado por Muḥammad I.

Las incursiones en la zona de Lisboa de Ibn Marwān y Sa’dun se sucedieron durante el año 263H (25 septiembre 876 – 12 septiembre 877). Luego se instalaron en la fortaleza de Amaya (probablemente Marvao), sobre el río Sabir (río Sever), pactando con los bereberes Batara y Baranis, residentes en la zona. Desde allí hicieron incursiones en la zona de Beja. Pero en su ausencia los bereberes Baranis traicionaron a los rebeldes, pero fueron derrotados y sus bienes saqueados.

Sin embargo, el cansancio entre las filas rebeldes hizo mella y parte de ellos abandonaron la causa y pidieron el perdón del emir cordobés. Ante una nueva acometida omeya, Sa’dun se retiró a sus dominios en la zona de Oporto e Ibn Marwān encontró acogida en la propia corte de Alfonso III, quien le estableció en Bitra Lasa, a orillas del río Duero, y muy alejada de León.

En el año 266H (23 agosto 879 – 11 agosto 880) hay noticias de que Ibn Marwān participó, junto a las tropas de Alfonso III, en una incursión contra Mérida y Badajoz. Las crónicas no mencionan a a Sa’dun, pero no es descartable que también participara en la correría. El ataque también afectó a las coras de Sevilla, Niebla, Baya y Huelva. Pero, surgió la desconfianza entre Ibn Marwān y el rey asturiano. Entonces, Ibn Marwān solicitó el perdón de Muḥammad, quien se lo concedió, permitiéndole alojarse en Badajoz.

Nada más se sabe de Sa’dun b. Fatḥ al-Surunbaqi. Es posible que acabara sus días en esa zona tapón existente entre Oporto y Coimbra, ciudad que había sido incorporada al reino de Asturias en el 878 por el conde Hermenegildo Gutiérrez, aunque por pocos años.

Descendencia

Se conoce al menos un hijo de Sa’dun ben Fatḥ al-Surunbaqi: Masud ben Sa’dun al-Surunbaqi, quien siguió siendo aliado de los descendientes de Ibn Marwān y es citado en Évora en el año 302H (27 julio 914 – 16 julio 915).


Bibliografía

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