[? – 866/867] Conde de Galicia (a. 861 – 866) y rey de Asturias (866)
Fruela fue nombrado conde de Galicia, probablemente con residencia en Lugo, por el rey Ordoño I. Sampiro, en su crónica escrita en el siglo X, es el único que nos proporciona su apellido: Lemundi. Para algunos este patronímico significaría que es hijo de Olemundo1, aunque para otros sería hijo de Bermudo o Bermúdez. En este sentido Salazar y Acha propone una genealogía según la cual Fruela sería hijo de un supuesto Bermudo Ramírez, del cual no habría constancia documental, pero que sería el primogénito del rey Ramiro I2.
Es posible que sea el «domini Froilane comitis», que aparece en una escritura de Lugo el 5 de junio de 861 conocida como la manifestación de Toresario, y que es uno de los integrantes del tribunal que atiende la querella del obispo Gladilano de Braga contra el presbítero Toresiano que pretende sustraerse al dominio de la iglesia bracarense.3
Fruela Lemundi rey en Oviedo (866) contra Alfonso III
Este conde gallego fue protagonista de una rebelión en los mismos inicios del reinado de Alfonso III, aprovechando su corta edad, dieciocho años según la Albeldense, catorce según Sampiro.
Es la Crónica Albeldense la primera que nos informa de este hecho que sucedió tras la muerte de Ordoño I:
Adefonsus filius eius octabo decimum regni deducit annum. Istum in primo flore adulescentie primoque regni anno et sue natiuitatis XVIII° ab apostata Froilane Gallicie comite per tirannidem regno pribatur, ipseque rex Castellam se contulit. Et non post multo tempore ipso Froilane tiranno et infausto rege a fidelibus nostri principis Ouetao interfecto, idem gloriosus puer ex Castella reuertitur et in patris solio regnans feliciter conletatur, qui hab initio regni super inimicos faborem uictoriarum habet semper […]
Alfonso, su hijo, se halla en el año décimo octavo de su reinado. Este, en la primera flor de su adolescencia, en su primer año y a los dieciocho de su nacimiento, se ve privado de su reino por el apóstata Fruela, conde de Galicia, por medios ilegítimos, y el rey se refugió en Castilla. Y no mucho tiempo después, muerto Fruela, tirano e infausto rey, por los leales de nuestro príncipe en Oviedo, el glorioso muchacho vuelve de Castilla y es dichoso reinando felizmente en el trono paterno; él tiene siempre, desde el inicio de su reinado, el favor de la victoria sobre sus enemigos. […]
Y en el mismo sentido lo hace la crónica de Sampiro:
Adefonsus filius Ordonii successit in regnum. Hic fuit bellicosus, vndique partibus satis exercitatus. In ingressione regni annos gerens etatis XIIII, filius quidem perdicionis Froyla Lemundi ex partibus Gallecie venit, ad inquirendum regnum sibi non debitum. Rex uero Adefonsus hoc audiens, seccessit in partibus Alauensium. Ipse uero nefandus Froyla a senatu Ouetensi interfectus est. Hec audiens rex ad propria remeauit, et gratifice susceptus est.
Alfonso, hijo de Ordoño, le sucedió en el reino. Fue un rey guerrero y bien preparado para los oficios de reinar. Cuando subió al trono contaba catorce años de edad. Entonces, un tal Fruela Lemundi, hijo de perdición, vino de Galicia para usurpar el reino. Pero Alfonso, alertado sobre esto, pudo refugiarse en las tierras de Álava. Fruela, a quien ni se debe de nombrar, fue muerto por los que formaban el consejo palatino de Oviedo. En cuanto el rey supo esto regresó satisfecho con los suyos, que le recibieron con mucho contento.
Tras la muerte del rey Ordoño I, a pesar de que los altos dignatarios del reino de Asturias habían elegido como sucesor a su hijo Alfonso, Fruela avanzó con un ejército hasta Oviedo y se hizo proclamar rey de Asturias. El legítimo heredero, Alfonso III, se refugió en la frontera oriental del reino: Castilla según la Crónica Albeldense, Álava si seguimos a Sampiro..
El gobierno de Fruela en Oviedo debió ser muy corto. El conde Rodrigo de Castilla y otros nobles reunieron un ejército que apoyaba a Alfonso III y, ese mismo año, se internaron en Asturias. Posiblemente este es el hecho que, de modo lacónico, narran los Anales Castellanos Primeros: “In era DCCCCIIII fregit Rudericus commes Asturias”, es decir, “En la era 904 (año 866) el conde Rodrigo sometió Asturias”.
Fruela fue derrotado y ajusticiado, al decir de Sampiro por el propio consejo palatino ovetense. Alfonso III fue coronado el 25 de diciembre del 866.
Salazar y Acha propone la siguiente explicación sobre esta rebelión:
El nombre y patronímico de este rey intruso, puramente dinástico, y la importancia de su poder, que evidencia su triunfo momentáneo de 866, nos ponen de manifiesto que este personaje no podía ser ajeno a la dinastía. Todo ello tendría una explicación si le suponemos hijo de un hipotético hermano mayor de Ordoño I, a quien se habría postergado de la sucesión a la muerte de Ramiro I y que, ansioso de recuperar el trono, habría aprovechado la muerte de su tío Ordoño para hacer valer sus derechos4.
El 20 de enero del 867 Alfonso III otorgaba un documento a favor del obispo Ataulfo de Iria Flavia restituyéndole la villa de Carcacía que le había sido arrebatada por el rebelde Fruela (ille infelix Froila). Uno de los firmantes del documento es precisamente el comes Rudericus5.
Como podemos ver, el perfil que las crónicas medievales nos dan de este rey es manifiestamente negativo: apóstata, hijo de la perdición, tirano, infausto rey… incluso Sampiro asevera que no se le puede ni nombrar.
- Pérez de Urbel, J: El condado de Castilla, vol. I, Ed. Siglo Ilustrado, 1969, pág. 178 y ↩︎
- Salazar y Acha, Jaime: Las dinastías reales de España en la Edad Media. Madrid. Real Academia de la Historia. 2021, pp. 51-52 ↩︎
- Cotarelo y Valledor, Armando: Historia crítica y documentada de la vida y acciones de Alfonso III el Magno, ultimo rey de Asturias, Madrid, Ed. V. Suárez, 1933, 4, pág. 640. Y Floriano Cumbreño, A.: Diplomática española del período astur, vol. I, Oviedo, 1949, figura VIII, post p. 307 y cit., I, doc. 74. ↩︎
- Cotarelo: Op. cit. pág. 52 ↩︎
- Lucas Álvarez, Manuel: La documentación del Tumbo de la catedral de Santiago y Compostela. Estudio y edición, León, 1997, doc. 5 ↩︎