La Ermita de Nuestra Señora de la Rebolleda fue una ermita de la ciudad de Burgos. Actualmente es propiedad del Ayuntamiento de Burgos y está demolida. Solo se conservan las piedras de la fachada oeste, que pueden tener un origen prerrománico. Existe un proyecto municipal para construir en su lugar un centro de día para mayores, conservando la fachada original, pero se encuentra paralizado desde 2006.
Todos los autores de siglos anteriores coinciden en que fue uno de los lugares de culto más antiguos de la ciudad de Burgos. Sería la iglesia de uno de los pequeños núcleos de población originales que luego se unieron en la fundación de Burgos en el s. IX. Enrique Flórez así nos lo transmite en dos ocasiones y citando también a otros autores previos. En en el volumen I de su España Sagrada:
El padre fray Melchor Prieto asegura que la Ermita de Nuestra Señora de Rebolleda, la de San Saturnino (ahora le dicen Zadornil) y la de la Magdalena, fueron Iglesias muy antiguas. De donde se puede conjeturar que en el sitio donde están estas Ermitas, tenían su asiento los seis lugares pequeños, de que se comenzó a poblar la Ciudad de Burgos.
Y vuelve a afirmarlo en el volumen XXVII de España Sagrada:
Convienen los autores en que esta fue una de las Iglesias más antiguas de Burgos, y la favorece el sitio, que es más abajo de la Parroquia de la Blanca al Poniente, donde Venero pone la primitiva población, y Canton señala la antigua Fortaleza a lo último de una cuesta que mira hacia la Ciudad, donde llaman el Castillejo, cerca (dice) de la Ermita de Rebolleda. Desde allí parece que el Conde poblador trasladó el vecindario a lo alto de la montaña, donde estableció la Ciudad, para que estuviesen más seguros, y para proteger con esta nueva fuerza de la Ciudad en alto, a todos los barrios o lugares pequeños del contorno.
Por lo tanto, se considera probable su construcción entre los siglos IX y X y el núcleo de población alrededor de la ermita fue uno de los que utilizó el conde Diego Porcelos para fundar la ciudad de Burgos en el 884.
Breve historia de la ermita de Santa María de la Rebolleda
Enrique Flórez la identifica con la iglesia de S. Mariae de Roccaboia que aparece en una relación de las once iglesias de Burgos según el papa Alejandro III en una bula del 1163.
Parece que allí se constituyó un humilde convento en fecha indeterminada. Existía ya cuando de 1420 a 1428 acogieron a las primeras monjas doroteas, fundadas por Dorotea Rodríguez de Valderrama en 1387, hasta que se trasladaron a la iglesia de Santa María la Blanca, antes de asentarse al sur del río Arlanzón. Dos disposiciones testamentales citan la ermita en este siglo XV. La primera la realizó Juan González en 1434 y en ella podía leerse: “que echen a las lámparas de la ermita de Santa María la Rebolleda”. La segunda, de Dorotea Rodríguez (antes citada), se rubricó el 12 de agosto de 1436 y en ella pedía que: “la honren en su entierro y llamen a las dueñas de la Rebolleda” (Castillo Pesquera, A. Breve compendio de la historia eclesiástica de la ciudad de Burgos, de la Iglesia mayor, parroquias y conventos, hasta el año 1697).
El 27 de mayo de 1485 se conoce un requerimiento para que María de Torrises, administradora de la Casa de Santa María de Rebolleda, recibiera parte de una herencia que le debían unos habitantes de Liébana (Archivo General de Simancas, RGS,LEG,148905,151). De la segunda mitad del siglo XVI se conserva un juro en favor del monasterio de Santa María de Rebolleda de 1.400 maravedíes (Archivo General de Simancas, CME,431,11).
Según el regidor Andrés de Cañas, en su descripción de la epidemia de peste que asoló Burgos desde principios de enero de 1599 (se había iniciado en Flandes en 1597), se instaló un hospital en las inmediaciones de la ermita que pronto se saturó, llegando a albergar a más de 40 enfermos. En sus alrededores se enterraron más de 30 personas en ese momento.
Ya en el siglo XVIII, la ermita estaba asociada a la parroquia de San Martín y había sido recientemente reedificada con las donaciones de los fieles. Durante la Guerra de la Independencia (1808-1812), la ermita sufrió graves daños.
Avanzado el siglo XIX, se utilizó como polvorín documentándose ya desde 1841 traslados de pólvora desde el Colegio de San Nicolás a dicho lugar. Su culto cesó definitivamente en 1843.
En el Archivo de Burgos se pueden encontrar numerosas noticias sobre dicho sitio relativas al arreglo del camino (1883, 1916, 1936) o sobre su aprovisionamiento de agua potable en 1928. El polvorín de La Rebolleda se mantuvo en uso aunque hubo ruegos por parte de los vecinos de Burgos en 1933 y 1935 para pedir que fuera trasladado, alegando su peligrosidad por estar cerca de las vías del tren a Santander.
El 16 de noviembre de 1964 el Gobierno Militar de Burgos convocó una subasta pública del polvorín al no considerarlo ya de utilidad. En los años 80 del siglo XX era un cementerio de coches y chatarrería.
Los restos de la ermita fueron desmontados en 2006 cuando se estaba desarrollando el urbanismo en el barrio de las Fuentecillas. Se solicitó entonces una licencia para construir un Centro de Día para Mayores que aún no ha sido construido. La fachada se desmontó y está hoy, por desgracia a la intemperie y tan solo protegida por una valla metálica. Los restos de esa pequeña iglesia descansan en forma de sillares en la plaza Jesús María Jabato. Los números y letras pintados en amarillo para rearmarla, apenas se distinguen si no se han borrado del todo.
La imagen de la Virgen de la Rebolleda
La imagen de la Virgen de la Rebolleda es una talla en madera policromada del s. XIII (transición del románico al gótico). Se trata de una Virgen sedente que lleva en la mano derecha una manzana mientras que sostiene sobre su regazo al Niño Jesús, quien a su vez se muestra bendiciendo con la mano derecha y agarrando la bola del mundo con la izquierda.
Según la tradición, la Virgen se apareció sobre un rebollo (de ahí procedería el nombre) a un pastorcillo que, en época visigoda, apacentaba sus rebaño. Fue una de las advocaciones más antiguas de la ciudad de Burgos y de las más frecuentadas por los burgaleses en la Edad Media.
Se realizaron diversas rogativas procesionando la imagen ante la escasez de lluvia. Cuando se suprimió la ermita de la Rebolleda (1843), se depositó la imagen en la parroquia de Santa Águeda donde siguió siendo objeto de veneración por parte de los campesinos que rogaban por el fin de las tormentas y las tempestades.
Actualmente, y desde 2006, se encuentra en la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, una iglesia de nueva construcción en el barrio de Fuentecillas de Burgos.