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Burgos en la Alta Edad Media: fundación y capital del condado de Castilla

por Javier Iglesia Aparicio
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Castillo de Burgos de origen altomedieval

La ciudad de Burgos atesora un rico patrimonio histórico y cultural. Burgos, desde sus orígenes, ha sido el núcleo organizativo del condado de Castilla y posteriormente del reino castellano, de ahí su apelativo caput Castellae, cabeza de Castilla. En este artículo sólo nos referimos a los orígenes y la historia de la ciudad de Burgos durante los siglos IX y X, al período altomedieval.

¿Existió Burgos antes del siglo IX?

El lugar donde hoy en día se ubica la ciudad de Burgos ya estuvo habitado al menos desde época Neolítica. Se han hallado restos arqueológicos en los cerros de El Castillo y San Miguel datados en el Neolítico, Calcolítico, Edad del Bronce y Primera Edad del Hierro.

De época romana se han hallado también testimonios en las pedanías de Cortes, Cótar y Villimar y dentro de la propia ciudad en El Castillo y en Nogaleja, entros otros hallazgos.

Es factible por lo tanto que existiera un pequeño núcleo de habitación que en época romana sería, como mucho, un mansio, es decir, un lugar de descanso en las vías romanas. Burgos se encontraba justo en el camino de la Vía Aquitana y al menos otras dos calzadas secundarias se unían a la principal en su ubicación.

La fundación de Burgos

Aunque existe la mención en las crónicas árabes a una localidad llamada Burchia o Burdja, gobernada por un tal Gundisalvo, durante una campaña cordobesa del emir al-Munḏir contra Castilla en el 865, la identificación con la actual ciudad de Burgos no puede ser asegurada.

La primera certeza histórica es que el segundo conde castellano, Diego Rodríguez, llamado también Diego Porcelos, fundó Burgos probablemente en el año 884. Esta noticia es recogida por varias fuentes históricas:

  • Anales Compostelanos: «Era DCCCCXXII (año 884). Populavit Didacus comes Burgos mandato Adephonsis regis»
  • Anales Castellanos Primeros: «In era DCCCCXX (año 882) populavit Didacus commes Burgos ey Auvirna pro iussionem domno Adefonso»
  • Anales Castellanos Segundos: «Sub era DCCCCXX (año 882) populavit Didacus comes Burgus et Ouirna»
  • Anales Toledanos: «Pobló el conde don Diago a Burgos e Ovierna, era DCCCC (año 862)»
  • Chronicon Burgensis: «Era DCCCCXXII (año 884). Populavit Burgos Didacus comes per mandatum regis Alfonsi»
  • Crónica Najerense: «Era DCCCCXXII (año 884) populauit Burgis Didacus comes mandato Aldefonsi regis»
  • Cronicón de Cardeña I: «Era DCCCCXX (año 882)»

En el 882 se repuebla también la fortaleza Castrojeriz, a unos 40 km de distancia en línea recta al oeste de Burgos, luego podemos pensar en un mandato regio a sus condes castellanos para avanzar en la línea defensiva. Sin embargo, sabemos que, justo ese año, los cordobeses luchan en Cellórigo, Pancorbo y llegan a Castrojeriz. Lo mismo ocurre en el 883. No será hasta el 884 cuando se firme una tregua con Córdoba. Luego es factible que la repoblación se haga aprovechando la firma de la paz.

Salvo el caso de los Anales Toledanos, que parece erróneo, las fuentes indican el año 882 o el 884 como el momento de la fundación de la ciudad por mandato del rey Alfonso III. Es difícil saber con exactitud cual de esos años fue el correcto.

Como tercera hipótesis, puede haber ocurrido que hubiera un primer intento en el 882, a la vez que Castrojeriz, que fuera abortado por el paso del ejército emiral y no se volviera a intentarlo hasta el 884. Este último año es el que tradicionalmente se ha venido mencionando como fecha de fundación de Burgos.

El condado de Burgos (c. 899 – 931)

El conde Diego Rodríguez murió en el 885. La siguiente mención a la localidad es del año 899. El diploma más antiguo de San Pedro de Cardeña, fechado el 1 de marzo del 899, es firmado por el conde Gonzalo Fernández en Burgos: «et comite Gundissalbo Fernándiz in Vurgos». En ese mismo documento se nombra al conde Munio Munniz como conde de Castilla. Parece entonces que la organización del territorio castellano ha cambiado pues se diferencian dos entidades administrativas: los condados de Castilla y de Burgos.

La siguiente mención documental no acontece hasta el 912. En el cartulario de San Pedro de Cardeña, Gonzalo Fernández aparece como conde en Castilla. En el 914 como conde en Burgos y en el 915 conde en Castilla. Con estos datos estoy de acuerdo con la hipótesis del historiador Gonzalo Martínez Díez que propone que Gonzalo Fernández fue conde de Burgos quizás desde el 899 hasta el 912 y que reuniera entre el 912 y el 915 el gobierno de los condados de Burgos y de Castilla. Es posible que le sucediera Fernando Ansúrez como conde en Castilla y en Burgos, mencionado en los años 916 y 917.

La siguiente mención del condado de Burgos es del año 922 con Nuño Fernández como conde en Burgos y en Castilla hasta en torno el 926. Su sucesor sería el conde Gutier Núñez, posiblemente su hijo, citado en el 931. Después ya solo habrá un conde en todos los territorios castellanos: Fernán González, hijo del primer conde de Burgos.

Resumiendo, está sería una probable relación cronológica de los condes de Burgos:

Burgos: la capital del condado de Castilla

En el 934 Burgos fue asaltada en una campaña de ʿAbd al-Raḥmān III que, partiendo de La Rioja, pasó por Oña, San Pedro de Cardeña, Palenzuela, San Esteban de Gormaz y Osma. A pesar de este contratiempo, parece que Burgos se va configurando como el núcleo urbano más importante del condado de Castilla, donde tienen su residencia el conde de Castilla.

Quizás el hecho más fehaciente de esta situación sea, paradójicamente, la destitución del conde Fernán González en el año 944 tras su rebeldía contra Ramiro II. El rey envía a Burgos al infante don Sancho bajo la tutela del nuevo conde de Castilla, Ansur Fernández. Incluso existe un documento otorgado en Burgos por el propio rey Ramiro II el 23 de agosto del 944.

Tras la reposición de Fernán González en el 945, parece que el infante residió en Burgos al menos en dos ocasiones: una hasta el 947 y otra entre los años 949 y 950. La gran mayoría de los diplomas de los condes castellanos a partir de entonces están otorgados en Burgos.

Burgos será por tanto la ciudad más importante del condado de Castilla, cabeza de un alfoz, y su núcleo administrativo, donde residen los condes, los burócratas y donde acuden los magnates de otros reinos. Incluso los obispos con sede en Muñó o en Oca tendrán su residencia en la ciudad de Burgos, aunque no será hasta el siglo XI cuando se cree realmente la sede episcopal de Burgos.

Los documentos del siglo X atestiguan la existencia de un concejo al menos desde el año 941 así como otros hechos como la existencia de pleitos por el agua contra el poderoso monasterio de San Pedro de Cardeña o la existencia de tiendas y mercados. Por ejemplo, el conde García Fernández dona en el 982 dos tiendas de Burgos a Cardeña.

De todas formas el núcleo de población debió de ser modesto. La única construcción que con toda seguridad existía era la fortaleza en el actual cerro de San Miguel y otra en el cerro del Castillo. En sus faldas se agruparían pequeños asentamientos dispersos, seguramente en torno a ermitas o iglesias. En los siglos X y XI se citan al menos los siguientes asentamientos: Santa Cruz y San Julián en la ribera izquierda del río Arlanzón (914); San Torcuato (941); Barrio de Las Eras (950); iglesias de San Saturnino y San Llorente o San Lorenzo el Viejo (1039) e iglesia de San Esteban (1073). La ermita de La Rebolleda, hoy desmantelada y abandonada, también sería uno de los primeros lugares en poblarse en la ciudad de Burgos.

Desde mediados del siglo X existen testimonios de que peregrinos del Camino de Santiago ya cruzaban la ciudad. Es el caso de Godescalco, obispo de Le Puy, en el año 950.

Restos arqueológicos y tradiciones

Burgos no conserva actualmente ningún edificio o resto arqueológico visible de la alta edad media, de su época como capital del condado de Castilla. La zona más antigua de la ciudad, aquella que estaba situada en las laderas al amparo del castillo, fue incendiada durante el asedio de Fernando el Católico (1475-1476) y abandonada. Posteriormente la zona resultó muy dañada tras la retirada de las tropas napoleónicas y la explosión del castillo. Ya en el siglo XX, las laderas del cerro de El Castillo fueron repobladas.

Es de suponer que excavaciones en esta zona podrían encontrar construcciones de época condal. En ese área se han encontrado restos de las comunidades judías y musulmanas que habitaron la zona, así como piezas arqueológicas como jarrones altomedievales.

Precisamente el castillo de Burgos, tiene sus fundamentos en el siglo X, aunque las ruinas actuales, consolidadas y visitables, siguen restos de la plena edad Edad Media y posteriores.

Castillo de Burgos
Castillo de Burgos

En su ubicación se han encontrado restos arqueológicos desde el Neolítico

Grabado del castillo de Burgos en el siglo XVI
Grabado del castillo de Burgos en el siglo XVI

En sus cercanías se encontraba la iglesia de Santa María la Blanca, patrona aún hoy en día de la ciudad, que la tradición dice fundada por el propio conde Diego Rodríguez Porcelos y que se mantuvo activa hasta la retirada napoleónica y el consiguiente destrozo por la explosión del castillo y todo el barrio antiguo que lo rodeaba.

La tradición también cuenta que donde actualmente está el Arco o Solar de Fernán González se encontraba el palacio condal. Es un arco de estilo herreriano construido entre los años 1584 y 1587. Pero la verdad es que no existe constancia fidedigna de que realmente esta fuera la ubicación del palacio condal.

Arco de Fernán González
Arco o Solar de Fernán González

Otra tradición, sin base histórica, nos cuenta que el primer convento existente en la ciudad fue el del monasterio de San Andrés, surgido al amparo de un eremitorio, en el pago de La Semella, en el mismo lugar que hoy ocupa el Real Monasterio de San Agustín. Esa misma tradición asegura que en ese lugar se alojó Santo Domingo de Silos en el 1053. Las primeras noticias históricas del convento datan del siglo XIII.

Claustro del Real Monasterio de San Agustín
Claustro del Real Monasterio de San Agustín

En las excavaciones realizadas en la actual Plaza de los Castaños y en la calle Fernán González en 1985 se encontraron restos arqueológicos de la primitiva iglesia de San Llorente o San Lorenzo el Viejo. La tradición dice que esta iglesia habría sido mandada construir por el propio Fernán González y que en ella armaba a sus caballeros. La iglesia pasó a ser propiedad del rey Fernando I en 10391, tras un intercambio con el monasterio de San Pedro de Cardeña. A principios del siglo XIII acogió la sede episcopal, debido al mal estado de la primitiva catedral románica, hasta 1230, cuando ya se avanzaba en la construcción de la actual catedral gótica. Debido a su ruina, la iglesia fue demolida en 1783 y con parte de sus piedras se construyó la torre de la actual iglesia de San Lorenzo.

Los restos encontrados en las excavaciones certifican la existencia de un templo románico, datado en el siglo XI, que probablemente se construyó sobre otro templo anterior. Pero estos restos se consideraron de escaso valor y toda la zona fue urbanizada, creándose una plaza pavimentada y elevándose un edificio sobre el solar de otro más antiguo, ya en el año 19872. La ocultación de los restos generó protestas y entre ellas la del canónigo fabriquero de la Catedral de Burgos, Agustín Lázaro, quien en un artículo publicado en el Diario de Burgos (1986) titulado “Documentación histórica y arqueológica de la iglesia de San Lorenzo el Viejo” dijo que en 1966 había visitado en esa zona una cripta cuyo acceso, mediante un pasadizo subterráneo, se encontraba en el patio comunal del edificio demolido. Esto es lo que dejó escrito:

«En el patio de aquella casa se abría una puerta que comunicaba con una sala cubierta con bóveda de medio cañón dividida en tres compartimentos por arcos fajones de medio punto y en la cual se veían accesos impracticables que podrían conducir a otros locales»3.

También encontró una lápida que asignó a los abuelos del ilustre Francisco de Vitoria. La zona volvió a ser reformada en el año 2008.

Restos de la iglesia de San Llorente bajo la calle Fernán González
Restos de la iglesia de San Llorente bajo la calle Fernán González

Por último, en el interior del Arco de Santa María, antigua sede municipal, construido en el siglo XVI, se encuentran algunos símbolos de los orígenes de Castilla como el sillón donde se sentaban los legendarios jueces de Castilla; la vara de Castilla, la unidad de medida del reino castellano; un hueso de El Cid y una reproducción de su espada Tizona y una colección de pinturas de Vela Zanetti y otros autores sobre los personajes y la historia del origen de Castilla.

En el exterior existen estatuas de Laín Calvo y Nuño Rasura, los jueces castellanos, y los condes Diego Porcelos y Fernán González.

Sala de Poridad en el Arco de Santa María de Burgos
Sala de Poridad en el Arco de Santa María de Burgos

  1. Para conocer la historia de esta iglesia conviene leer Hergueta, Domingo: Una página oscura de la historia burgalesa. ↩︎
  2. Artículo del Diario de Burgos sobre esta cripta: https://www.diariodeburgos.es/noticia/z6ad86978-ba00-2205-b35e7f821cce854c/201205/el-misterio-de-la-cripta-oculta ↩︎
  3. En este blog se pueden ver fotografías de los restos de San Llorente y de la zona de excavación: http://papiojeda.blogspot.com.es/2012/07/iu-solicita-mediante-un-escrito.html ↩︎