En un cerro que domina la localidad burgalesa de Tosantos podemos visitar la iglesia rupestre dedicada a Santa María y que alberga una talla de la Virgen de la Peña.
La localidad de Tosantos es citada por primera vez en documento del 6 de abril del 972 (perteneciente a San Millán de la Cogolla) en una donación de los hermanos Tello y Vela Gutiérrez a San Miguel de Pedroso, con propiedades en Torsanctos o Tolsanctos.
Es posible que el actual complejo rupestre de Tosantos datara bien de esta época o bien de un momento anterior al igual que otros cercanos como los de Belorado o Cerezo de Río Tirón.
Desde el siglo XI el Camino de Santiago pasa por la localidad.
La iglesia rupestre de Santa María
La actual construcción es moderna pero son perfectamente visibles un conjunto de cavidades artificiales a las que hoy en día no se puede acceder. Al menos siete de estas cuevas jalonan la parte superior de la iglesia y siguiendo el cerro hacia el este existen otras cavidades, las cuevas de los Arancones.
Por lo tanto puede ser razonable pensar que existió aquí una comunidad eremítica en la Alta Edad media. Con el tiempo únicamente se conservó en uso la cavidad principal que se transformo en iglesia parroquial.
La arquitectura de la actual construcción es de los siglos XVI y XVIII. La fachada del siglo XVI, fue ampliada con un campanario construido en el siglo XVIII, da acceso a un ábside excavado en la roca y un crucero con una longitud aproximada de 16 metros y una anchura media de 7 metros. La altura media abovedada en su crucero es de unos 5 metros; y en su cuerpo central, formando una cúpula, de unos 6 metros.
La capilla principal está separada del resto del templo por una verja de hierro. En ella se encuentra un retablo barroco rococó que conserva la talla románica de la Virgen de la Peña, cuya festividad se celebra el 8 de septiembre.
A la izquierda de la entrada a la iglesia hay otra oquedad, actualmente enrejada, en la que se conserva lo que pudo ser un altar.