El monasterio de San Juan de la Hoz de Cillaperlata se sitúa actualmente en un paraje agreste donde en la Alta Edad Media estuvo emplazado el Barrio de Arriba de la localidad de Cillaperlata. Es uno de los monasterios más antiguos de entre los citados en las tierras del condado de Castilla.
El monasterio de San Juan de la Hoz fue levantado probablemente en época visigoda, a fines del s. VII o principios del s. VIII. Es posible que, inicialmente, el monasterio tuviera un caracter rupestre para lo que se aprovecharon los abrigos naturales rocosos cercanos a las ruinas actuales. Se trata del paraje denominado Bodega de los Frailes.
Espacio de planta rectangular–hoy invadido por la vegetación–, adosado por el sur a un imponente farallón rocoso, está recorrido por una ligera solapa y dispone cuatro ménsulas sobre las que parece que pudo apoyarse la cubierta. Se reconoce el arranque de muros de mampostería y una posible compartimentación en varias estancias. Las excavaciones¹ detectaron grandes alteraciones de los niveles arqueológicos, que impiden fijar una cronología. Las estructuras constructivas fueron interpretadas como una bodega de los siglos XVII-XVIII, aunque ubicada sobre un ambiente de ocupación altomedieval apoyado en la roca. A estas estructuras altomedievales rupestres o semirupestres corresponderían los hallazgos de restos de fauna (bóvidos, suidos, cánidos, etc.) y cerámica, que los excavadores dataron en el del siglo X.
Cercano al monasterio existe una necrópolis altomedieval. El entorno es ideal para la ubicación de un cenobio: cercano a un gran río, con tierras de cultivo, pero protegido por un entorno montañoso.
Restos del monasterio de San Juan de la Hoz
Ubicada unos 100 m . al norte del farallón, se pueden ver parte de los muros meridional y occidental de la nave, el arranque del arco triunfal, la portada de acceso a la sacristía y la capilla absidal semicircular. Bajo la iglesia románica, Andrío y Loyola localizaron restos de un edificio rectangular de 17,70 x 4,0 m ., con ábside cuadrado, presbiterio, dos estrechas naves y nártex. El ingreso se realizaba desde el sur, a la altura del presbiterio. La superposición entre las estructuras altomedievales y románicas sugiere una continuidad espacial y de dedicación como centro religioso.
Según Yepes, la primera noticia escrita sobre este monasterio es del 31 de noviembre del 790, cuando el abad Alejandro Quilino dona a San Juan tierras, iglesias, molinos, vestiduras y ornamentos.:«in ista regula Sancti Iohanis et Sancte Crucis et Sanctorum Petri et Sancti Martini, in locum qui dicitur Cella Prelata».
En el 967 una noble llamada Eldoara profesa bajo el abad Ovidio y entrega numerosos bienes, entre ellos el eremitorio de Valdelacuesta y la iglesia de Santa María de Garoña, con lo que se confirma que al menos en sus inicios fue un monasterio dúplice.
Ya en el siglo XI este monasterio pasará a depender del monasterio de Oña una vez que salen de aquí, de Cillaperlata, las monjas que irán a vivir en el nuevo monasterio oniense fundado en el 1011 por el conde de Castilla Sancho García. Entre ellas están una hermana del conde que será su abadesa, Óneca, y una hija, Tigridia, quien sería abadesa del monasterio de Oña. Durante el siglo XII, la época de mayor esplendor del monasterio, San Juan de la Hoz vio reformada su edificación construyendo o ampliándose el primitivo edificio prerrománico con construcciones en románico.
Su importancia decayó con el tiempo para pasar a ser un simple priorato. En el siglo XIX, el monasterio es destruido durante las guerras napoleónicas (1810) y la primera guerra carlista (1835). En el proceso de la Desamortización, sus ruinas pasaron a los señores de Sáez de Parayuelo, hijosdalgo de La Revilla o Barrio de Arriba de Cillaperlata. Éstos desmontaron parte del monasterio para construir una parroquia en dicha población, también con la advocación a San Juan. Pero en 1928, tras la práctica despoblación del Barrio de Arriba, el párroco de Cillaperlata solicita el desmantelamiento y allanamiento de esa parroquia.
Con parte de sus elementos se levantó la casa parroquial que hoy en día se encuentra adosada a la iglesia de Cillaperlata. En ella se pueden ver hoy en día la portada de medio punto, canecillos, sillares, etc. Otros fragmentos se conservan en el jardín de esa misma casa. Otros elementos fueron trasladados a Burgos. Hoy en día se puede ver en el Museo de la Catedral de Burgos capiteles del interior, de la portada y de la ventana del ábside.
Entre los años 1979 y 1986 fue objeto de siete campañas arqueológicas dirigidas por Josefina Andrio Gonzalo y Esther Loyola Perea, que pusieron de manifiesto el origen visigodo del mismo a través de una serie de hallazgos como los restos de la primitiva iglesia de ábside cuadrado así como varios capiteles. Los restos extraídos de las excavaciones arqueológicas están en el Museo Arqueológico Provincial de Burgos.
Como curiosidad, existe una reconstrucción virtual de las distintas fases constructivas del monasterio que se puede ver aquí: http://www.cillaperlata.net/MONASTERIO.htm
Restos de arte prerrománico
En la parroquia de Cillaperlata se conserva una lápida procedente de San Juan de la Hoz de posible origen visigótico o prerrománico con una vid central rodeada por dos aves, todo enmarcado con una cenefa.
En el museo de Burgos se conservan un capitel y un ara, ambos de época prerrománica. El capitel muy sencillo, tiene decoración geométrica.
El ara presenta decoración vegetal con vides y uvas.
Más información: Románico digital
1.Andrío Gonzalo, J., Loyola Perea, E., Martínez Flórez, J. y Moreda Blanco, J. (1992), El Conjunto Arqueológico del Monasterio de San Juan de la Hoz de Cillaperlata (Burgos), Miranda de Ebro, Junta de Castilla y León.