En la pequeña localidad burgalesa de Escanduso, perteneciente al municipio de Villarcayo de Merindad de Castilla la Vieja, se encuentra una de las iglesias románicas más pequeñas del país.
Se encontraba en ruina hasta que en el año 2004 un grupo de jubilados de la zona apostó por su restauración. Su única nave y su ábside semicircular poseen contrafuertes y gruesos muros de mampostería que reducen aún mas su interior. Apenas existe decoración en toda la iglesia.
Junto a su portada lateral se alza un pequeño campanario. Tiene también adosado un pequeño cementerio.
En el muro norte se encuentra empotrada una pequeña ventana monolítica con dos arcos de herradura separados por una columna, típicos de arte prerrománico de los siglos IX o X, similar a otras muchas existentes en todo el norte cantábrico como San Martín de Salas (Asturias) o la ermita de Castrosiero (Burgos). Su posición original no sería esa, sino en la parte trasera del ábside, donde originalmente habría un muro recto con esa ventana en la parte alta para dar paso a la luz solar sobre el altar.
