La leyenda del infante García, además de la prosificación en las distintas crónicas medievales española, también dio origen a varios romances. El escritor Lorenzo de Sepúlveda recogió dos de ellos en su obraRomances nueuamente sacados de historias antiguas de la crónica de España, publicada en 1551. A continuación publicamos estos dos romances. Los textos han sido extraídos de la compilación Romancero de Romances Caballerescos é Históricos anteriores al siglo XVIII, volumen II, de Agustín Durán (1832).
Romance 1º
Reinado era ya Castilla,
Reinado, que no condado:
Don García fue el primero
Que por Rey se ha coronado.
A Bermudo de León
Su mensage había enviado
Demandándole su hermana
Por con ella ser casado.
Don Bermudo hubo por bien
De hacer lo que le es rogado.
Concertaron que se hiciesen
Las bodas que han concertado
En León, esa ciudad
Cabeza que es del reinado.
Llegados son a León
Don García y su cuñado,
Con Don Sancho de Navarra
Que lo iba acompañando.
Don García entra dentro,
Los suyos deja en el campo.
Los hijos del Conde Vela,
Que de Castilla hobo echado
Su padre de Don García
Por maldad que habían obrado,
Por vengar la su deshonra
La gran traición han trazado
De matar a Don García,
Aunque eran sus vasallos.
Disimulan la enemiga,
Al Rey besaban la mano;
El Rey los recibe bien,
Recibiólos como a hermanos,
Tórnales toda la tierra
Que su padre había tomado.
Fuese a ver a Doña Sancha
Que lo había mucho en grado,
Cobráranse gran amor,
Ambos de sí se han pagado.
Doña Sancha dijo: —Infante,
No fuísteis bien consejado
En no traer vuestras armas
Y venir bien a recado;
No sabéis quien mal os quiere,
Dello mucho mi a mí ha pesado.
— Nunca hice mal ninguno,
Señora, Dios sea loado,
Le respondió Don García,
Y armas me fuera escusado.—
Los malos ponen por obra
La traición que han acordado,
Fuéronse para la plaza,
En ella arman un tablado,
Debajo llevan las armas;
Gran revuelta habían trabado
Con los vasallos del Rey
Sobre tirar al tablado;
Cerraron todas las puertas
Que ninguna habían dejado.
Matan muchos caballeros
De los buenos castellanos.
El Infante que lo supo
A la gran grita ha llegado:
—Quedos estad, los traidores,
No matedes mis criados.—
Los Condes fueron a él
Con los venablos alzados,
Quisiéronlo allí matar,
El Infante entró en sagrado
En Santa María de Regla,
Mas allí lo habían cercado.
Prendiéronlo dentro della,
Llévanlo muy deshonrado
Ante el Conde Don Rodrigo,
Pariente de los malvados.
—No me matedes vosotros,
El Infante había hablado,
Darvos he muy grandes bienes
En Castilla mi reinado.—
Gran duelo hobo dél Don Nuño,
A los Condes ha rogado
Que no maten al Infante,
Mas ellos no lo han en grado,
Y la Infanta Doña Sancha,
Que supo lo que es contado,
Fuese para allá corriendo,
Grandes voces iba dando:
—Al Infante no matedes
Que vos será demandado,
Pues que sois vasallos suyos
Y obligados a amparallo.
A mí matad, que no a él,
Y en él no pongáis la mano,
Pues contra vosotros, Condes,
En nada no es él culpado.—
El Conde Fernan Flayno
A la Infanta había llegado,
Dióle muy gran bofetada,
En sangre la había bañado.
Gran pesar tomó el Infante,
De traidor lo está llamando,
Los Condes como alevosos
Grandes feridas le han dado:
Muerto cayera en el suelo.
El primer que le hobo dado
Fue Ruy Vela, su padrino
Cuando fuera baptizado.
La Infanta que lo vido
Sobre el Infante se ha echado,
Tomóla Fernán Flayno
Como muy desmesurado,
Dio con ella por el suelo
Y por una escala abajo.
Los malos con crueldad
Al Infante habían tomado,
Dieron con él por el muro,
Cayó do está su cunado
Don Sancho, Rey de Navarra,
El cual muy bien lo ha vengado.
Romance 2º
Los hijos del Conde Vela
De traiciones han usado:
Mataron con gran aleve
Al primer Rey castellano,
Don García había por nombre,
Postrer Conde muy lozano:
Matáronlo allí en León
Donde estuvo desposado
Con la Infanta Doña Sancha.
Don Ramiro, qu’es su hermano,
De León había salido
Muy armado y a recado,
Y puso cerco a Monzón
Que de Castilla es reinado.
El alcaide que lo tiene,
Fernán Gutiérrez llamado,
Dentro los ha recibido
A su pesar, mal su grado.
Cuando supo la traición,
Mucho se les humillando,
Convidólos a comer,
Muy bien los había engañado.
Escribió luego secreto
A ese buen Rey Don Sancho
Que viniese a socorrerlo
Que lo tenían cercado
Los hijos del Conde Vela,
Esos traidores malvados.
Luego el buen Rey de Navarra
Con sus dos hijos hermanos
Y mucha gente consigo
En Monzón los han cercado.
Prendieron a todos tres,
Vivos los habían quemado.
Hernán Flayno, ese traidor,
Se les había escapado:
Mudárase los vestidos,
Cabalgó sobre un caballo
Sin llevar silla ni freno,
Un capote cobijado,
La capilla en la cabeza,
En piernas iba el malvado.
Entróse dentro en los monges,
No se halla aunque es buscado.
El Rey bueno de Navarra
Su hijo había casado
Con la Infanta Doña Sancha,
Con la cual fue desposado
El otro Infante García
Que a traición habían matado,
Y la Infanta Doña Sancha
A su suegro así ha hablado:
—Buen Rey, si no me vengáis
Del traidor Fernán Flayno,
Que fue en matar al Infante,
Que mucho a mi ha lastimado,
Don García vuestro hijo
Jamás me verá a su lado.—
El Rey Don Sancho mandó
Que el monte sea cercado,
Prendido lo había en él
Al alevoso malvado.
Trujéronlo do es la Infanta,
A ella lo han entregado,
Y fizo en él tal justicia
Que lo mató por su mano.