Tercera novela histórica de la serie de novelas sobre los reyes asturianos de Pablo Vega que transcurre en los últimos años del reinado de Pelayo.
Después de cruzar el estrecho en el año 711 y derrotar a orillas del Guadalete al ejército godo, los musulmanes se apoderaron de la mayor parte de la península, a excepción del pequeño reino astur en el que, a las órdenes de Pelayo, jefe de los espatarios del anterior monarca, los naturales del país, unidos a los godos fugitivos, y parapetados tras los imponentes montes que les separaban del resto de Hispania, mantenían una precaria independencia.
Los anteriores habitantes de la península, ahora sometidos a sus nuevos señores, se dividieron en dos categorías: los muwallad (muladíes), nombre dado a aquellos que, en su mayor parte por pagar menos impuestos o ascender en la escala social, se habían convertido al islamismo, esperando, ingenua y vanamente, ser considerados como iguales por sus amos, y los mostaarab (mozárabes), los cristianos que quisieron seguir manteniendo la fe de sus ancestros.
El Muladí narra la vida de Abdul, un joven que, a su pesar, se encuentra inmerso en las luchas por el poder que mantienen los diferentes grupos étnicos en que se dividen los nuevos amos, (árabes qaysíes, árabes kalbíes, bereberes, etc.) y que configuran la historia del emirato cordobés en esos años.
Al pertenecer esta novela a la serie del autor sobre los reyes asturianos iniciada con Pelayo, rey, también conoceremos cómo los sucesores de Pelayo, su hijo Favila y su yerno Alfonso I, consiguen consolidar el reino y pasar a la ofensiva para comenzar la Reconquista, y las aventuras y romances ya iniciados en la anterior novela, La Muralla Esmeralda, y que continúan en La Cruz de los Ángeles y La Cruz de la Victoria.