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[? -739] Rey de Asturias (737-739)
Favila era hijo de Pelayo y Gaudiosa.
Sucedió a su padre en el gobierno del reino de Asturias tras su muerte. Durante su breve reinado no ocurrió ningún hecho de interés.
Iglesia de Santa Cruz de Cangas de Onís y la lápida fundacional de Favila
Favila y su esposa Froiliuba o Froleba patrocinaron la construcción de la iglesia de la Santa Cruz de Cangas de Onís, sobre un antiguo dolmen.
Este templo, muy reformado en el siglo XVII, fue destruido totalmente durante la Guerra Civil, auque nos quedan descripciones de Ambrosio de Morales o Luis Alfonso de Carballo, quienes lo vieron antes de la reforma, que parecen remitir también a una tradición constructiva de raízhispanogoda.
Igualmente se perdió en la Guerra Civil la lápida fundacional del templo. Por fortuna quedan fotografías y calcos fiables anteriores a 1936. Según esta epigrafía, la iglesia fue consagrada el 27 de octubre del 737 y en ella, posteriormente, fueron sepultados lo reyes, aunque actualmente ya no están allí sus restos.
La lápida es el documento escrito de mayor antigüedad de toda la monarquía ovetense. Fue copiado por Roberto Frassinelli en 1880, incluyéndola Ciriaco Miguel Vigil en su obra Asturias monumental, epigráfica y diplomática: datos para la historia de la provincia (1887). Esta es la transcripción:
[RESUR]GIT EX PRECEPTIS DIVINIS
A. Arbeiter y S. Noack-Haley, Hispania Antiqua. Christliche Denkmäler des frühen Mittelalters vom 8. bis ins 11. Jahrhundert, Mainz, p. 98 y lám. 7c. La fotografía se publicó en L. Arias, Prerrománico asturiano. El arte de la Monarquía Asturiana, Gijón, 1999, p. 32.
HEC MACINA SA[CRA] // OPERE
EXIGUO COMTUM FIDELIBUS
VOTIS // PRESPICUE CLAREAT OC
TEMPLUM OBTUTIBUS SACRIS //
DEMONSTRANS FIGURALITER
SIGNACULUM ALME CRUCIS // SIT
XP̄O PLACENS EC AULA SUB CRUCIS
TROPHEO SACRATA // [Q]UAM
FAMULUS FAFFILA SIC CONDIDIT
FIDE PROMTA // CUM FROILIUBA
CONIUGE AC SUORUM PROLIUM
PIGNERA NATA // QUIBUS XP̄E
TUIS MUNERIBUS PRO HOC SIT
GRATIA PLENA // AC POST UIUS
VITE DECURSUM PRE[V]ENIAT
MISERICORDIA LARGA // HIC
VATE AST[ERI]O SACRATA SU[N]T
ALTARIA CRISTO // DIEI REVOLUTI
TEMPOR[IS] AN[NI] CCC // SECULI
ETATE PORRECTA PER HORDINE[M]
S[E]X[TA] // CURRENTE ERA
SEPTINGENTESIMA SEPTA[GES]I[MA]
QUI[N] // T[A]QUE
Traducido dice así:
Surge de instrucciones divinas esta construcción sagrada: adornada en su obra con los votos fieles, que este templo santo aparezca brillante a la mirada de Dios. Haciendo gala de mostrar en figura la señal de la cruz salvadora, agrade a Cristo este edificio colocado bajo la protección de la cruz, que su siervo Fávila fundó con fe viva, junto con Froiluba su esposa y las prendas queridas de los hijos de ambos: reciban, oh Cristo, por ello tu gracia repleta de dones tuyos, y tras el paso de esta vida favorécelos con tu generosa misericordia. Aquí por el obispo Astemo [o Asterio] fueron consagrados estos altares a Cristo, a los trescientos días de haberse comenzado el año, en la sexta edad del devenir ordenado del mundo, corriendo la era 775 (= 27 de octubre de 737)
Traducción de M. Díaz y Díaz, Asturias en el siglo VIII. La cultura literaria, Oviedo, 2001, pp. 32-33
Falleció en el 739 y le sucedió su cuñado Alfonso I.
Matrimonio y descendencia de Favila
Se casó con Froiliuba, Froleba o Froileva, de la cual se ignoran sus orígenes.
Se sabe por la lápida de Santa Cruz de Cangas de Onís que tuvieron hijos, pero debían de ser muy pequeños cuando falleció Favila y por eso no optaron a la sucesión al trono asturiano.
En ocasiones se ha mencionado como hija de Favila a una tal Favinia, que estaría casada con Luitfred III de Suevena1, pero no existe constancia histórica o documental.
La muerte de Favila: El oso de Favila
Según la Crónica Rotense, Favila murió durante una cacería devorado por un oso. Cuenta la tradición que el suceso de la muerte de Fafila y el oso ocurrió en la localidad asturiana de Llueves y de él deriva la frase «Espabila, Favila, que viene el oso».
Hoy en día, en el supuesto lugar que ocurrió la muerte de Favila, existe una inscripción que recuerda el hecho. La inscripción en piedra que actualmente se puede contemplar fue encargada por los duques de Montpensier, Antonio María Felipe de Orleans y Luisa Fernanda de Borbón (hermana de la reina Isabel II de España), durante la visita que realizaron a Covadonga en el año 1857. «Aquí un oso mató al rey Favila, año 737», dice la piedra. Antes de llevarse a cabo estas obra era una simple cruz de madera la que señalaba el lugar de la agonía del rey Favila.
La historia de Favila parece que fue plasmada varios siglos después en los capiteles románicos de la iglesia del monasterio de San Pedro de Villanueva de Cangas de Onís. En una serie de capiteles se puede ver a un caballero, supuestamente el rey Favila, que se despide con un beso de su mujer, Froiliuba, y sale de caza con su halcón.
Por supuesto, la extraña muerte de Favila fue origen de una leyenda como la que cuenta Fray Prudencio de Sandoval en su Historia de los cinco obispos (1639):
«Como el rey D. Favila fuese venido a esta vega, o cerca de Santa Cruz. Una gran cabalgada de moros que habían entrado a correr aquellas montañas teniendo sus tiendas en el campo cerca de la ermita que digo de Santa Cruz sin quitarse el saco de malla que traía con el pavés en la mano y la espada en la cinta, quiso ir a montería. Su mujer la reina Froiliuba, dándole el corazón saltos con temor de algún mal suceso, porfiaba con el rey que se desarmase, que venia cansado de pelear y que dejase por aquel día la caza. Tirábale del faldón de la ropa pidiéndole con lágrimas y palabras de amor que se apease. El rey porfiaba en ir y tomando un azor en la mano se despidió de la reina; y ella con mucho sentimiento le abrazó y besó, quedando muy lastimada por los secretos anuncios que le daba el alma.
El rey subió por un monte que está cerca de la vega, que se llama sobremonte al lugar de Helgueras, metióse en un vallecillo que hace ese monte y yendo sólo se topó con un oso; osada y atrevidamente, soltando el pájaro que llevaba echó mano de su espada y embrazó el pavés, cerró con el oso dándole una estocada por los pechos o hijadas, más no bastó en quitar al oso que no se abrazase con el rey, y le hiriese hasta matarle sin tener quien le ayudase. En el lugar donde los suyos le hallaron muerto está hoy una cruz».
1. De nuevo, las genealogías existentes en Internet nos demuestran su fantasía. En mi búsqueda de este personaje sólo he encontrado un Liutfrid, tercer duque de la Alsacia (723 – c. 742), perteneciente a la nobleza carolingia de los Eticónidas. Tuvo dos esposas: Hiltrudis y Theutila, ninguna de ellas asturiana.