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La villa de Covarrubias se halla emplazada a orillas del río Arlanza, al pie de la Sierra de las Mamblas.
Sus orígenes se remontan a época romana, cuando los habitantes de los castros turmódigos aledaños fueron, supuestamente, obligados a instalarse junto al río, en un lugar por donde pasaba una calzada romana.
Existe también una tradición que cuenta que la villa fue fundada en época visigoda, en cuya época se debió fundar el monasterio dúplice de san Cosme y San Damián. Es posible que desde el siglo VI en adelante hubiera un pequeño foco eremita y que muchas de las cuevas cercanas a Covarrubias fueran habitadas por anacoretas y ermitaños. Precisamente la etimología de Covarrubias hace referencia a estas cuevas: covas, cuevas; rubias, rojas.
Las Tierras de Lara se incorporan al condado de Castilla entre fines del siglo IX e inicios del siglo X, con centro en el castillo de Peñalara, en las cercanías de la vieja ciudad de Lara.
Muy posiblemente Covarrubias se revitaliza en época de Fernán González, ya que en sus cercanías se funda el poderoso monasterio de San Pedro de Arlanza. Pero es con su hijo, García Fernández, cuando Covarrubias se convierte en una de las poblaciones más importantes del condado: en el 978 se funda el Infantado de Covarrubias, una entidad señorial que durante sus primeros 180 años será gobernada por las infantas de Castilla, siendo Urraca García la primera de ellas.
Otra de ellas, doña Sancha, concedió un fuero a la villa en el 1148. Contribuyó así a a la prosperidad de Covarrubias y a consolidar el aspecto de villa medieval que actualmente podemos contemplar y que conserva tanto edificios de interés artístico como bellos ejemplos de la arquitectura popular, que destaca por la armoniosa combinación de piedra y madera.
El conjunto urbano
Covarrubias aún conserva un entramado de estrechas calles, ceñido a una muralla, aunque en la actualidad sólo se conservan algunos lienzos y dos puertas de acceso.
La mayor parte de la muralla fue derruida en 1590 tras una grave epidemia que diezmo la población con la intención de “ventilar” la ciudad. La mejor conservada es la puerta sobre la que se encuentra el Archivo del Adelantamiento de Castilla, ordenado construir por Felipe II en 1575, con la intervención de Juan de Vallejo. Actualmente acoge la Oficina de Turismo.
Además de la excolegiata de San Cosme y San Damián y el torreón de Fernán González, son también de interés la iglesia de Santo Tomás, gótica del siglo XV sobre una anterior del siglo XII y que cuenta con un pila bautismal románica, y algunas casas muy bien conservadas como la llamada de doña Sancha, la antigua botica y la del Obispo Peña.
El actual Ayuntamiento está construido sobre un antiguo palacio, del cual se conserva una puerta románica del siglo XII, y la tradición le ha dado el nombre de Palacio de Fernán González, pues atribuía la residencia de dicho conde. También son de interés el dos cruceros, ambos del siglo XVI, situados frente a la puerta del Adelantamiento y al torreón de Fernán González respectivamente; y un rollo jurisdiccional del siglo XVI, en el barrio del Arrabal. Todo el núcleo urbano fue declarado Conjunto Histórico en 1965.
Excolegiata de San Cosme y San Damián: sepulcro de Fernán González
Aunque la tradición asegura que en el solar donde se ubica la actual construcción se fundó un monasterio en época del rey visigodo Chindasvinto, el primer dato histórico que tenemos es el de la fundación del monasterio dúplice de San Cosme y San Damián (esta construcción sería de factura prerrománica) en época del conde de Castilla Fernán González y su donación a su hermana Urraca, quién sería la primera abadesa.
Con el paso del tiempo, el abad de este lugar acabó heredando todas las posesiones, prebendas y privilegios del Infantado de Covarrubias.
En el siglo XII la construcción fue renovada siguiendo los cánones del estilo románico y del que quedan escasos restos. Pero el edificio que se conserva en la actualidad es de fines del gótico. Sus obras se iniciaron a comienzos del siglo XV. Consta de tres naves, la central más alta, cubiertas por bóvedas de crucería simple. Adosado se encuentra un hermosos claustro del siglo XVI, gótico con elementos renacentistas
En la capilla mayor se conservan tres sobrios sepulcros del tres infantas de Castilla del siglo XII. Pero lo que llama más la atención son las tumbas del conde Fernán González y su mujer doña Sancha. Ambos fueron trasladadas en 1841 desde el cercano monasterio de San Pedro de Arlanza. El sepulcro de Fernán González es muy sencillo y no tienen decoración alguna. El de doña Sancha es más lujoso y se trata de un sepulcro romano del siglo IV reutilizado.
Otra curiosidad de la excolegiata es el sarcófago gótico de la princesa noruega Kristina de Noruega, hija del rey Haakon Haakonson, que se casó en 1258 con el infante y abad de Covarrubias, Felipe de Castilla, y que falleció en 1262.
La excolegiata conserva un valioso patrimonio artístico, gran parte del cual esta expuesto en el Museo de la Colegiata: el tríptico de la Adoración de los Reyes Magos, posiblemente de algún discípulo de Gil de Siloé; una tabla de San Cosme y San Damián de Pedro de Berruguete; tablas flamencas, esculturas medievales y un órgano del siglo XVII.
Torreón de Fernán González o de doña Urraca
También llamado torreón de doña Urraca, infanta castellana que según una leyenda se negó a casarse con un príncipe leonés al estar enamorada de un pastor y, en consecuencia, fue emparedada en el torreón por su padre.
Fue levantado hacia mediados del siglo X sobre algunos restos anteriores de época romana y se convirtió en uno de los puntos estratégicos de defensa del territorio castellano, protegiendo un vado del río Arlanza. Es la muestra más antigua y mejor conservada de la arquitectura fortificada prerrománica de la península Ibérica. Véase el artículo específico sobre la Torre de Fernán González.
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