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Guillermo Sánchez, el conde que derrotó a los vikingos

por Javier Iglesia Aparicio
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Guillermo Sánchez, conde gallego, vencedor de los vikingos

[s. IX] Conde gallego. Guillelmus Santionis según las crónicas medievales.

Poco se conoce sobre la biografía de este noble gallego salvo un importante hecho histórico: su victoria sobre los vikingos de Gunderedo.

Reinaba el niño Ramiro III en León cuando, en el 968 una expedición vikinga llegó a Galicia con unas cien embarcaciones. Mientras unas ocupaban el obispado de Britonia (norte de Lugo), otras, dirigidas por Gunderedo, enfilaron hacia la ría de Arosa. Los invasores remontaron el río Ulla, desembarcaron en Juncaira (Xunqueira), en las cercanías de la actual Catoira y entraron en Galicia a mediados de la Cuaresma.

Atacaron y tomaron posesión de Iria Flavia, tratando de llegar a Santiago de Compostela. Pero les salió al encuentro las tropas dirigidas por el obispo Sisnando Menéndez. El enfrentamiento entre ambos bandos tuvo lugar el 29 de marzo del 968 en la llamada batalla de Fornelos, entre Padrón y Compostela. Los vikingos vencieron y comenzaron así casi tres años de continuo saqueo de las comarcas gallegas.

Ramiro III poco hizo por expulsarlos aunque no lograron entrar en Santiago, ya que estaba protegido por fuertes murallas torreadas, separadas por profundos fosos llenos de agua construidos en época de Sisnando.

Esta situación continuó hasta que el obispo de Compostela, San Rosendo, organizó un ejército dirigido por el conde Guillermo Sánchez, quien atacó a los normandos cuando se disponían a embarcar de nuevo cerca de Ferrol. Era el año 970. Gunderedo y sus vikingos fueron sorprendidos y derrotados por Guillermo Sánchez. Tras capturar a Gunderedo y los supervivientes de su flota, los pasó a todos a cuchillo y quemó sus naves.

Este es el relato del suceso según la Crónica de Sampiro:

En el año segundo de su reinado, cien naves de normandos con su rey, por nombre Gunderedo, entraron en las urbes de Galicia, y haciendo muchos estragos alrededor de Santiago, mataron con espada al obispo de aquel lugar, por nombre Sisinando, y saquearon toda Galicia, hasta que llegaron a los montes Pirineos del Cebrero. Mas al tercer año, volviéndose ellos a su país. Dios, a quien no se esconde lo oculto, recompensó con venganza. Pues así como ellos pusieron en cautividad al pueblo cristiano y mataron a muchos con espada, también así ellos, antes de que salieran de los confines de Galicia, experimentaron muchos males. Porque el conde Guillermo Sánchez, en nombre del Señor y honor de Santiago, cuya tierra devastaron, salió con gran ejército a su encuentro y empezó a pelear con ellos; diole Dios victoria, y mató con espada a toda aquella gente junta con su rey, y quemó con fuego las naves de ellos, ayudado por la clemencia divina.

Se pierde ya la pista de Guillermo Sánchez, aunque es posible que participara en la rebelión de los condes gallegos contra Ramiro III que en el 982 proclamaron rey a Bermudo II.