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Orígenes legendarios del Señorío de Vizcaya: Jaun Zuria y otras hierbas

por Javier Iglesia Aparicio
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Jaun Zuria jura defender los fueros de Vizcaya - Anselmo Guinea - 1882

Existe una enorme literatura sobre los orígenes de un supuesto señorío o condado de Vizcaya en el siglo IX. Por más que he revisado documentos de la época, no hay nada que me indique su existencia hasta al menos el siglo XI, dos siglos después, dentro del reino de Pamplona pero no en los años en que estuvo sometido al reino de Asturias  y León.

Así que me decidí a investigar el origen de la leyenda, sus versiones y sus modificaciones con el tiempo.

Sólo un dato histórico puede estar relacionado con esos míticos orígenes. Según la Crónica Albeldense, hubo dos rebeliones de los vascones durante el reinado de Alfonso III. La posterior Crónica de Sampiro amplia la información y dice que fue el conde alavés Eylo o Eilón el protagonista de la rebelión en torno al año 870. Eylo fue derrotado y llevado a preso a Oviedo y desde ese momento el territorio fue gobernado por el conde Rodrigo, primer conde de Castilla. Nada dice de la segunda revuelta que debió de producirse antes del 881, cuando se acabó de redactar la Crónica Albeldense.

No existe más información contemporánea sobre este suceso.

La evolución del mito: su origen en el siglo XIV

Pero como en tantas otras ocasiones, la historia se fue mezclando con la tradición y se creó la leyenda, que amplificaba y embellecía los hechos. Los recuerdos de esas revueltas contra el rey de Oviedo debieron de dar lugar a tradiciones orales en Vizcaya que se fueron transmitiendo de padres a hijos. Estas tradiciones fueron recogidas por escrito por primera vez, ya en el siglo XIV, por un noble portugués.

Pedro Alfonso de Portugal, conde de Barcelos, hijo bastardo del rey Dionís de Portugal, fue desterrado a Castilla y trabó amistad con Juan Núñez de Lara, señor de Vizcaya por su matrimonio con María Díaz de Haro.

Es muy posible que la familia de los Haro, señores de Vizcaya en esa época, conservaran esa tradición de sus orígenes. Pedro Alfonso las incluyó en su obra Livro de Linhages (c. 1340), en la cual dedica dos capítulos a la historia del linaje vizcaíno. Así narra los orígenes del señorío:

«Biscaya fue Señorio aparte antes que huviesen Reyes de Castilla i después estuvo sin Señor. Avia en Asturias el conde don Moniño, que vexando a aquella tierra le obligó a pagarle cada año una vaca, un buey i un cavallo blancos. Poco después deste acuerdo llegó allí, una nave, en que venía un hombre bueno, hermano del rey de Inglaterra, expulso de allá; y se llamava From: traía consigo a Fortun Froes su hijo. Supo de aquella gente la contienda con el conde don Moniño; dixoles quien era, i que si le aceptasen por señor los defendería. Hizieronlo ellos así i estando ya en posesión del Estado, llegó el tiempo de pagar al conde don Moniño el tributo, que él embio a pedir. Respondiole From, que viniese él a pedirlo. Juntó sus gentes el conde, i From con sus Biscainos le salió al encuentro cerca de la aldea de Vusturia, adonde el Conde quedó vencido, i muerto, con gran parte de su exercito. Por la mucha sangre que se derramó por allí, se dio al campo el nombre de Arrigurriaga, que en Vascuence quiere decir piedras bermejas. Muerto don From quedó su hijo don Fortun Froes señor de Biscaya…»

Como se ve el origen del descontento es el pago de tributos al conde de Asturias (don Moñino). Apoyándose en un señor inglés llamado From, expulsado por su hermano el rey de Inglaterra, quien prometió defenderlos si le aceptaban como señor, logró derrotar a las tropas del conde en la aldea de Vusturia (actual Axpe, en la comarca vizcaína de Busturialdea), en un lugar que, debido a la sangre que se derramó, se llamó a partir de entonces Arrigorriaga, es decir, piedras rojas. El tal From fue a partir de este momento el primer señor de Vizcaya y le sucedería su hijo Fortún Froes.

Las versiones de Lope García de Salazar en el siglo XV

Casi un siglo después es un vizcaíno quien retoma la leyenda y la amplía en dos de su obras. Se trata del noble Lope García de Salazar (1399-1476).

En primer lugar trata del tema en la obra Crónica de siete casas de Vizcaya y Castilla (1454). En esta ocasión la leyenda, además de mucho más extensa, cambia los nombres de los primeros señores de Vizcaya.

En este caso aparece un princesa escocesa que desembarca en las cercanías de Mundaca. Lope aporta dos versiones de por qué dicha escocesa llegó a estas costas: la primera es que llegaron debido a una tormenta y se asentaron una temporada durante la cual la princesa quedó embarazada. Al no querer decir de quién, su padre la desterró y se quedó, junto a unos pocos sirvientes, a vivir en su nuevo hogar. La segunda versión, más fantástica, cuenta que la causa es la subida al trono de su hermano y que ella no se quiso quedar en Escocia. Por eso zarpó hacia Mundaca y se estableció allí. Pero una noche, una entidad diabólica, el Culebro, la dejó embarazada.

De un modo u otro, el hijo de esta escocesa será Zurián, el señor Blanco (Jaun Zuria), quien años después liderará la rebelión de los vizcaínos contra el rey de León. La causa de esta rebelión la sitúa Lope García en la actitud del rey de León contra los condes de Castilla, a quien en esa época pertenecía Vizcaya. Los reyes de León, en una de sus acometidas contra Castilla, penetraron en Vizcaya. Los vizcaínos se reunieron y eligieron a un líder, don Zurián. Desaparece en este caso el supuesto tributo del que hablaba Pedro Alfonso de Portugal.

Tras la victoria de Arrigorriaga y perseguir a los leoneses hasta la Peña Salvada, Zurián se convierte en señor de Vizcaya y, por casamiento con la hija del difunto señor de Durango, se anexiona este territorio. Veamos la historia completa en su versión original2:

 «Una hija legítima del rey de Escocia arribó en Mundaca unas naos y vinieron con ella muchos omes y mugeres y, quando llegaron á la concha de fuera, avía tormenta, que quisieron posar allí y bieron al agua que descendia de Guernica turbia, que venía crescida y dixeron aca munda ca. Heran todos gramaticos, que en gramatica dizen por agua limpia aca munda, y fueron al rrio arriba y posaron dentro donde ahora es poblada Mundaca y por esto le llamaron Mundaca: y aqui se dize que esta donzella se preñó y que nunca quiso dezir de quien hera preñada y que la dexó en destierro del rreino de su padre, y que la dexaron allí en Mundaca aquellas gentes que con ella vinieron y que se tornaron para Escocia con sus naos sino algunos que quedaron allí con ella.

Y por otra manera dize la historia que cuando el de Escocia, padre de esta donzella, murió, que fincó un su hijo por rrey y que esta su hermana no quiso quedar en el rreino, y que tomó aquellas naos y gentes con todo algo que pudo aver y arribó allí en Mundaca, como dicho es, y que las naos y gentes, con algunos de las compañas, que se tornaron para Escocia, y la infanta con los más se quedó allí y que hizieron allí su puebla y que, estando allí, que durmió con ella en sueños un diablo que llaman en Bizcaya Culebro, Señor de Casa, y que la empreñó y destas dos cosas no se sabe qual dellas fué más cierta; pero como quiera que fué, la infanta fué preñada y parió un hijo, que fué ome mucho hermoso y de buen cuerpo y llamáronle Don Zurián, que quiere dezir en castellano Don Blanco.

En aquel tiempo no hera Bizcaya cinco merindades como es agora, ca estonces la Encartación y Somorrostro y Baracaldo del rreino de León heran y Durango estonces Señorío sobre sí, y hera Señor della Don Sancho Astegures, y después la ganó Don Íñigo Esquerra, Señor de Bizcaya, ca trucó otra tierra con el rrey de León en Asturias é juntóla con el Señorío de Bizcaya con aquellas franquezas é libertades que Bizcaya avía; y en esta sazón se alzó Castilla Vieja contra los rreyes de León; porque les mató á los Condes á sus Señores y el rrey de León guerreava mucho con Biscaya, porque hera de Castilla, y haziales mucho daño á ellos á él también y, tanto ovo de ser, que un hijo del rrey de León entro á correr á Bizcaya y llegó hasta Vaquio, haciendo mucho daño en la tierra, é juntáronse las cinco merindades y ovieron consejo que le diesen batalla y el hijo del rrey de León respondióles que les no daría batalla á ellos ni á otro ninguno que no fuese rrey ó hijo de rrey ó de la sangre real, y sobre esto ovieron su consejo é, pues Don Zurián hera nieto del rrey de Escocia, que fuesen por él é le tomarían por Capitán y diesen con él la batalla, para en Arrigorryaga, que se llamava estonces Padura, y bino allí en ayuda de los biscaynos Don Sancho de Stegures, Señor de Durango y obieron allí su pelea, mucho porfiada y recia, y fué allí vencido y muerto el yjo del rrey de León y muchos de los suyos yacen enterrados en Arrigorriaga, que quiere decir en castellano peña bermexa Ensangrentada; y fueron en alcance asta el árbol gafo de Luyando, y, porque non pasaron adelante en el alcance, le llamaron el árbol gafo; y con la gran alegría que ovieron y porque el dicho Don Zuria provó mucho bien por sus manos, tomáronlo por Señor y alcanzáronlo por Conde de Biscaya, y partieron con él los montes y los monesterios á medias, y prometiéronle de ir con él cada y cuando que menester le obiesen asta aquel arbol gafo á su costa dellos y con armas y sin sueldo, y que, si dende allí delante les quisiese llevar, que les diese sueldo; y los leoneses, quando fueron encima de la peña, dixeron: “En salvo estamos” y, por eso la llamaron Peña Salvada, ca de primero la llamaban la Peña de Goruel. Y este Conde Don Zuria tomó por armas dos lobos con el Señorío de Biscaya encarnizados con dos carneros con las cabezas en las bocas; dos árboles entre ellos, y asi lo ovieron los Señores de Bizcaya, y todos, y en esta pelea murió Don Sancho Astegures, Señor de Durango, que vino en ayuda de los biscaynos, y dexo una hixa legítima por eredera y no más, y casó este Don Zuria con ella, y ovo el Señorío de Durango con ella y, después acá, siempre fué con el Condado y Señorío de Biscaya. Y este Conde Don Zuria yzo en esta hixa de Don Sancho Astegures, Señor de Durango, a Don Nuño López; y murió este Don Zuria y quedó por Señor de Vizcaya y Durango.»

Pocos años más tarde, el mismo Lope García de Salazar escribió su Istoria de las Bienandanças e Fortunas. En esta exposición histórica escrita en el año 1471, en su libro XX3, cuenta de nuevo el hecho aportando más datos sobre Zuria: tiene 22 años y explica mejor los poderes que los vizcaínos le concedieron en la Jura de Guernica. Aparece por primera vez la tradición del árbol de Guernica y todos los derechos que tenían los hijosdalgos vizcaínos.

«Título de la batalla que los vizcaínos ovieron en Artiaga con los leoneses e, seyendo vençedores, tomaron por señor a don Çuria

Seyendo este don Çuria, omne esforçado e valiente, con su madre allí en Altamira, cavo Mondaca, en edad de XXII años, entró un fijo del Rey de León con poderosa gente en Vizcaya quemando e robando e matando en ella porque se quitaran del señorío de León e llegó fasta Baquio. E juntados todos los vizcaínos, tañiendo las çinco vozinas en las çinco merindades, segund su costunbre, en Gernica e oviendo acuerdo de ir [a] pelear con él para lo matar o morir todos allí, (e) enbiáronle dezir que querían poner este fecho en el juizio de Dios e de la batalla aplazada adonde él quisiese. E por él les fue respondido que él no aplazaría batalla sino con rey o con omne de sangre real e que les quería fazer su guerra como mejor podiese. E sobre esto acordaron de tomar por mayor e capitán d’esta batalla aquel don Çuria, que era nieto del Rey d’Escoçia. E fueron a él sobre ello e falláronlo bien presto para ello; e enbiando sus mensajeros, aplazaron batalla para en Padura, açerca de donde es Vilvao. E llamaron a don Sancho Astegis, Señor de Durango, que los veniese ayudar a defender su tierra; e vino de voluntad e juntóse con ellos todos en uno. E oviendo fuerte batalla e mucho profiada e después de muertos muchos de anbas las partes, fueron vençidos los leoneses e muerto aquel fijo del Rey e muchos de los suyos. E morió allí aquel Sancho Astegas, Señor de Durango, e otros muchos vizcaínos. E siguieron el alcançe matando en ellos, que no dexavan ninguno a vida, fasta el árbol de Luyaondo; e porque se tornaron de allí, pesándoles, llamaron el árbol gafo. E los leoneses que escapar podieron salieron por la peña Gorobel, [col. b] que es sobre Ayala; e como ençima de la sierra dixieron “a salvo somos”, (e) por esto le llaman Salvada. E porque en Padura fue derramada tanta sangre llamaron Arigorriaga, que dize en vascuençe “Peña Vitada de Sangre”, como la llaman agora.

E tornados los vizcaínos con tanta onra a Gernica, oviendo su consejo, deziendo que, pues tanto eran omiçiados con los leoneses, que sin aver mayor por quien se regiesen que no se podrían bien defender e, pues escusar no lo podían, que tomasen a este don Çuria, que era de sangre real e valiente, pues que los él tan bien avía ayudado faziendo grandes fechos d’armas en esta batalla, (e) tomáronlo por señor e partieron con él los montes e las selas e diéronle todo lo seco (y) e verde que no es de fruto levar para las ferrerías e çiertos derechos en las venas que sacasen; e dehesaron para sí los robres e ayas e enzinas para mantenimiento de sus puercos e los azevos para mantenimiento de sus vestias e los fresnos para fazer astas de armas, cellos de cubas, e los salze[s] para çerradura de setos. E diéronle eredades de los mejores en todas las comarcas adonde poblase sus labradores por que se serviese d’ellos e no enojase a los fijosdalgo, en las quales fueron poblado[s] e aforados, como lo agora son en sus pedidos e derechos, e que no se mezclasen en el fecho de las armas ni en los juizios ni en los caloñas, en igual derecho con los fijosdalgos. E diéronle la justiçia çevil e criminal para qu’él posiese alcaldes e prestameros e merinos e probostes que juzgasen e esecutasen e recaudasen sus derechos a costa suya d’él, jurándoles en Santa María la Antigua de Gernica de les guardar franquezas e livertades, usos e costunbres segund ellos ovieron en los tienpos pasados e consentidos por los Reyes de León, quando eran de su ovediençia, e después de los Condes de Castilla, que agora eran sus señores, las quales, entre otras muchas, eran estas prinçipales: qu’el señor no proçediese contra ningún fijodalgo de suyo sin querello so sus ofiçiales, sinon por muerte de omne estranjero andante e por fuerça de muger e por quebrantamientos de caminos reales e de casas e por quemas de montes e de sierras; e que no fiziese pesquisa general ni çerrada ni oviese tormento ni reçibiese querella señalando el querelloso, sino con pesquisa de inquisiçión.

E éste casó con la fija de aquel don Sancho Astegis e eredó por ella a Durango, [después Aqua], aforándola como a ella. E tomó por armas dos lovos [encarniçados], que los topó en saliendo para la dicha batalla levando sendos carneros asados en las vocas, (e) oviéndolo por buena señal, como en aquel tienpo eran omes agoreros; e así los traxieron sus deçendientes.»

jaun Zuria (s. XVI)
Don Zuria o Jaun Zuria, el Señor Blanco, en un óleo del siglo XVI de la Casa de Juntas de Guernica.

Y del siglo XVII en adelante

Y en estas me encontré con el historiador Esteban de Garibay y Zamalloa, que en el año 1628 escribió su obra Los Quarenta libros del compedio historial de las chronicas y universal historia de todos los reynos de España

En el libro IX, capítulo XXI de dicha obra, Esteban de Garibay, que no precisa sus fuentes más que diciendo4 «… quieren algunas escrituras…», nos cuenta que en época del rey Alfonso III, en algún momento entre los años 845 y 856,  un tal don Zeno, señor de Vizcaya, visitó al rey en la Corte y obtuvo el título de conde con carácter perpetuo y hereditario.

Años después Zeno, agraviado por unos hechos que Garibay no especifica, le negó la obediencia y se rebeló contra él. Zeno fue vencido en batalla y llevado prisionero a Oviedo junto a su primo el conde de Álava, Zeybón.

Zeno murió en su prisión ovetense y tuvo, como descendencia, dos hijas: Toda, que dice Garibay que para algunos es la esposa de Íñigo Arista de Pamplona; y doña Íñiga, «…la primera mujer del infante don Zuria, de quien luego hablaremos más largo.»

Algo más adelante, en el capítulo XXII del libro IX, Esteban de Garibay se explaya en los orígenes de la nobleza vizcaína. El capítulo se titula Del principio que algunos autores señalan a los Señores de Vizcaya, … Mientras Alfonso III estaba ocupado en sus enfrentamientos con el emir de Córdoba, los vizcaínos estaban resentidos con el rey por verse sin señor, pues Zeno estaba preso en Oviedo. Se rebelaron e «hizieron grandes alteraciones en la tierra». En respuesta Alfonso III envió a su hijo, el futuro Ordoño II, quien entró con su ejército en Vizcaya. Las distintas merindades vizcaínas acordaron defenderse y nombraron capitán y caudillo al Infante don Zuria, que era nieto por parte de madre del rey de Escocia y yerno del conde Zeno, aunque parece que en el momento del conflicto era ya viudo de doña Íñiga.

La batalla se localizó en Padura, donde «hiriéndose fuertemente, alcançaron los Vizcaynos la vitoria, con favor de don Sancho Eztiguiz Orttuñez, senor de Durango, que escriven, que en la batalla dio fin a sus días. Dizen más, que los Vizcaynos haziendo grande estrago en los Asturianos y Leoneses, siguieron el alcance». Además proporciona una fecha exacta para la batalla de Padura: el año 870. Y también proporciona otra noticia de su ubicación pues «[…] salió tan sangrienta, que como el campo, y piedras, donde se dio, quedasen vermejas de la mucha sangre que se derramó, llamaron a Padura, de allí en adelante Arrigorriaga, como oy se llama, que en la lengua de la mesma tierra quiere dezir piedras vermejas, porque assi lo estava de la sangre que se derramó.»

Tras esto, Garibay nos dice que ocurrieron otros hechos pero que no los incorpora porque las fuentes no le parecen fidedignas: «Alcançada esta vitoria, para cuyo exordio se refieren algunas cosas, que por no me parecer autenticas las dexo:» Lo que si nos narra Garibay es que el Infante Zuria, debido al valor que demostró en la batalla y a ser yerno de don Zeno, le aclamaron como conde y señor de Vizcaya y allí juró sus fueros y comenzó su gobierno. Además continua contando que don Zuria se casó con doña Dalda, hija del señor de Durango fallecido en la batalla, con lo que se unieron los señoríos de Durango y de Vizcaya. Y que por eso las fuentes suelen llamar a este Zuria como primer señor de Vizcaya.

Justo al final Esteban de Garibay proporciona las fuentes de esta historia: Lope García de Salazar y Florián de Ocampo.

A partir de esto momento, en el resto de crónicas de los siglos XVII, XVIII y XIX el hecho se cuenta de forma similar. Y aún toma un cariz más histórico y reivindicativo a partir de la utilización de este hecho por el nacionalismo vasco desde el siglo XIX. Un caso más de como un simple hecho histórico es amplificado y modificado de acuerdo a la cultura y los valores de quien lo escribe y de quien lo quiere utilizar, de algún modo, en su favor. Pero aún así es una bella historia5.

La leyenda se materializa

A partir del siglo XVI existe una corriente de incorporar a la historia gran cantidad de leyendas y de mitos y de hacerlos visibles bien edificando monumentos, bien señalando lugares u objetos relacionados con ellas. El mito del origen del señorío de Vizcaya no va a ser menos. Además de la propia figura de Jaun Zuria, el Señor Blanco, que será representada en una pintura de la Sala de Juntas de Guernica, y en el siglo XIX por el pintor romántico Anselmo Guinea, tenemos otros dos restos materiales de la leyenda.

Jaun Zuria jura defender los fueros de Vizcaya - Anselmo Guinea - 1882
Jaun Zuria jura defender los fueros de Vizcaya – Anselmo Guinea – 1882

El primero es la localización del llamado Árbol Malato o Árbol Gafo, aquel punto hasta el cual las tropas de don Zuria persiguieron a los derrotados leoneses. Se localiza en una localidad del valle de Ayala llamada Luyando, actualmente perteneciente a la provincia de Álava. En el siglo XVIII se erigió un monumento, una cruz de piedra, en el mismo lugar donde la tradición sostenía que había estado dicho árbol. Además, en las Ordenanzas del Fuero de Vizcaya del 1526 se especifica que si el rey ordenaba a los hijosdalgo vizcaínos ir con sus tropas más allá de este punto debían de ser pagadas5.

El segundo resto “material” de la leyenda es un sepulcro. Se encuentra en la iglesia de Santa María Magdalena de Arrigorriaga y se cuenta que en él están los restos del infante Ordoño, derrotado y muerto en la batalla. Y es que desde antiguo se ha hablado de la antigüedad de esta iglesia. Así, pro ejemplo, Pascual Madoz decía esto al describir la población de Arrigorriaga y su iglesia:

«La iglesia Parr. (Santa Maria Magdalena) es de patronato real, esta servida por 3 beneficiados con titulo perpetuo, 2 de los cuales ejercen la cura de almas, y el cementerio está situado Alrededor del edificio : esle es d° mamposteria reforzado por su esterior con 4 estribos de sillería, de 1 nave de 106 pies de long. Y 42 de lat., y torre cuadrada á su frente con relox: se asegura fué fundada el siglo IX, para dar sepultura á los nobles vizcaínos que murieron en la batalla dada por el principe D. Ordoño que también pereció en ella y sus restos yacen ó se custodian en el sepulcro de piedra que tiene la cruz sobre su lápida, y está unido á la puerta principal de dicha iglesia, del cual estrajo 1 espada antiquísima y tahalí el año 1808 un gele francés, que bajó desde Vitoria con su tropa para Bilbao, á causa de haberse pronunciado este pueblo con otros de este ilustre solar por la causa de la Independencia que no con menos entusiasmo que en el resto de la Península, defendieron estos naturales: la lápida la dejaron rola, y en el dia se encuentra compuesta y cerrada con grampones de hierro y revocado de cal.»

Supuesto sepulcro del infante Ordoño en la iglesia de Santa María Magdalena de Arrigorriaga
Supuesto sepulcro del infante Ordoño en la iglesia de Santa María Magdalena de Arrigorriaga

El tercero, la tradición de que en Casa de Juntas de Guernica era el lugar donde se juraban los fueros, al pie del árbol de Guernica. El edificio actual se comenzó a construir en 1826. Además, describe también la leyenda el origen del escudo de Vizcaya vigente desde el siglo XVI al siglo XIX, un árbol, identificado con el de Guernica, con dos lobos que llevan unos corderos en las fauces, que también era el escudo de los López de Haro.

Escudo histórico de Vizcaya s XV a XIX
Escudo de Vizcaya vigente desde el siglo XVI al siglo XIX

Por último, además del topónimo de Arrigorriaga, existe otro lugar al que la tradición asigna un nombre procedente de este acontecimiento épico. Se trata de la Peña Salvada, que según los textos era antes llamada Peña Gorobel, y que se llamó así porque los leoneses exclamaron al llegar a ella «a salvo somos». La Sierra Salvada se encuentra al noroeste de la provincia de Burgos, en el límite con Álava y el enclave vizcaíno de Orduña.

SierraSalvada
Peña Salvada

La historia de los orígenes míticos de Vizcaya solo comienza aquí. En el siguiente artículo hablamos de los sucesores de Jaun Zuria.


  1. Extraído de http://www.euskonews.com/0205zbk/gaia20501es.html
  2. Extraído de http://meta.gipuzkoakultura.net/handle/10690/692
  3. Hemos seguido las transcripción de http://parnaseo.uv.es/Lemir/Textos/bienandanzas/Menu.htm
  4. Versión en línea en https://books.google.es/books?id=aA_-ok9Uou4C&printsec=frontcover&dq=esteban+de+garibay&hl=es&sa=X&ei=5i6QVc62H8nvUp2jqcgG&ved=0CCcQ6AEwAQ#v=onepage&q=Vizcaya&f=false
  5. En este artículo hay referencias a composiciones tradicionales en euskera sobre el mito: http://www.euskonews.com/0205zbk/gaia20501es.html
  6. Más información en este artículo del blog de Historia de Ayala

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