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Magaz de Pisuerga

por Javier Iglesia Aparicio
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Perfil del cerro del castillo de Magaz de Pisuerga

Magaz de Pisuerga (Palencia) contó con asentamientos humanos desde al menos el Calcolítico como lo atestiguan los restos arqueológicos descubiertos en los pagos de Los Llanos y los Torrubios.

Repoblada en época del rey Alfonso III de Asturias, a principios del siglo X, se levantó el castillo, al igual que los de Dueñas y Tariego de Cerrato, para controlar el paso por el valle del Pisuerga. Todas estas fortificaciones se comunicaban visualmente entre sí.

Probablemente quedó encuadrado dentro del condado de Monzón, siendo la fortaleza fronteriza con el condado de Castilla al este. El condado de Monzón fue regido por la familia Ansúrez aproximadamente entre los años 943 y 990 y luego pasó a manos del conde García Fernández de Castilla.

El castillo de Magaz

El castillo de Magaz se situaba sobre el cerro llamado Cotarro Redondo, dominando desde sus 870 m. la localidad y la margen derecha del río Pisuerga cerca de su confluencia con el río Carrión. Fue muy severamente dañado por las tropas comuneras en el año 1521 pues fue la única ciudad del Cerrato que se mantuvo fiel a Carlos I.

Cima del castillo de Magaz
Cima del castillo de Magaz

El cerro conserva la típica forma que indica la anterior existencia de un castillo, como por ejemplo ocurre en Dueñas, Muñó o Cabia. En lo alto es fácil observar la elevación que corresponde a lo que sería el muro que defendía la parte más accesible (el sur y el este) , la ronda (más que un foso) y el alto donde se encontraba la fortaleza propiamente dicha. La parte oeste del cerro era mucho más inaccesible. Todo el recinto y las cuestas están llenos de restos de teja, ladrillos y otros materiales de construcción procedentes del antiguo castillo.

Son muy escasos los restos de la fortaleza. Únicamente se conserva un lienzo de mampostería en el lado norte de unos 2,5 metros de altura y 6 metros de longitud. En el sur también aparecen restos de mampostería de menor importancia.

En la cima, un poco hundidos con respecto al nivel del suelo, se encuentran restos de una bóveda de cañón que pudieran corresponder a un aljibe o dependencia subterránea de la torre.

Este era el “Castiel Redondo, do es Magaz llamado” que aparece en Las Mocedades del Cid como parte de los terrenos de la diócesis palentina. Realmente, fue el 28 de febrero de 1122 cuando la reina Urraca donó el castillo al obispado de Palencia.

Como hemos dicho, fue atacado y severamente dañado durante la Guerra de las Comunidades (1521). El obispo de Palencia quiso repararlo y trató de obligar a varias localidades de su jurisdicción a contribuir con el aporte de piedra. Tras la denuncia de estas villas, una sentencia de 1550 prohibió esta exigencia. A finales del siglo XVIII consta como completamente arruinado, habiéndose utilizado parte de sus piedras para otras construcciones. Incluso existe una leyenda entre los habitantes de Magaz sobre que fueron sus propios habitantes quienes lo destruyeron para evitar que otros forasteros lo tomasen y amenazaran al pueblo.

Las casas-cueva de Magaz

En la ladera sureste del mismo cerro donde se encuentran las ruinas del castillo, es posible aún divisar los restos de un conjunto de casas-cueva que estuvieron habitadas al menos desde la Edad del Hierro y hasta la década de los 60 del siglo XX

Hoy en día la gran mayoría de las casas que están derruidas por efecto de la erosión delas lluvias y su falta de mantenimiento

Recientemente se ha restaurado una de las casas como centro de interpretación y es visitable con cita previa.

Casa cueva restaurada en Magaz de Pisuerga