[Córdoba, 843 – Bobastro, 29 junio 888] Abu l-Hakam b. Muhammad b. ‘Abd al-Rahman b. al-Hakam, أبو الحكم المنذر بن محمد en árabe. Emir omeya de Al-Ándalus (886-888)
Hijo del emir Muḥammad I y de una esclava bereber llamada Atl, según las fuentes andalusíes era alto, moreno, de pelo crespo y con el rostro picado de viruela.
Estaba luchando contra Ibn Hamdun, señor de Alhama, aliado del rebelde ʿUmar ben Hafsun, cuando falleció su padre el jueves 4 de agosto del 866. Al-Munḏir levantó el sitio y se fue rápidamente a Córdoba, donde recibió el juramento de fidelidad entre el domingo y el lunes sin ni siquiera haberse cambiado los ropajes del viajes. Mantuvo en el gobierno al háyib Hāšim b. ʿAbd al-’Azīz, aunque pronto cayó en desgracia: fue encarcelado, junto a casi todos sus hijos, y más tarde, el 26 de marzo del 887, ajusticiado.
La principal preocupación del nuevo emir fue la rebelión de ʿUmar ben Hafsun, quien aprovechó estos momentos de transición para extender sus dominios por Málaga y Jaén. Al-Munḏir era un excelente militar y decidió acabar con ʿUmar.
En la primavera del 888 partió de Córdoba al mando de un potente ejército. En su marcha hacia Bobastro tomó varias plazas como Archidona y sitió la fortaleza rebelde. ʿUmar pidió una tregua que Al-Munḏir aceptó. Pero ʿUmar la aprovechó para reforzar su posición ante lo cual Al-Munḏir, al sentirse engañado, reanudó el asedio con más intensidad. Pero de nuevo ʿUmar tuvo suerte.
ʿAbd Allāh, hermano del emir omeya, ambicionaba el trono. Aprovechando que Al-Munḏir cayó enfermo antes de salir de nuevo desde Córdoba hacia Bobastro, un cirujano, sobornado por ʿAbd Allāh, utilizó una lanceta envenenada para sangrarle. El emir murió el 29 de junio 888 y fue sucedido por ʿAbd Allāh.
La leyenda de su madre Atl
Según un relato probablemente legendario, su madre tenía un carácter soberbio y engreído, por lo que su familia, harta de soportar sus ínfulas, la vendió como esclava en Córdoba. Quien la compró fue la madre del hayib de Muhammad I, Hāšim b. ʿAbd al-’Azīz, a quien le fue regalada.
Cuando el háyib quiso acostarse con ella, se encontró con la negativa por parte de la esclava, cuya obsesión era llegar a ser madre de un califa, algo que, a pesar de la elevada posición de Hāšim, nunca podría conseguir con él. El hayib, enfadado por el rechazo de la muchacha, la golpeó con cierta dureza; ella no sólo no cedió en su postura, sino que se atrevió a amenazar a su amo advirtiéndole de que su hijo se encargaría de tomar cumplida venganza.
En efecto, Atl consiguió la libertad, se casó con el emir Muhammad y tuvo de él un hijo llamado al-Mundir, que acabaría siendo el sucesor de su padre y que, cuando subió al Trono, encarceló y posteriormente hizo dar muerte a Hāšim b. ʿAbd al-’Azīz.