Este sendero es una derivación del GR86, el Sendero Ibérico Soriano.
Desde la salida de Torrevicente (Soria) por la carretera de acceso, tras dar la primera curva, cruza el talud hacia el valle y, acto seguido, toma una vereda en paralelo a la carretera durante escasos metros para abandonarla hacia la derecha. Se desciende por senda de ganado poco definida y, a un centenar de metros, enlaza con otra vereda trazada sobre el fondo de la vaguada, que desemboca en la hoz del río Talegones.
Distancia: 15 km.
Tiempo estimado: 4 h.
Dificultad: Fácil
Ciclabilidad: 75%
Época recomendada: Primavera y otoño
En este punto observamos en frente un pequeño puente de piedra que ignoramos, para dirigir nuestros primeros pasos río abajo, por su margen izquierdo, y adentrarnos en esta espectacular hoz labrada por el agua. Desde este momento hasta llegar a Lumías el recorrido discurre a lo largo de un bonito cañón calizo. Enseguida el sendero franquea unas rocas y a continuación surge de sorpresa la panorámica de los primeros colosos de roca.
A unos dos kilómetros de iniciar la marcha existe un manantial a la derecha del río, al pie de una vaguada surcada por un arroyo que no siempre lleva agua. En sucesivas ocasiones, a lo largo de toda la etapa, el sendero cruza el río por pasos improvisados con grandes piedras, bordea el río o atraviesa alguna pradera donde se desdibuja su traza. De forma intermitente el sendero entra y sale de una variada vegetación riparia de fresnos, chopos y mimbreras o, más lejos del margen del río, de bosquetes con encinas, quejigos y arces.
En los altos de este desfiladero, posiblemente en un lugar llamado Castilviejo, se celebró una famosa batalla entre Almanzor y su suegro Galib en el 981, la batalla de Torrevicente.
El recorrido sigue el río buscando su mejor paso y sin ningún posible desvío. Sólo estad atentos casi al final del cañón, cuando el río se dispone a trazar su última gran curva bordeando una gran fila de paredones, antes de llegar a Lumías. Aquí el sendero se bifurca a la altura de un mojón de deslinde. Sigue por el ramal de la derecha para, un poco más adelante, cruzar el río por unos troncos.
Finalmente el sendero vuelve a cruzar el río, ahora por puente, para entrar en Lumías pasando junto a varias edificaciones, algunas para el ganado. Hemos entrado en el pueblo, aún dentro del mismo cañón.