Muchas de las rutas del camino de Santiago medievales tomaban como base caminos más antiguos como las vías romanas. Este era el caso del primitivo camino francés que seguía, a grandes rasgos, la Via Aquitana.
En el siglo XI Sancho III de Pamplona desvió la ruta más hacia el sur para que entrara en el antiguo condado de Castilla por tierras riojanas. En su nuevo recorrido se aprovechó, al menos desde Varea hasta más allá de Nájera, la antigua Via de Italia in Hispanias que pasaba por Tritium Magallum (Tricio), cerca de Nájera, y continuaba hasta Libia.
Hoy en día el camino francés continua por Santo Domingo de la Calzada y llega a Burgos atravesando los Montes de Oca. Pero había una ramal que seguía la antigua vía romana y que, pasando por Cerezo de Río Tirón llegaba hasta Briviesca, tomando el antiguo camino de peregrinación.

La Vía de Italia in Hispanias en su tramo por el condado de Castilla es descrita en dos itinerarios de Antonino: la número 1 desde Milán a León y la número 32, Ab Asturica Terracone que unía las localidades de Tarracone (Tarragona) y Asturica Augusta (Astorga) a través de Caesaraugusta (Zaragoza), Graccuris (Alfaro), Calagurris Nasica Iulia (Calahorra), Varea (Varea, en las cercanías de Logroño) y Tritium Magallum (Tricio). Ambos coinciden con la Via Aquitana a partir de Virovesca (Briviesca).
El itinerario describe que esta ruta entraba en los antiguos dominios del condado de Castilla por Segisamunclum (Cerezo de Río Tirón) procedente de Libia, enclave romano situado entre las actuales localidades riojanas de Leiva y Herramélluri.
Gracias a las investigaciones de Isaac Moreno, es posible seguir hoy en día con bastante detalle el recorrido de esta vía romana.
Tras cruzar el río San Julián o Encemero, en el punto de su desembocadura con el río Tirón, discurre por el alto de la terraza fluvial, al sur de río Tirón y junto a éste, coincide brevemente con el límite provincial de Burgos y La Rioja y se dirige por al camino llamado la Calzada Vieja, ya desaparecido, hacia Cerezo.
Cruza el río Redecilla cerca del lugar de Los Palacios y luego cruza el río Tirón coincidiendo más o menos con el actual puente moderno.
Atraviesa la población de Cerezo en ligera media ladera, a un nivel superior a lo que lo hace la actual travesía de la carretera y al norte de ésta, pasando sobre los restos del puente romano de San Cipriano sobre el arroyo Rudera.
A continuación cruza sobre el puente de San García en el río del mismo nombre y bordea el alto de Valdemoros, circulando a media ladera paralelo al río. Circunvala la loma de Pilabueyes por el norte y continúa paralelo a la carretera de Quintanaloranco, coincidiendo en buena parte con ella.
Asciende al páramo por el Camino de Cerezo de Riotirón a Briviesca, por la llamada Cuesta de la Varga, hasta coincidir con los límites de los términos municipales de Quintanaloranco y Cerezo, primero, y de Quintanaloranco y Quintanilla San García después, donde recibe el nombre en toda la cartografía de Carrera de los Romanos.
Luego entra en el término municipal de Briviesca por el lugar de Carraquinea, coincidiendo con el antiguo camino de Briviesca. Desde aquí desciende por el valle del arroyo de la Paúl de los Herreros para cruzar el río Bañuelos. Cruza el río y discurre por el camino llamado de nuevo Carrera de los Romanos y vuelve a entrar en término municipal de Briviesca. Desde aquí se dirige por el Camino de la Val de Santa María, hoy desaparecido, que discurría próximo a la actual carretera a Belorado, la BU-710, llegando a la llamada vía Aquitana y a la mansio de Virovesca.
Desde aquí la ruta coincide con la ya mencionada Via Aquitana. Algunas partes de esta ruta han sido recientemente puestas en valor. Se puede realizar el recorrido andando o en bici siguiendo esta ruta.
Importancia de esta vía en el condado de Castilla
Esta vía romana vertebraba toda la comunicación por el valle del Ebro. En la época del condado de Castilla, hasta el siglo X, toda la actual la Rioja estaba en manos musulmanas y, durante muchos años, la familia dominante fue la de los Banū Qasī.
Así que esta sería la ruta que los ejércitos cordobeses y de los Banū Qasī tomaban cuando atacaban desde este territorio los condados de Castilla y de Álava.
La incorporación de Cerezo al reino de León ocurrió a fines del siglo IX. De este modo se comenzaba a controlar este paso estratégico frente a fortalezas musulmanas cercanas como Ibrillos y Grañón. Ibrillos fue tomada en torno al año 904 por Alfonso III y luego asedió Grañón. Ambas fortalezas fueron definitivamente leonesas a partir del 923.
La alianza entre los reinos de León y Pamplona permite que la parte occidental de La Rioja sea conquistada a los musulmanes durante el primer tercio del siglo X, incorporándose al reino de Pamplona y cerrando así el peligro musulmán en esta zona.
Bibliografía
Vías romanas en Castilla y León de Isaac Moreno:
Calzada romana desde Cerezo de Río Tirón a León