Tras las batallas de Simancas y de Alhándega (939), dos grandes derrotas de ʿAbd al-Raḥmān III frente al reino de León, las mesnadas de Ramiro II realizaron varias incursiones contra la frontera del califato de Córdoba. Sabemos de una ellas realizada en la primavera del año 940 por parte de los castellanos contra la frontera de Talamanca. En esta ocasión la victoria fue para las tropas califales.
La noticia de esta batalla de Talamanca del 940 es recogida por el Al-Muqtabis V, pero es mencionada en ninguna crónica cristiana. Así es el parte que se recibió en Córdoba acerca de este enfrentamiento:
En este mes [12 abril – 11 mayo 940] y tras estos partes, llegó otro de Mutarrif b. Di n-Nun, mencionando una incursión suya y de sus compañeros a la frontera de Talamanca, al saber que el enemigo salía hacia ella. Los castigó, pues Dios le dio la victoria, y los persiguió en derrota, causándole muchas bajas hasta que las tinieblas los separaron, y marchándose victorioso tras haberlos cogido muchos caballos, cuyo número detallaba. Estos triunfos se sucedían por todas partes con general júbilo, hasta olvidarse la rota de Alhándega
Tropas castellanas, probablemente de las zonas fronterizas de Haza y otras lugares de la frontera del Duero como Roa o Clunia se dirigieron hacia Talamanca. Pero fueron frenados por las tropas califales agrupadas en Talamanca y dirigidas por Mutarrif b. Di n-Nun. Las tropas castellanas fueron derrotadas y perseguidas hasta el anochecer. Los cordobeses obtuvieron un gran número de caballos como botín. No es posible asegurar que el Fernán González, conde de Castilla y Álava, participara en este lance.