Portada » Personajes » Aragonta González, segunda esposa de Ordoño II

Aragonta González, segunda esposa de Ordoño II

por Javier Iglesia Aparicio
0 comentarios 1,1K visitas 4 min. de lectura
A+A-
Reset
Iglesia de Salceda de Caselas

[¿? – Santa María de Salceda, Salceda de Caselas, c. 977] Reina consorte de León (922-923), segunda esposa de Ordoño II.

Hija del conde gallego Gonzalo Betótiz de Deza y de Teresa Eriz. Era prima de San Rosendo

Tras el fallecimiento de Elvira Menéndez, y según cuenta la Crónica de Sampiro, Ordoño II escogió otra mujer, nativa de Galicia, llamada Aragonta. Aragonta se convirtió en la segunda esposa de Ordoño II, pero la unión duró muy poco tiempo.

En el año 923, según Sampiro, fue repudiada por Ordoño porque no le agradaba. Según Rodrigo Jiménez de Rada, la repudió porque no se fiaba de ella. Ambos dicen, quizás justificando al rey, que cumplió penitencia por este acto.

No tuvo descendencia con él. Se retiró al monasterio de Santa María de Saliceta (Salceda de Caselas)¹, en las cercanías de Tuy, que había sido fundado por sus padres en el 914. Allí permaneció hasta su muerte.

Aragonta hizo donaciones a los monasterios de Carboeiro (929), San Lorenzo de Nogueira (Meis), Piloño, Lantaño, Pesegueiro, Camanzo, Celanova y Vilanova da Condesa; todos fundados por su familia. Al monasterio de San Lorenzo de Carboeiro, que acababan de fundar sus padres, le dio el lugar de Adanario, que había recibido del rey de Galicia Sancho Ordóñez en cambio de algunas granjas que constituían parte de la dote que le había señalado Ordoño II.

En torno al año 956, en compañía de su hermano, el conde Pelayo González,  dejó cinco partes de las 10 salinas que, sin su permiso, habían hecho en los alrededores  en Salnés, a los habitantes de aquellas tierras.²

Su fecha de defunción debió de ser poco anterior al año 977 pues en la hagiografía de San Rosendo (muerto en el 977) se cuenta justo antes de su muerte un hecho milagroso en el que participa la reina Aragonta.  

Aragonta fue sepultada en el mismo monasterio de Santa María de Salceda, hoy desaparecido. Los únicos vestigios que se conservan del monasterio de Santa María de Salceda es el nombre de Porta da Raiña o Puerta de la Reina como se llama la del lado norte de la iglesia parroquial de Santa María de Salceda (en la imagen), edificada en el año 1769, y un campo al lado que llaman O Mosteiro.

San Rosendo y la muerte de Aragonta

Cuenta la vida de San Rosendo que un día, estando Aragonta muy enferma, solicitó la visita de su santo pariente. San Rosendo salió de Celanova hacia donde se encontraba retirada Aragonta. Cuando estaba en Sande escuchó un coro angelical que cantaba dulce y suavemente.

San Rosendo se apeó de la mula y se tendió en el suelo, donde estuvo un rato postrado. Después se levantó y dijo a quienes le acompañaban que ya no había necesidad de continuar el viaje pues la reina Aragonta ya había muerto y que el Señor le había revelado que iba hacía la salvación acompañada de los Ángeles.³


  1. Flórez, Enrique: Memorias de las reynas catholicas, I, 2ª edición, Madrid, 1790, págs. 85-87.
  2. Galicia Diplomática, año IV, nº 12. Enero de 1889
  3. Flórez, Enrique: Memorias de las reynas catholicas, I, 2ª edición, Madrid, 1790, págs. 85-87.