Unos pocos cientos de metros alejada del casco urbano de Canduela (Palencia) se encuentra la ermita románica de Santa María. La construcción permaneció en la más absoluta ruina y olvido hasta que, en 1990, fue objeto de una restauración por parte del Centro de Estudios del Románico de Aguilar de Campoo.
También se efectuó una excavación arqueológica en la iglesia, que puso al descubierto un afloramiento de cuarcita que presentaba dos tumbas antropomorfas excavadas, a unos 5 m al noroeste del ábside. Por otra parte, la remoción de las tierras que trajo consigo las obras del ferrocarril y acumuladas junto al muro norte de la ermita puso al descubierto parte de este afloramiento de arenisca, observándose en algún punto ciertos cortes que quizás obedezcan a otros enterramientos de idéntica tipología, lo que pone de manifiesto la existencia de una necrópolis en dicho lugar.
En la ficha arqueológica se advierte que en 1991, al sur de la iglesia se podían ver ciertos montículos que indujeron a plantear la posibilidad de la existencia de edificaciones en este punto. Con el objeto de preservar este espacio se niveló el terreno de modo que cuando se observa en la actualidad no se aprecia nada.
En el término municipal de la localidad palentina de Canduela se encuentran cinco conjuntos de necrópolis altomedievales. El más grande, mejor conservado, incluso con restos de su antigua iglesia se encuentra a unos 2 km. al este, en un bosquete de robles. Se trata de la necrópolis de Valdelobera. Los otros son la necrópolis de San Adrián, la de la ermita de Santa María y la sepultura aislada de La Carcavada.