Continuación de la saga iniciada por Campeador. El origen. Martín Jimeno, el escudero fiel de Diego Laínez y de Rodrigo Díaz de Vivar, continúa la lectura de su libro a la princesa Jimena sobre las memorias del Campeador y de su padre.
En este segundo volumen, Rodrigo ha cumplido veinte años y su fuerza y destreza con las armas han aumentado considerablemente hasta el punto de que ya no tiene rival, a excepción de su maestro Fabio Roseti. Rodrigo se inicia en el mundo guerrero en las tierras de Cantabria. Esta experiencia se suma a su educación en el cenobio de Cardeña y en la escuela de palacio, donde ha surgido una amistad sincera con el infante Sancho El Fuerte. Pero su amor a la lucha confronta con sus escrúpulos cristianos a la hora de llevar a cabo su oficio de soldado y, por ello, durante su juventud y su madurez sufre una lucha interior entre el bien y el mal.
El joven Rodrigo se gana por méritos propios el adjetivo de Campeador por su constante maestría en el campo de batalla. Además, se debate entre el amor hacia dos mujeres: la infanta Urraca y Jimena. También, debe enfrentarse a algunos episodios familiares que generan dolor en la casa de Vivar. Pero las disputas internas entre los infantes, junto a la envidia y el recelo de una parte de la alta nobleza enemistan a Rodrigo con el rey Alfonso VI, hasta el punto de que su vida da un giro inesperado.