Portada » Personajes » Urraca Fernández, infanta de León

Urraca Fernández, infanta de León

por Javier Iglesia Aparicio
8 comentarios 4,9K visitas 21 min. de lectura
A+A-
Reset
Cáliz de doña Urraca

[¿Burgos?, 1033/1037 – c. 1103] Infanta de León. Llamada Urraca de Zamora.

Urraca Fernández era la mayor de los cinco hijos de Fernando I de León y de la reina Sancha.

Miniatura de Urraca Fernández, hija de Fernando I, en el Tumbo A de la catedral de Santiago de Compostela
Miniatura de Urraca Fernández, hija de Fernando I, en el Tumbo A de la catedral de Santiago de Compostela

Según la Historia Leonesa o Silense, Urraca Fernández nació antes de que sus padres accedieran al reino de León (junio de 1038), en fecha difícil de precisar, tal vez 1033 (Menéndez Pidal) o 1036-1037 (Sánchez Candeira). 1 Por lo tanto, probablemente lo hiciera en Burgos, la capital del condado de Castilla que, en ese momento era el dominio de Fernando.

Fernando I dispuso que sus hijos, incluyendo las infantas Urraca y Elvira, fuesen educados en las llamadas “disciplinas liberales” —el trivium y el quadrivium—, con las que el propio rey se hallaba familiarizado.

El nombre de la infanta, al igual que el del resto de sus hermanos, aparece con frecuencia en diplomas de la cancillería real emitidos por sus padres.

El 24 de abril de 1043 Fernando ya nombra a sus cinco hijos en una donación al monasterio de San Andrés de Espinareda. El 26 de abril de 1046 aparece por primera vez la firma de Urraca. Como Urraca (Urraca filia regis) aparece en sendos documentos del 31 de agosto de 1050 procedente de San Pedro de Cardeña junto a su padres y hermanos. 2

El 26 de diciembre de 1059 los reyes confirman los privilegios del obispado de Palencia a su obispo Miro y delimitan su territorio, Urraca aparece como testigo 3; el 1 de mayo de 1061 4 aparecen los cinco hijos del rey en Oviedo; el 20 de abril de 1062 los reyes conceden al monasterio de Arlanza diversas propiedades 5; el 23 de diciembre de 1063 6; y el 10 de marzo de 1065 en una donación de sus padres a la catedral de Santiago de Compostela: Urraca filia regis. 7

Firma de Urraca

Urraca Fernández y los conflictos de sus hermanos (1065-1072)

Urraca jugó un destacado papel en los conflictos que hubo entre sus tres hermanos varones por el reparto del reino paterno.

Se sabe que la infanta Urraca se ocupó tempranamente de la educación de su hermano Alfonso, unos ocho años más joven que ella, por quien sintió, al decir de las fuentes, un intenso afecto maternal. Como se verá, Urraca brindó siempre su apoyo a Alfonso frente a Sancho y García.

Al fallecer Fernando (1065), sus dominios fueron repartidos entre Sancho II (Castilla), García II (Galicia) y Alfonso VI (León) mientras que a Urraca y Elvira les concedieron sendos infantazgos, compuestos por el patronato y las rentas de numerosos monasterios de patronato regio, aunque con la condición, según la Historia Silense, de que vivieran “sin cópula marital”.

La historiografía más actual rechaza la noticia recogida por Rodrigo Jiménez de Rada, en su De rebus Hispaniae, procedente de fuentes juglarescas, de que Urraca y Elvira heredaron respectivamente el gobierno de las ciudades de Zamora y Toro.

Tras la batalla de Golpejera (enero de 1072), en la que Alfonso VI fue derrotado por Sancho II de Castilla, la infanta Urraca medió ante éste para que permitiera al destronado Alfonso refugiarse junto a su vasallo al-Ma’mún de Toledo.

En los meses inmediatos, Urraca se opuso con decisión al programa unificador del monarca castellano. En consecuencia, Sancho II asedió la plaza de Zamora, bastión de sus oponentes, y murió allí asesinado (octubre de 1072).

La participación de Urraca en el magnicidio, solo mencionada en crónicas tardías, no es posible verificarla.

Urraca Fernández como consejera de Alfonso VI

La Historia Silense afirma expresamente que Alfonso VI, tras su restauración, recabó el consejo de su hermana. Confirma ese dato la presencia de Urraca en los primeros diplomas que Alfonso VI emitió en los meses finales de 1072. En un documento del cartulario de Eslonza se dirige a ella como dilectissima adque amantissima soror mea domina Urraca.

Urraca Fernández mantuvo su apoyo a Alfonso incluso en su actuación contra su hermano García II de Galicia, a quien Sancho II había depuesto en la primavera de 1072. Alfonso VI recluyó a García en el castillo de Luna (León), donde permaneció hasta su muerte, acaecida en 1090.

Es indudable que desde la restauración de Alfonso VI en trono, Urraca asume una labor política importante, y así se prolongó hasta su muerte, aunque parece que su influencia disminuye a partir del 1080, cuando Alfonso VI se casa con Constanza.

Los datos disponibles reflejan, entre otros hechos, que Urraca desempeñó un papel importante, siguiendo instrucciones de Alfonso VI, en el proceso de traslado de la sede episcopal de Oca al nuevo emplazamiento de Burgos. Existe un documento datado en el 1074 suscrito por Urraca y su hermana Elvira (Urraca et Elvira Ferdinandi Imperatoris magni filiæ) el cual se afirma la transferencia de la sede de Oca (Auca) a la iglesia de Santa María de Gamonal (ecclesiam S. Maride Campo de Gamonare).8

También figura junto al rey, en posición eminente, en varios de los diplomas reales que documentan las principales asambleas judiciales o concilia del reinado.

La cercanía de Urraca y Alfonso ha dado pie a interpretaciones que pueden ser consideradas como maledicentes. El ejemplo máximo es el del historiador musulmán Ibn Idarí, quien menciona la existencia de relaciones incestuosas entre ambos. Algún otro narrador tardío afirma, incluso, que ambos contrajeron matrimonio. En la línea de exaltación del vínculo entre los hermanos, el cronista Lucas de Tuy dice que Alfonso VI otorgó a Urraca el título de reina, noticia que carece de respaldo diplomático.

Colección diplomática de Urraca Fernández

La colección diplomática de doña Urraca, relativamente abundante, coincide en buena medida, en cuanto a los destinatarios, con la de su hermana la infanta Elvira, dato que refleja la cercanía de ambas y unas líneas de acción comunes.

Comprende donaciones a distintos obispados (Santiago, Tuy, León y Burgos) y monasterios (Eslonza y San Isidoro de León —sobre los que Urraca ejerce singular autoridad—, Dueñas, Oña y Covarrubias).

  • Urraca Fredenandi principis filia” donó una propiedad “in valle de vice territorio Portugale” a Santiago de Compostela 25 junio 1066. 9
  • Burgensis dominans, tocius Castelle rex…Sancius” donó una propiedad al monasterio de San Millán de la Cogolla el 18 enero [1067], suscrito por “domna Urraca soror regis, domna Elvira soror regis…“. 10
  • Adefonsus rex” donó “hereditates quos ganabit pater meus de comite Flagino Fredenandiz…secus flubio Estola, territorio Aquilare” y “uilla…Cento Fontes qui fuit de abio meo comes Fredenando Ueremudiz…in ripa de Estola…et monasterio de Cisterna” y “alias hereditates que fuerunt de comitisssa domina Geluira filia comes Faffila Fernandiz…in ripa de Estola et in illa terra de Sumontia” a “soror mea domina Urracca prolis Fredenandiz” el 15 octubre 1071. 11
  • El rey Alfonso VI y su hermana Urraca presencian un intercambio de bienes entre San Pedro de Cardeña y San Millán de la Cogolla el 7 de diciembre de 1072. 12
  • Urraca et Elvira Ferdinandi Imperatoris magni filiæ” transfieren el obispado de Oca a Gamonal “ecclesiam S. Maride Campo de Gamonare” el 1074.
  • Alfonso VI confirma donaciones a San Millán de la Cogolla en presencia de sus hermanas Urraca y Elvira el 16 de junio de 1074. 13
  • Urraka [et]…Gelvira sorores mihi” confirman una donación a Cluny del rey Alfonso VI “Adefonsus…princeps” el 22 mayo 1077. 14
  • Urraca soror regis, Gelvira soror regis…” suscribe una carta del 17 de agosto de 1077 que es un acuerdo entre el obispo Diego Peláez y el abad de Antealtares, San Facundo. 15
  • …Urraka Fredinandi regis et Santie regine filia…” suscribe una carta de marzo del 1099 en la cual el rey Alfonso VI dona el monasterio de Santa María de Algadefe al monasterio de Eslonza. 16
  • Urraka Fredenandi regis et Sanciæ regine filia” dona varios monasterios a al monasterio de Eslonza el 14 mayo 1099. 17
  • Su hermana Elvira (“Geloira Fredenandi principis“), en su lecho de muerte, confirma su donación del monasterio de Piloño a Santiago de Compostela el 13 noviembre 1100, suscrito por “Urraca soror eius“. 18
  • Urraka prolis Fredenandi regis et Sanzia regina filia” dona propiedades al abad de Covarrubias el 13 noviembre 1103. Su última aparición documental. 19

El cáliz de doña Urraca y otras obras

El conocido como cáliz de doña Urraca es una pieza de orfebrería románica del siglo XI que se conserva en el museo de la Basílica de San Isidoro de León.​ Está formado por dos vasos romanos orientales de ágata-ónice unidos y recubiertos de oro en la copa, el nudo y la peana, dejando al descubierto parte de la copa y casi toda la peana.

Cáliz de doña Urraca
Cáliz de doña Urraca

Para realizarlo, la infanta Urraca ofreció sus propias joyas, razón por la que su nombre (como donante que fue de la pieza a la iglesia y monasterio de San Isidoro) figura en el nudo, en una inscripción latina que dice:

In Nomine D[omini] Vrracca Fredina[n]di

que traducido al español significa:

En el nombre del Señor, Urraca [la hija] de Fernando [I].

Según la teoría de Margarita Torres Sevilla y José Miguel Ortega del Río, el fragmento de vaso de ágata sería el Santo Grial, enviado a Fernando I por el rey ʿAlī ben Muyahid de Denia por mediación de los fatimíes de Egipto.

El nombre de Urraca también aparece en el Liber canticorum et orarum de Sancha que fue realizado por Cristóbal en 1059 para su madre Sancha. En la llamada confesión «ego misera et pecatrix Sancia» en la que posteriormente se añadió también el nombre de Urraca demostrando cómo la infanta seguía los pasos de su madre. Se encuentra al comienzo del folio 179r.

En esta página del Liber Canticorum, arriba a la izquierda se aprecia el nombre Urracka sobre el de su madre Sancia.

Es muy posible que Urraca y su hermana Elvira fueran las impulsoras de la renovación final del Panteón Real de León y del resto de la colegiata de San Isidoro, obra iniciada por sus padres.

Urraca de Zamora y el Cid

Según la tradición Urraca Fernández fue madrina de Rodrigo Díaz de Vivar, cuando fue investido caballero en la iglesia de Santiago de los Caballeros de Zamora en el año 1060.

Asimismo, durante el cerco de Zamora por Sancho II, la leyenda sitúa en la llamada puerta de doña Urraca el lugar donde la infanta y el Cid se entrevistaron en 1072. La actuación de Urraca dio lugar a numerosas leyendas y tradiciones ya desde antiguo tal y como puede verse en este interesante artículo: La infanta Urraca y el cerco de Zamora en la historiográfica medieval castellana y leonesa.

La puerta formaba parte de una abertura del primer cordón de murallas de la ciudad. Posee un arco de medio punto que da a una calle estrecha del interior de la ciudad. Los restos de su palacio se encuentran adosados a esta entrada.

Se conserva muy deteriorado un relieve que representa a la reina doña Urraca asomada a la ventana de su palacio, con el lema: Afuera, afuera Rodrigo, orgulloso castellano. Palabras, que según el Romancero, le dirigió la reina al Cid, cuando éste le propuso que cediera al asedio de la ciudad a su hermano Sancho II.

Puerta y palacio de doña Urraca en Zamora

Según diversos documentos antiguos, Urraca, dolida por la muerte de su hermano, fundó la cofradía de Nuestra Señora de San Antolín o de la Concha, con la obligación de asistir una vez al año al lugar donde había fallecido Sancho II a rezar un responso; lo que se sigue haciendo en la actualidad cada mañana del lunes de Pascua de Pentecostés en la romería de la Virgen de la Hiniesta.  

Fallecimiento y sepultura de Urraca Fernández

Según los Anales Toledanos I, redactados en el siglo XIII, Urraca (la Reyna Doña Urraca, parienta del Rey Ferrando è de la Reyna Doña Sancha) falleció en el año 1101. Sin embargo, viendo que existe un documento de una donación suya del 1103 podemos concluir que falleció después de esa fecha.

Recibió sepultura en el Panteón de Reyes de San Isidoro de León, donde yacen sus progenitores, así como dos de sus hermanos, el rey García de Galicia y la infanta Elvira de Toro.

En el sepulcro de piedra en el que fueron depositados los restos mortales de la infanta fue esculpido el siguiente epitafio latino, realizado en dos momentos tal y como se aprecia en su distinta grafía y se ha de leer en líneas alternas. Aquí, para su mejor comprensión escribimos primero el más antiguo de forma contigua y luego el más moderno:

Nobilis Urraca jacet hoc tumulo
tumulata, Hesperiaeque decus, heu tenet hic
loculus; haec fuit optandi proles Regis,
Ferdinandi : ast Regina fuit Sancia, quae
genuit. Cencies undecies sol volverat, et
semel annum, carne quod obtectus sponte
obiit Era MCXXXVIIII

En este túmulo está sepultada la noble Urraca,
la honra de España está en este pequeño lugar.
Fue hija del amable rey Fernando y la reina Sancha.
Mil y ciento y una vez había dado el sol la vuelta
del mundo desde el año que se vistió de carne
queriéndolo él así.
Murió en la era 1139 (año 1101)

H. R. Domina Urraca Regina Zamora
filia magni Regis Fredinandi, haec ampli
ficabit Ecclesiam istam, et multis muneribus
ditavit et quia beatum Isidorum, super
omne diligebat ejus servitio subiu
gavit
Aquí descansa doña Urraca reina de Zamora
hija del rey Fernando el Magno. Ella amplió
esta iglesia y la enriqueció de dones; y porque amó
a San Isidoro sobre todas las cosas del mundo,
se sujetó a su servicio


  1. Sánchez Candeira, Alfonso: Castilla y León en el siglo XI. Estudio del reinado de Fernando I, Real Academia de Historia, Madrid, 1999, pág. 226
  2. Op. cit. Apéndice I, doc. 21, doc. 26 y docs. 41 y 42.
  3. Op. cit. Apéndice I, doc. 55.
  4. Op. cit. Apéndice I, doc. 58.
  5. Op. cit. Apéndice I, doc. 64.
  6. Op. cit. Apéndice I, doc. 67 y 68.
  7. Op. cit. Apéndice I, docs. 73 y 74.
  8. Flórez, Enrique: España Sagrada XXVI, Madrid, 1772, Apéndices, p. 456.
  9. López Ferreiro, A.: Historia de la Santa Iglesia de Santiago de Compostela, 1899, Tomo II, Apéndice, XCVII, p. 245.
  10. San Millán de la Cogolla.
  11. Vignau Ballester. V (ed.): Cartulario del monasterio de Eslonza, Madrid, 1885, Parte I, V, p. 8.
  12. San Millán de la Cogolla.
  13. San Millán de la Cogolla.
  14. Bernard, A. & Bruel, A. (eds.): Recueil des chartes de l’abbaye de Cluny, Paris, (1876-1903), Tomo IV, 3508, p. 625.
  15. López Ferreiro, A. (1900) Historia de la Santa Iglesia de Santiago de Compostela, 1900, Tomo III, Apéndice, I, p. 1.
  16. Vignau Ballester. V (ed.): Cartulario del monasterio de Eslonza, Madrid, 1885, Parte I, VI, p. 10.
  17. Vignau Ballester. V (ed.): Cartulario del monasterio de Eslonza, Madrid, 1885, Parte I, VII, p. 13.
  18. López Ferreiro, A. (1900) Historia de la Santa Iglesia de Santiago de Compostela, 1900, Tomo III, Apéndice, XV, p. 50.
  19. Serrano, L. (ed.): Cartulario del Infantado de Covarrubias, Fuentes para la Historia de Castilla por los pp. benedictinos de Silos, Tomo II, 1907, XX, p. 50