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Abu-l-Fawz Naya al-Siqlabí al-Alawí, rey de la taifa de Málaga

por Javier Iglesia Aparicio
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Alcazaba de Málaga

[¿? – 1042/1043]. En árabe نجاء الصقلبي. Rey de la taifa de Málaga (1042)

Abū-l-Fawz Naŷā’ al-‛Alawī al-Siqlabī es un eunuco siqlabí que ya formaba parte de la corte del hammudí de Yaḥyà ben ʿAlī. Acompañó a Ḥasan b. Yaḥyà mientras este ejercía como gobernador de Ceuta y de los dominios norteafricanos de los hammudíes bajo Idrīs I.

Cuando falleció Idrīs I, en la corte malagueña se hizo caso omiso del designio como sucesor de Ḥasan b. Yaḥyà y se nombró califa y rey de la taifa de Málaga a su hijo Yaḥyà II.

Naŷā’ inmediatamente maniobró para nombrar en Ceuta como califa a Ḥasan b. Yaḥyà. Al poco tiempo Ḥasan cruzó el estrecho de Gibraltar y logró hacerse con el poder en Málaga en Ŷumādà II de 431H (23-II/23-III-1040).

Naŷā’ permaneció en Ceuta pero siguió influenciando a Ḥasan b. Yaḥyà. Se sospecha que fue quien incitó la muerte del antiguo visir de Málaga Ibn Baqqana para que fuera sustituido por un mercader afecto a Naŷā’ llamado as-Satifi.

Existe un hecho no del todo aclarado que relaciona a Ḥasan ben Yaḥyà, su hermano menor Idrīs y al propio Naŷā’. Según unas fuentes, Hasan ordenó hacer prisionero a su hermano Idrīs; según otras fue as-Satifi quien lo apresó por órdenes de Naŷā’, tras la muerte de Hasan ben Yaḥyà (diciembre 1042).

Gobierno de Naŷā’ en Málaga (1042)

Sea como fuere, tras la muerte de Ḥasan b. Yaḥyà, Naŷā’ parte de Ceuta para hacerse con el gobierno de la taifa de Málaga. Una vez en el poder, trató de recuperar la taifa de Algeciras, gobernada por Muḥammad b. al-Qāsim y Ḥasan, dos hijos de al-Qāsim b. Ḥammūd. Pero no tuvo éxito.

Asesinato de Naŷā’

Tras este fracaso, Naŷā’ regresó a Málaga pero al poco fue asesinado. Existen dos versiones de su muerte. Según la Crónica anónima de los reyes de taifas:

Uno de los esclavos del padre de ambos [príncipes de Algeciras], al-Qāsim b. Ḥammūd, penetró inopinadamente una noche en la tienda [de Naŷā’] y lo asesinó, le cortó la cabeza, la puso en lo alto de una pica y recorrió con ella aquella región. Luego la introdujo en Málaga. Entonces el vulgo se sublevó contra as-Satifi, lo mató y crucificó. Las cabezas de los dos fueron clavadas en sendos palos.

Crónica anónima de los reyes de taifas, trad. Felipe Maíllo Salgado, p. 21

Según al-Bayan al-Mugrib de Ibn Idari, la muerte vino por parte de sus propios soldados bereberes en el regreso hacia Málaga:

[…] y se marchó hacia Málaga; más cuando estaba en camino acordaron matarlo los bargawata que estaban en su compañía. Eran contríbulos por parte de la madre de Ḥasan b. Yaḥyà, y sus clientes, así pues dijeron:

“Acaso abandonaremos a nuestros señores y seguiremos a un esclavo mameluco [y] capón?”.

Entonces se le atravesó uno de ellos y le dijo:”La soldada”. Le contestó:”En Málaga, si Dios quiere”. Le dijo: “Te has ensoberbecido”. Le respondió: “¿Yo?”, y levantó su mano con la lanza; más he aquí que él estaba desguarnecido, no tenía coraza, entonces [el otro] se volvió detrás de él, a fin de poder alcanzarlo, y le dio una lanzada entre los dos omóplatos, un lanzazo que le salió del pecho, y así murió Abu-l-Fawz Naŷā’; le cortaron la cabeza y la colgaron de un árbol.

Ibn Idari, al-Bayan al-Mugrib, trad, Felipe Maíllo Salgado, p. 182

Tras su muerte, Idrīs II b. Yaḥyà fue liberado de su prisión y proclamado rey de la taifa. Esto ocurrió el día del jueves 6 de uno de los dos meses de yumada del año 434H (22 de diciembre 1042 ó 21 de enero de 1043).