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1. Introducción. Primera parte – Las Mocedades de Rodrigo

por Javier Iglesia Aparicio
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Primer folio del manuscrito de las Mocedades de Rodrigo, actualmente en la Biblioteca Nacional de París

PRIMERA PARTE: ANTECESORES DEL REY FERNANDO Y FUNDACIÓN DE LA DIÓCESIS DE PALENCIA

Panorama político hispano

1. E remaneçió la tierra sin señor cuando morió el rey Pelayo.
Este rey Pelayo avía una fija de ganancia,
e fue cassada con el conde don Suero de Casso.
Et fizo en ella el conde don Suero un fijo que dixieron don Alfonso.
E a este don Alfón fizieron rey de León.1

2. E los castellanos bevían en premia, e avían guerra con Navarra e con Aragón,
e con los moros de Sant Estevan de Gormaz e de León e de Sepúlbeda.
E era Olmedo de moros, e dende adelante
la tierra frontera que avía Castilla: Bilforado e Grañón.
Et de la otra parte era Navarra frontera de León e de Carrión e de Saldaña.2

Los jueces de Castilla

3. Et porque los castellanos ivan a cortes al rey de León con fijas e mugieres,
por esta razón fizieron en Castilla dos alcaldes:
e quando fuesse el uno a la corte, qu’el otro manparasse la tierra.
¿Quáles fueron estos alcaldes?
El uno fue Nuño Rassura, e el otro Laín Calvo.
Et ¿por qué dixieron a Nuño Rassura este nombre?
Porque cogió de Castilla señas eminas de pan.
E fizo voto a Santiago que les ayudasse contra los moros.
E el conde fue aqueste Nuño Rassura, de Sant Pedro de Arlança. 3

4. E este Nuño Rassura ovo un fijo, que l’ dixieron Gonçalo Núñez; 4
et porque era malo e traviesso quíssolo el padre matar,
e fuesse para el rey moro Guibén, señor de Madrid.
E falló allá a doña Aldara Sánchez, fija del rey don Sancho Ramírez de Navarra,
que andava mala mugier con los moros;
e pediola por mugier, que acá non gela daríen.
E cassó con ella, e tráxola a Castilla.
E fizo en ella tres fijos; e los mayores non valieron nada;
et el menor fue el conde Fernand Gonçález, que mantovo a Castilla muy grant tiempo.
Et ovo de aver contienda con el rey Sancho Ordóñez de Navarra.
Et este rey don Sancho Ordóñez fizo vistas
con el conde Ferrand Gonçález en un lugar que diçen Vañárez;
e yendo el conde seguro, príssol’ el rey en engaño
et llevólo presso a Tudela a Navarra.

5. Et yaziendo el conde presso, sacólo doña Costança,
hermana del rey don Sancho Ordóñez;
et yaziendo el conde en los fierros, tomólo la infanta a sus cuestas,
et dio con él en un monte.
Et encontraron a un açipreste de aí, de Tudela de Navarra,
et dixo que si la infanta non le fiziesse amor de su cuerpo, que los descobrería;
et la infanta fue a abraçarlo;
et teniéndole la infanta abraçado, llegó el conde con sus fierros,
et matolo con el su cochillo mismo del açipreste.

6. Et tendiendo la infanta los ojos, vio venir grandes poderes,

I
Fernán González y la exención de Castilla

Et dixo al conde «Muertos somos, ¡mal peccado!,
ca haevos aquí los poderes del rey don Sancho mi hermano.»
Et el conde tendió los ojos e fue los poderes devissando,
et conoçió los poderes, e fue muy ledo e muy pagado.
E dixo a la infanta: «Esta es Castilla que me suele bessar la mano.»
Et la infanta paró las cuestas et cavalgó muy privado
en la mula del açipreste el conde […],
et de pie iva la infanta; et salió del monte privado.
E quando lo vieron los castellanos, todos se maravillaron:
mas no l’ bessaron la mano, nin sennor no l’ llamaron,
ca avían fecho omenaje a una piedra que traxieran en el carro,
que traían por sennor, fasta que al conde fallaron.
Et tornaron la piedra a senblança del Castellano
al Monte de Oca, al logar donde la sacaron:
E todos al conde por sennor le bessaron la mano.
Este conde Fernand Gonçález, después que en Castilla fue alçado,
mató al rey don Sancho Ordóñez de Navarra, […]
et él fuera en degollarlo con su mano.
Et non quería obedeçer el conde a moro nin christiano:
et enbiol’ dezir al rey de León, fijo de don Suero de Casso,
don Alfonso avía por nonbre. El rey enbió al conde enplazarlo,
que l’ veniesse a vistas: e fue el conde muy pagado. 5

Vistas de Fernán González y el rey de León

Cavalgó el conde commo omne tan lozano,
e a los treinta días contados fue el conde al plazo.
Et el plazo fue en Saldanna, e començóle él a preguntarlo:
«Et yo maravillado me fago, conde, cómmo sodes ossado
de non me venir a mis cortes, nin me bessar la mano,
ca siempre fue Castilla de León tributario,
ca León es regno et Castilla es condado.»
Essas oras dixo el conde: «Mucho andades en vano:
vos estades sobre buena mula gruessa, e yo sobre buen cavallo;
porque vos yo sofrí me fago mucho maravillado,
en aver sennor Castilla et pedirle vos tributario.»
Essas oras dixo el rey: «En las cortes será juzgado
si obedeçerme devedes; si non, fincatvos en salvo.»
Essas oras dixo el conde: «Lleguemos ý privado.»

El caballo y el azor

En León son las cortes. Llegó el conde lozano:
un cavallo lieva preçiado, et un azor en la mano.
Et conprógelo el rey por aver monedado:
en treinta e çinco mill maravedís fue el cavallo et el azor apreçiado.
Al gallarín gelo vendió el conde, que gelo pagasse a día de plazo.
Largos plazos passaron, que non fue el conde pagado:
nin quiríe ir a las cortes, e menos de entregarlo.
Con fijos e con mugieres, castellanos van a las cortes de León.
E conde Fernand Gonçález dixo al rey atanto:
«Rey, non verné a vuestras cortes, a menos de ser pagado
del aver que me devedes, de mi azor e de mi cavallo.»
Quando contaron el aver, el rey non podía pagarlo:
tanto creçió el gallarín que lo non pagaría el regnado.
Venieron abenençia el rey et el conde lozano,
que quitasse a Castilla: el conde fue mucho pagado,
plogol’ al conde, quando oyó este mandado.
Assí sacó a Castilla el buen conde don Fernando,
aviendo guerra con moros e con christianos
a toda parte, de todo su condado. 6

Descendientes de Fernán González

Avía el conde un fijo, que Garçi Fernández fue llamado.
Si el padre fue buen guerrero, el fijo fue atamaño;
con fija de Almereque de Narbona, el conde Garçi Fernández fue cassado;
et con ella fizo un fijo, que dixieron el conde don Sancho.
Quando a los VII annos los infantes de Salas mataron,
morió el conde Garçi Fernández, cortés infançón castellano.
[…] El buen conde don Sancho,
e dexóles buenos previllejos et buenos fueros con su mano.
Et fue reçebir fija del rey de León, nuera del conde don Suero de Casso;
et en ella fizo un fijo, quel dixieron por nonbre Sancho.

Sancho Abarca, primer rey de Castilla

Atanto salió de cazador en el monte qu’ él non cogía el poblado.
Pússo’l por nonbre el padre Sancho Avarca, por amor de devisarlo.
Desque vio el padre que era de edat, a Burgos fue llegado.
A los treinta días conplidos, ayúntase ý los castellanos.
Desque los vio el conde, en pie fue levantado:
«Oítme, castellanos: a buen tiempo so llegado
por vos fazer más merçed que nunca vos fizo omne nado;
el conde Fernand Gonçález, mi avuelo, sacóvos de tributario;
el conde Garçi Fernández, mi padre, […]
e yo divos fueros e previllejos confirmados con mi mano:
de condado que es Castilla, fágovosla reinado.
Fagamos mío fijo Sancho Avarca rey, si vedes que es guissado:
nieto es del rey de León, non ha que l’ diga ome nado
que non sea rey de Castilla, ninguno non será ossado;
si non, aquel quien lo dixiesse, bien sabría vedarlo.»
Mucho plogo a castellanos, quando oyeron este mandado:
A Sancho Avarca bessan las manos, et, «¡real! ¡real!» llamando,
por Castilla dan los pregones, por tan buen rey que alçaron.

II

Este fue el primero rey que castellanos ovieron;
con grand onra e grand prez, grandes alegrías fezieron.

III

El buen rey Sancho Avarca comenzó de reinar,
e mandó fazer sennas tendidas en cada logar.
Con fija del rey de Françia se ovo a despossar,
et diógela de grado, non le fezieron ál:
et la infanta dizen donna Isabel, e ésta fue reina de prestar.
El rey don Sancho Avarca fue por ella, ca tienpo avía de cassar:
a los puertos de Aspa gela traxieron, […]
El rey de Francia […]
[…] Et él allí fuela tomar.
Grandes alegrías han en Espanna, quando el rey con la reina vieron tornar,
et mayor los castellanos, quando la mano le fueron bessar.
Et el conde don Pedro de Palençia a Burgos le fue conbidar:
«Rey don Sancho Avarca, por amor de caridat,
fijo del conde don Sancho, mi sennor natural:
vayamos a Palençia con mío conbite tomar,
ca sienpre vos serviré mientras mi vida durar.»

IV

Dixo estonçe el rey bueno: «Fazerlo he de grado,
en tal que en la mi vida nunca seades menguado.»

V
Sancho Abarca en Palencia

Esto fue nueve días ante de Sant Iohan,
quando el rey don Sancho llegó a Palençia yantar.

VI
La cueva de San Antolín7

Bravo era el val de Palençia, ca non avía ý poblado,
si non do llaman Santa María el Antigua, do morava el conde lozano.
Saliéronse a folgar, desque ovieron yantado,
e passaron las aguas, amos de mano a mano.
Afondóse la mula, con el rey, en un soterranno:
acórrense las gentes, e sacaron al rey en salvo.
Por los braços quebró la mula: non la cavalgó más omne nado.
El rey tendió los ojos, e vio por el soterranno
descender una escalera con un canto labrado.
Demandó por un cavallero que dezían Bernardo.
Diz: «Entra, Bernardo, por essa escalera, e cata este soterranno.»
Dixo Bernardo: «Sennor, plázeme de grado.»
Bernardo, quando desçendió, vio un pozo cavado.

VII

E, a par que aquel pozo, vio estar un altar,
et de susso un escripto, et començólo de catar:
falló que sant Antolín Mártir yazía en aquel logar;
et vio una piedra con letras, et començóla de catar;
e vio que trezientos annos avía que era somido aquel logar.
E vínose para el rey, e díxol’ en poridat:
«Sennor, commo me semeja cuerpo santo yaze en este logar.»

VIII
Sancho Abarca adquiere Palencia a cambio de Campoo

Quando lo oyó el rey, al conde fue tornado,
et dixo: «Ay, conde don Pedro, datme este logar en cambio
e sienpre vos lo gradeçeré en quanto fuere durado,
et dar vos he por él a Canpó fasta en la mar […]»
Allí dixo el conde don Pedro al rey: «Plázeme de grado.»
Danse las verdades, et otorgáronse el cambio.
Estonçe traía el conde a çinco vandas las armas […]:
et las dos eran indias, et las tres de oro colado;
allí tomó otras el conde: el campo de oro claro,
una águila india en medio gritando.
[…] «¡Canpó!» ivan llamando:
por esso llaman Aguilar de Canpó, desque él erzió condado.

Sancho Abarca hereda el reino de León

El rey en plazentería fincó alegre e pagado.
Llegáronle mandados de su avuelo el rey de León, que era finado.
Tres fijas, et non fijo varón, le fincaron:
ca el rey con la una fue cassado;
e con la otra el conde don Ossorio galeçiano,
[…] don Ordoño de Campos mucho onrrado;
et la otra con el conde Nuño Álvarez que ovo Amaya por condado.
Et fincaron en el rey don Sancho Avarca todos los reinos en su mano.

Miro, arzobispo de Toledo, huye a Palencia

Et dixo a su cavallero Bernardo, que catasse el soterranno.
Et oiredes lo que aconteçió estonçe en aquel anno:
estando el arçobispo en el pueblo toledano,
en día de Ramos, en Visagra la missa cantando,
a la ora de la passión entraron moros el poblado,
e ganaron a Toledo, a menos del poblado;
e guareçió el arçobispo a poder de cavallo.
Aportó e[n] Palençia, a donde está Bernardo,
siendo Bernardo su sobrino, fijo de su hermano.
Quando vio al arçobispo, dexó el soterranno
et fuesse para deffesa brava, meterse hermitanno
en una hermita que avía ý otro poblado.
Miro, quando vio este lugar, cavalgó muy privado,
fueses para León, al buen rey don Sancho,
de los ojos llorando, et bessóle la mano:
«Sennor rey don Sancho Avarca, por el Padre apoderado:
perdí a Toledo, moros me lo han ganado;
sennor, datme a Palençia et a aquel soterranno,
et faré vida de que Dios sea pagado:
de arçobispo que era biviré commo hermitanno.»
En essas horas dixo el rey: «Plázeme muy de grado.»
A priessa dixo: «Mio sennor, itme a entregarlo.»

Miro hecho obispo de Palencia

Et entrante a Palençia, tómolo por la mano:
«Commo lo yo conpré del conde don Pedro, franco dolo, de grado;
e fagan un previllejo, con mio signo otorgado:
de la Huerta del Canpo, do Oter Redondo llamado,
con las cuestas del Atalaya e de los Cascajares del Bravo,
e de la otra parte, las cuestas commo van a Valrroçiado.»
Muy bien lo reçibe Miro el perlado,
e tomó el previlejo del rey, et cavalgó muy privado
e metiósse a los caminos, para Roma fue llegado;
et quando vio al papa, el pie le ovo bessado:
«Merçed -dixo- sennor, que sodes en lugar de sant Pedro et sant Pablo,
sinedo yo arçobispo del pueblo toledano,
conqueriéronme los moros, onde fue muy coitado;
víneme para el rey don Sancho Avarca, fijo del conde don Sancho,
commo a omne de buena ventura que en buen punto fue nado;
en el Val de Palençia abrióse un soterranno;
e afondóse la mula, et él fincó en sano:
a sant Antolín mártir fallaron ý soterrado;
apriessa lo conpró luego el rey de un conde lozano.
Quando yo perdí a Toledo, a mí lo ovo dado el rey:
ahevos aquí su previllejo, commo lo trayo otorgado.»
El papa, quando vio el previllejo con signo acabado,
dixo: «Fizo commo rey de buena ventura,
en fazer tan buen logar franqueado:
fagamos ý una dignitat de que Dios sea pagado;
pues lo dieron a la Iglesia, de mí sea otorgado
a ti, Miro, episcopus palentino mucho onrrado.»
Quando estos previllejos el obispo del papa ovo tomado,
a jornadas contadas a Espanna fue tornado.
Sópolo el rey don Sancho Avarca, e reçebiólo muy de grado:
entrante Oter Redondo tómolo el rey por la mano,
fasta Sant Antolín non quisso dexallo.
E dixo: «Yo vos la franqueo, ansi commo vos lo yo ove dado:
fijo que yo aya, que fuere en demandarlo
la mi maldezión aya, et non le ayude omne nado,
et el que lo ayudare sea traidor provado,
e de parte de la Iglesia maldito sea e descomulgado;
et dó el poder a la Iglesia, con mi sello colgado.»


  1. Realmente, Pelayo tuvo una hija llamada Ermesinda que se casó con Alfonso, hijo del duque Pedro, quien luego reinaría como Alfonso I de Asturias. En esa época León aún no estaba integrado en el reino de Asturias. El conde Suero de Casso es un personaje inventado.
  2. A grandes rasgos los límites del condado de Castilla. Bilforado es Belorado que, junto con Grañón, era el límite con el reino de Pamplona. San Esteban de Gormaz era una de la fronteras más importantes frente a los musulmanes en tierras de Soria. Sepúlveda era el límite meridional del condado. Sorprende la cita a Olmedo pues no perteneció nunca al condado de Castilla.
  3. Este apartado hace referencia a los legendarios Jueces de Castilla: Nuño Rasura y Laín Calvo. Una emina o hemina es una medida de volumen de áridos, equivales a 16 litros o 5 celemines de cereal. También se utiliza como medida de superficies: en secano 110×110 pies cuadrados (939,41 m2) y en regadío 90×90 pies cuadrados (628,88 m2). El sentido de la expresión señas eminas de pan es que Nuño Rasura ofreció sendas heminas de pan, es decir, dos medidas de trigo a Santiago lo cual está relacionado con el apellido Rassura ya que se utilizaba un raso para nivelar las eminas.
  4. Realmente el padre de Fernán González se llamaba Gonzalo Fernández pero esta confusión pervivió durante siglos.
  5. Este fragmento une esta obra con otro poema épico: El Poema de Fernán González.
  6. Nueva referencia al famoso episodio del caballo y el azor.
  7. Se cuenta aquí la leyenda de cómo se redescubrió la cripta de San Antolín de la catedral de Palencia