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La ocupación musulmana (711-740)

por Javier Iglesia Aparicio
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Situación del núcleo cristiano cantábrico en torno al año 740

La Edad Media de la Península Ibérica va a discurrir de forma muy diferente a la del resto de Europa Occidental. El reino visigodo había logrado unificar prácticamente toda la península a fines del siglo VII. Pero las luchas entre facciones nobiliarias y el sistema de elección del monarca van a debilitarlo, hasta tal extremo, que no pudo superar la invasión musulmana que se inició el 711.

La fe musulmana había surgido en Arabia a principios del siglo VII. Rápidamente se extendió por Oriente Próximo y el norte de África a costa del Imperio Bizantino. Hacia el 690 el califa, con sede en Damasco, ya dominaba casi todo el norte de África (Ifriqiya) y el Islam había sido acogido por los bereberes, la población mayoritaria de ese territorio.

El fin del gobierno de rey visigodo Witiza no es un hecho completamente esclarecido. No se sabe con certeza si murió por causas naturales o fue asesinado durante una sublevación. Incluso, aunque tradicionalmente se asigna la fecha de fin de reinado el 710, otras fuentes, como la Crónica Mozárabe, lo retrasan al 711.

Lo único cierto es que, tras su muerte, acontece una lucha por la sucesión que resquebrajó la estabilidad del reino visigodo. Supuestamente un bando (¿los witizanos?) eligieron rey a Agila II (aunque se ha supuesto hijo o familiar de Witiza, no existe ningún dato cierto para demostrarlo); la facción opositora apoyó a Rodrigo o Roderico. Rodrigo rápidamente se hizo con el control de la mayor parte del reino y fue coronado en Toledo, mientras Agila II dominaba en el valle del Ebro, la actual Cataluña y Septimania.

Así estaban las cosas cuando uno de los dos bandos, con casi toda probabilidad el que apoyaba a Agila II, llamó en su ayuda a los ejércitos musulmanes del norte de África, a través del gobernador visigodo de Ceuta y Tánger, el conde Julián (YulyanBulyan en las fuentes árabes), enemigo del rey Rodrigo.

La consecuencia final de esta intervención fue la desaparición del reino visigodo y la incorporación de prácticamente la totalidad de la antigua Hispania al califato musulmán, en un principio dependiente de Damasco pero que, poco después, se independizaría con la familia Omeya.

El emirato mantendrá durante años la supremacía en la península Ibérica, solo contestada por pequeños núcleos cristianos surgidos al cobijo de las montañas del norte.

La desaparición del reino visigodo (710-725)

La primera incursión musulmana contra la Península Ibérica ocurrió en el año 710. Ṭarīf ben Malik y un ejército de unos 500 efectivos atravesó el estrecho de Gibraltar. Desembarcaron en la actual Tarifa (cuyo nombre procede de Ṭarīf), saquearon la bahía de Algeciras y se hicieron con un importante botín. Este éxito inicial animó al gobernador de la provincia musulmana de Ifriquiya (actual Magreb), Mūsà, a preparar a una incursión de mayor importancia.

Un nuevo contingente de fuerzas musulmanas desembarcó en la Península Ibérica en el año 711, se supone que con el objetivo de ayudar al rey Agila II en el enfrentamiento que sostenía contra el rey Rodrigo. Aprovecharon la sublevación vascona en las cercanías de Pamplona y que Rodrigo había acudido a sofocarla. Los musulmanes se hicieron fuertes y, a pesar de que las tropas de Rodrigo eran superiores en número, fueron derrotadas en la batalla de Waddi Lakka o  del río Guadalete (19 al 26 de julio), tras la defección de una parte del ejército, las alas dirigidas por Oppas y Sisberto, parientes del rey Witiza. Puede que allí también falleciera Rodrigo (otras fuentes dicen que se refugió en la localidad portuguesa de Viseu y allí está enterrado).

Los musulmanes, en vez de retirarse, vieron la oportunidad de expandir aún más su imperio e iniciaron la conquista del reino visigodo.

El jefe de las tropas musulmanas, Ṭāriq ben Ziyād se dirigió entonces a Medina Sidonia y Carmona, ciudades que tomó a la fuerza. Siguió por Sevilla, con cuya población firmó un pacto, y Écija, a la que asedió y que finalmente capituló. Desde este lugar, el ejército se dividió en cuatro ramas «una parte a Elvira, otra a Rayya, otra a Córdoba y otra a Tudmir […] comarcas éstas que, en su mayoría, fueron conquistadas pacíficamente»1.

Mientras tanto, Ṭāriq se dirigió hacia Toledo. La capital visigoda se rinde sin oponer resistencia, probablemente el 11 de noviembre del 711, y Ṭāriq se hace con el tesoro real visigodo.

Incursión de Ṭāriq en la cuenca del río Duero y conquista de Amaya

Ṭāriq prosigue su itinerario por la Meseta Norte (ver mapa siguiente). Tras pasar por Guadalajara cruza el Sistema Central por el puerto de montaña de Fayy Ṭāriq (que puede ser el actual puerto de Somosierra, que desde el siglo XII se denomina Fayy Sarrat, o bien estar situado entre Sigüenza y Tiermes). Allí toma una ciudad denominada Madinat Almeida (La Ciudad de la Mesa) donde habría encontrado parte del tesoro real visigodo, suceso que daría lugar a multitud de leyendas protagonizadas, generalmente, por la legendaria Mesa de Salomón. 

Según el Ajbar Machmua y otras crónicas musulmanas, Ṭāriq continuó hacia la capital del ducado visigodo de Cantabria: Amaya.2 En Amaya se había refugiado una gran multitud, y aunque inicialmente se resistió, acabó siendo tomada por hambre entre fines del 711 y comienzos del 712. Desde aquí se dirigió hacia los Campos Góticos (Tierra de Campos) y Astorga, la capital del ducado Asturicense.

Es imposible determinar la ruta exacta de esta primera incursión musulmana por la cuenca del río Duero pues ninguna fuente histórica ha realizado una descripción detallada de la misma. Podemos conjeturar algún itinerario siguiendo las principales calzadas romanas, los caminos que aún en el siglo VIII se seguían utilizando para los grandes desplazamientos, pues eran los que mejor acondicionados estaban.

Martínez Díez3 supone que Ṭāriq siguió un camino de origen romano que desde Somosierra pasaba por Sepúlveda, Valdezate, Roa, Tordómar, el despoblado de Talamanca, Pampliega, Castrojeriz y Sasamón aunque esta no era una de la vías romanas principales. Por eso es también posible hacer la conjetura de que desde Guadalajara las tropas de Ṭāriq continuaron hacia Tiermes, Osma, Clunia y desde aquí hacia Sasamón.

Una vez conquistada Amaya, seguirían la calzada romana Vía Aquitana para recorrer los Campos Góticos y llegar por Camala (Sahagún) y Lancia hasta Astorga.

En el ramadán del año 93H (junio-julio 712) Mūsà ben Nuṣayr, gobernador de Ifriqiya (norte de África), desembarca con 18.000 hombres cerca de Cádiz ocupando Qal’at Ra’wan (¿Alcalá del Río?) y Ocsonoba (Huelva). A continuación, tras ordenar el sitio de Mérida, capital del ducado de Lusitania, que duró 14 meses, se dirigió hacia a Toledo.

Posiblemente ya en el 713, Mūsà y Ṭāriq se encuentran en Toledo. Tras recibir el informe de su subordinado, en una tensa reunión, acordaron iniciar nuevas expediciones. Mientras, ʿAbd al-ʿAzīz, hijo de Mūsà, se hizo con el control del resto de la provincia Cartaginense tras firmar un pacto de autonomía con el conde visigodo Teodomiro (713).

Ya en el 714, ambos se encaminaron a la conquista de Medinaceli y Zaragoza; Mūsà siguió con Ṭāriq hasta Zaragoza. En esta ciudad se separaron. Ṭāriq se dirigió hacia Tarragona y posiblemente luego hacia Huesca. Mūsà siguió hacia Pamplona, consiguiendo su capitulación. También obtuvo la sumisión del jefe visigodo Fortún hijo de Casio, fundador de la importante familia muladí de los Banū Qasī. 

Continuó siguiendo la Vía Aquitana y llegó a Varea (Logroño) y desde ahí, pasando por Sasamón y Astorga, fue en dirección a Galicia y Asturias.

Estando en Lugo, recibió la noticia de que tenía que viajar a Damasco por orden del califa al-Walīd. Posiblemente también ocupó Viseu en su ruta de regreso, camino por el que pasó por un puerto de montaña que se llamó Fayy Mūsà (no identificado).

El paso de las tropas musulmanas por el valle del Duero no fue la acción de un simple saqueo. Los musulmanes dejaron tropas en las ciudades más importantes y en las fortalezas más estratégicas, acompañados por contingentes suficientes para asegurarse la seguridad de los nuevos territorios.  La mayor parte del territorio se sometió voluntariamente por lo que sus habitantes conservaron la propiedad de sus tierras a cambio del pago de tributos.

Si las tropas árabes y bereberes habían cruzado llamadas por los partidarios de Agila II, los musulmanes, al ver la rapidez y sencillez de la conquista y los botines obtenidos, no dejaron recuperar el trono a Agila. Se le ofreció una serie de territorios en el valle del Ebro pero el pacto parece que no fue aceptado. Entonces  batallaron en el valle del Ebro contra él. Posiblemente en una de estas luchas en el 713 o 714 muriera Agila II.

En los territorios de la Tarraconense y la Septimania aún no dominados por los musulmanes, se eligió entonces un nuevo rey visigodo de nombre Ardón o Ardo.

ʿAbd al-ʿAzīz ben Mūsà (714-716)

En el verano del 714, Mūsà y Ṭāriq fueron llamados por el califa de Damasco, al-Walīd. ʿAbd al-ʿAzīz, hijo de Mūsà, se queda con el encargo de completar la conquista. La situación en esta fecha es la siguiente: los musulmanes habían conquistado la mayor parte del reino visigodo salvo el Alto Aragón, el norte de la actual Cataluña, Septimania, sur de Portugal y parte del Levante, así como las zonas más montañosas del ducado de Cantabria.

ʿAbd al-ʿAzīz conquista las ciudades lusitanas de Évora, Santarem y Coimbra; luego consolida el dominio de Andalucía oriental; continuó por el Levante y Pamplona, realizando campañas en el territorio de la actual Cataluña.

ʿAbd al-ʿAzīz traspasa la capital del valiato (el territorio gobernado por un valí o gobernador) a Sevilla y se casa con la viuda del rey Rodrigo: Egilona.

Es asesinado en febrero del 716. Según unas fuentes por orden del califa Sulaymān; siguiendo a otras, por su propio ejército ante la actitud condescendiente mostrada ante los cristianos debido a la influencia de su mujer. A su muerte únicamente algunas zonas de la costa cantábrica occidental, ciertos valles pirenaicos, el norte de Cataluña y la Septimania escapaban al control musulmán.

Los valíes Ayyūb (716), al-Ḥurr (716-719) y al-Samḥ (719-721)

ʿAbd al-ʿAzīz es sucedido como gobernador por su primo Ayyūb durante seis meses, hasta la llegada del nuevo delegado del emir de Kairuán (capital musulmana Ifriqiya). Éste era al-Ḥurr y llegó el 25 de agosto del 716 con cerca de 400 notables para que se encargaran de la administración de al-Ándalus, como se empezó a llamar a los nuevos territorios conquistados.

al-Ḥurr trasladó la capital a Córdoba (717), implantó las leyes del Islam y realizó expediciones a los territorios aún no conquistados del Alto Aragón y Vasconia. Fue destituido en el 719 y sucedido por al-Samḥ, valí nombrado directamente por el califa y con gobierno independiente de Ifriqiya.

al-Samḥ fue quién procedió a la organización fiscal y al reparto de tierras. Tomó Barcelona y Narbona y murió mientras sitiaba Toulouse en junio del 721.

ʿAbd al-Raḥmān al-Gāfiqī (721) y  ʿAnbasa ben Suḥaym al-Kalbī (721-725): la conquista total del reino visigodo

Su sucesor ʿAbd al-Raḥmān al-Gāfiqī duró unos pocos meses en el cargo hasta la llegada, en agosto, del nuevo gobernador: ‘Anbasa ben Suḥaym al-Kalbī. Se apoderó de Carcasona y Nimes (725) conquistando así la totalidad del territorio del reino visigodo.

Desde esta última ciudad realizó campañas por los valles del Ródano penetrando en Borgoña en agosto del 725. Murió cuando retornaba de esa campaña.

Por lo tanto, bajo el gobierno de ʿAnbasa desaparecieron los últimos restos del reino visigodo. Los musulmanes eran dueños de la práctica totalidad de la Península Ibérica y además amenazaban a un debilitado reino franco. Pero justo durante su mandato surge el primer núcleo de resistencia a la invasión. Así lo cuenta la crónica Fatḥ Al-Ándalus:

«En tiempos de ʿAnbasa, un bárbaro perverso, uno de sus nobles, de nombre Balaya ben Fafila, se sublevó en tierras de Yilliqiya contra los árabes que dominaban los confines de esta región, expulsándolos de allí.»

Los musulmanes dejaron numerosas guarniciones en todos los territorios conquistados. En la zona de nuestro estudio se situaron en Pallantia (Palencia), Amaya, Pancorbo y varias fortalezas en el curso de los ríos Tirón y Oca para asegurar el paso hacia Vasconia.

Inicios de la resistencia cantábrica (722 – 739)

La resistencia en las montañas de la cordillera Cantábrica surgió en dos núcleos alrededor de los Picos de Europa, zonas de difícil acceso y con menor interés económico para el gobierno musulmán: el núcleo astur y el núcleo cántabro.

El núcleo de resistencia asturiano

Los astures tardaron en ser dominados por los visigodos. Igualmente parece que tampoco fueron muy sumisos al poder musulmán. Pero no fue hasta la llegada de un noble de la corte visigoda, Pelayo, cuando se organizó un foco de rebelión. 

Pelayo fue probablemente un miembro de la guardia real o espatario del rey visigodo Rodrigo. Tras ser capturado por los musulmanes, se escapó de su prisión en Córdoba (717) y huyó hacia las montañas del norte. Allí se ganó la confianza de las gentes astures y fue proclamado caudillo en el 718. Se suceden a partir de entonces una serie de desórdenes que llevan al valí Anbasa a enviar a su lugarteniente, al-Kama, al frente de una expedición de castigo, acompañado del obispo Oppas.

Pelayo sufrió graves pérdidas, pero las tropas musulmanas se extraviaron a su regreso por las gargantas de los Picos de Europa. Mientras tanto los hombres de Pelayo se habían hecho fuertes en la cueva de Covadonga que domina el desfiladero del río Sella. Cuando las tropas musulmanas pasaron por allí fueron emboscadas por los astures y sufrieron cuantiosas pérdidas. Es ésta la famosa batalla de Covadonga (28 de mayo 722), que aunque no fue muy importante para los historiadores árabes, si lo fue para las crónicas medievales cristianas, ya que era la primera vez que los musulmanes eran derrotados.

Poco después, el gobernador musulmán de la región, Munuza, abandona su base de Gijón y es derrotado en la batalla de Olalíes (¿Valdolayés?, ¿Proaza?).

Pelayo fijó la capital de su reducido territorio en Cangas de Onís y se dedicó a consolidar su naciente monarquía. El valí ‘Uqba realizó una incursión contra los dominios de Pelayo y del duque Pedro en torno al 735.

Pelayo murió en el 737 y fue sucedido por su hijo Fáfila, quien murió al ser atacado por un oso en el 739.

El núcleo de resistencia del Ducado de Cantabria

El ducado visigodo de Cantabria estaba gobernado, en el momento de la llegada de los musulmanes, por el duque Pedro, con posible residencia en Tritium (Tricio) y fortalezas en Amaya, Victoriacum (Vitoria) y Sierra de Cantabria (La Rioja).

Tras la invasión, y la pérdida de Amaya, abandonó las tierras más llanas de las actuales provincias de La Rioja, Álava y Burgos, retirándose a la zona más montañosa de su territorio. Desde este refugio ayudó militarmente a Pelayo en su rebeldía y le apoyó en su elección como caudillo.

Como muestra de su alianza, envió a su hijo Alfonso (el posterior Alfonso I) a la corte en Cangas de Onís y allí se casó con la hija de Pelayo, Ermesinda.

De todas formas, a pesar del reconocimiento de Pelayo, durante años hubo una cierta diferenciación entre sendos núcleos de resistencia, de ahí que, más adelante, gobernará Alfonso I en Asturias junto con su hermano “el rey Fruela” en Cantabria.

Los valíes de Al-Ándalus (725-740)

Mientras tanto, los musulmanes estaban más interesados en conquistar el sur del reino franco. Tras la muerte del valí ‘Anbasa en el 726, le sucedieron en el cargo, de forma efímera, ʿUḏra ben ʿAbd Allāh al-Fihrī (726), Yaḥyà ben Salama al-Kalbī (726-729), Ḥuḏayfa ben al-Aḥwaṣ al-Qaysī (729), ʿUṯmān al-Jatamí (729-730), al-Haytham ben Ubaydal-Kital (730-731) y Muḥammad al-Ashchaí (731).

Pero es cuando de nuevo ʿAbd al-Raḥmān al-Gāfiqī vuelve al cargo (ya lo había desempeñado en el 721) cuando se produce la campaña de mayor resonancia contra los francos.

Saliendo de Zaragoza, por Pamplona y Roncesvalles, saquea Burdeos, Tours y se dirige hacia Poitiers. Pero a unos 20 km. de esa ciudad le sale al frente el mayordomo de los francos, Carlos Martel quien derrota a los árabes completamente y mata al valí (octubre del 732) en la llamada batalla de Poitiers.

A partir de entonces, los musulmanes desisten de continuar la conquista del territorio franco y se repliegan a la zona de Narbona, que permanecerá en poder musulmán hasta su conquista por los francos en el 751.

Dos nuevos gobernadores se suceden en el valiato: ʿAbd al-Malik al-Fihrí (732-734) y ‘Uqba ben al-Hachchach al-Saluli (734-740). Este último realizó una nueva razzia en territorio asturiano, saqueando Cangas de Onís (735). Fue depuesto por el antiguo valí ʿAbd al-Malik al-Fihrī aprovechando la revuelta bereber y la llegada de un ejército sirio enviado por el califa Hisham.

Situación del núcleo cristiano cantábrico en torno al año 740
Situación del núcleo cristiano cantábrico en torno al año 740

La situación en el 740 se muestra en la figura anterior. El reino de Asturias se extendía entre el mar y la cordillera Cantábrica hasta el río Eo por el oeste y por el este lindaba con territorios vascones. La zona de las actuales Vizcaya y Álava, el origen de condado de Álava, parece que estaban bajo influencia asturiana seguramente al mantenerse dentro de la jurisdicción militar del duque Pedro y luego de sus hijos. Los pobladores de Guipúzcoa y norte de Navarra parece que tenían pactos con los duques de Aquitania aunque en la práctica no estaban sometidos.


1 Este el itinerario que se refleja en la crónica Fatḥ al-Ándalus, La conquista de al-Ándalus. Siguiendo al historiador andalusí al-Sulami. Elvira es la zona de Granada; Rayya, Málaga; Tudmir, el territorio al mando del conde visigodo Teodomiro, en el sur de Alicante y Murcia. Penelas, Mayte: Traducción de La conquista de Al-Ándalus. Fuentes Arábico-Hispanas, 28. CSIC, pp. 15-16.

2 «Llegó [Ṭāriq] después a la ciudad de Amaya donde encontró alhajas y riquezas […]» refiriéndose al año 93 (19 octubre 710 al 7 octubre del 712) de la hégira. Ajbar Machmua, trad. Emilio Lafuente Alcántara, Madrid, 1867, pp. 27-28.

3 Martínez Díez, Gonzalo: El condado de Castilla (711-1030). La historia frente a la leyenda. Tomo I, pág. 44. Ed. Marcial Pons, 2005.

4 Ni la Crónica mozárabe del 754 ni las Crónicas Asturianas mencionan a Agila II o a Ardón. Sólo aparecen en algunas versiones manuscritas del Laterculus regnus visigothorum, también llamada Chronica regum Visigothorum. En concreto, la Continuatio codicis C Paricis 4667, en un manuscrito del siglo XII, indica que a Witiza lo sucedió Agila II y reinó tres años (710-713). Es sucedido por Ardón, que reinó 7 años (713-720).

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27 comentarios

Ann 29/04/2016 - 09:35

” obtuvo la sumisión del jefe visigodo Fortún hijo de Casio, fundador de la importante familia muladí de los Banu Qasí.”

Oficialmente “visigodo”, pero en realidad hispano-romano, como su nombre indica. Los CAsio venian de la famosa familia noble romana de los Casio. Los Casio de toda la vida, oiga!

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Bardulias 29/04/2016 - 13:09

Bueno. Son apelativos que a los del siglo XXI nos ayudan a explicar las cosas. Porque la realidad es que el Imperio Romano había desaparecido ya hace casi 300 años. Sería como llamar ahora anglonorteamericano a un estadounidense. Quizás el único correcto sería el hispano Fortún Qasí al servicio del reino de Toledo. Gracias por el comentario.

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Gonzalo 12/06/2021 - 23:38

Seguramente hijo de nobles visigodos y romanos descendientes de alguna rama de los Casio, por aquel entonces ya se casaban visigodos con hispanoromanos (a la llegada de los visigodos a Hispania no se mezclaban) ante esa mezcla adopto nombre latino que era más prestigioso

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Martin Ortega Portera 09/12/2017 - 19:26

No se cuales serán tus fuentes para afirmar que Vizcaya y Álava estaban bajo la influencia asturiana en 740, ya que según la crónica de Alfonso lll nos dice claramente que estaban poseídas por sus moradores de siempre, o que esos territorios estaban bajo jurisdicción goda, en ningún sitio pone tal cosa, es mas probable que fueran parte del ducado de Wasconia de origen franco al que se oponía ell ducado godo de Cantabria, todo el al sur de la cordillera. Ya esta bastante aceptado que Victoriacum no se corresponde con la actual Vitoria ¿ Veleia?.
En cuanto al río Deva, no es el que pasa por Covadonga ya que viniendo de Liebana y atravesando el desfiladero de la hermida desemboca en tina mayor justo haciendo frontera entre Cántabria y Asturias, el que NACE en Covadonga es un afluente de un afluente del Sella. Parece que no conoces la zona, origen del reino de Cangas, mas tarde de Pravia, mas tarde de Oviedo, mas tarde de León pero nunca de Asturias.

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Javier Iglesia Aparicio 21/12/2017 - 19:53

Dos fuentes:
1. La Crónica Rotense y Ad Sebastiam ya dicen que Fruela I, hijo de Alfonso I, durante su reinado (757-765) sofocó una rebelión de los vascones. Si se rebelan es que estaban sometidos con anterioridad. El momento exacto: Se desconoce. Pero es anterior al reinado de Fruela I.
2. Esas mismas crónicas enumeran las ciudades que Alfonso I y su hermano Fruela Pérez ocupan tras la retirada de las guarniciones bereberes por su rebelión del 740. Entre ellas Velegia, en Álava. Con lo que esta zona al menos con seguridad se incorpora en esta época al reino. Si ocupan esta ciudad es que tienen la retaguardia (Vizcaya y norte de Álava) más o menos controlada. Si quieres pensar que Vizcaya, por algún destino especial, no siendo especialmente dificultosa de ocupar desde el oeste, permanecía sola en el mapa, piénsalo. Pero aporta pruebas para defenderlo.

Respecto al tema ducado de Cantabria y ducado de Wasconia. Es una pena que aún no pueda publicar un trabajoso artículo al respecto que tengo a medias. La época en la que pudo ser parte del ducado de Wasconia no es esta. Es anterior, en época del reino visigodo. Pertenecía Vizcaya a comienzos del siglo VIII ¿al ducado de Cantabria o al de Wasconia?. De momento no es posible dilucidarlo. No nos han llegado mapas de la época ni descripciones.

Pero si es cierto que desde el 760 al 769 el ducado de Wasconia y el reino de Aquitania sufren la acometida del reino franco que cercena su independencia. Si por lo que fuera Vizcaya aún perteneciera al ducado de Wasconia, como tú supones, seguro que no pudieron defenderlo si Alfonso I y Fruela lo ocuparon mientras al norte atacaban los francos. Tú dices que es más probable. Da razones.

No discuto que Guipúzcoa lo pudiera seguir siendo; es más, creo que es muy factible. Realmente no se sabe absolutamente nada cierto sobre su acontecer histórico en esta época. Todo son simples suposiciones.

Victoriacum: Vitoria o Velegia. Ahora mismo parece que la balanza se inclina por Velegia efectivamente. Pero a efectos del debate, Iruña de Oca (Velegia) y Vitoria están en la misma zona geográfica. Lo cual implica un control de al menos toda la llanada alavesa por parte visigoda y, por tanto, del ducado de Cantabria. Por cierto hay restos arqueológicos inequívocamente visigodos en Vizcaya: busca el tremís visigodo de Recesvinto encontrado en la Peña de Orduña en 1973; o el hallazgo de la cueva alavesa de los Goros, en Hueto Arriba de un broche visigodo. También los hay de origen franco. Normal si suponemos que la zona estuvo en conflicto en época visigoda, durante al menos el siglo VII.

Por último, muchas gracias por indicarme el error del río Deva, efectivamente quería decir el río Sella. Y sí, conozco la zona, pero todos nos equivocamos al escribir.

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lizz11Hola 02/05/2018 - 02:57

Y usted , historicamente como argumentaria esto?:


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Javier Iglesia Aparicio 17/10/2018 - 21:34

Interesantísima conferencia. Poco que argumentar ya que esto es sobre todo Prehistoria y la genética dice lo que dice. Habría que ver ahora de dónde procede la diferencia del resto de la genética española con respecto de la de los vascos. Claro está que la genética vasca por decirlo de algún modo se aisló hace 5000 años, manteniendo la de los primeros neolíticos que llegaron a la península Ibérica por la costa mediterránea y se mezclaron con las poblaciones mesolíticas. Pero sabemos que luego hubo otras “invasiones prehistóricas” como las indoeuropeas que parece que afectaron al resto de la península pero no a la población vasca. Y está claro que el componente norteafricano, si se debe a los bereberes de la conquista musulmana, tampoco afecto a los vascos.
De todas formas, como bien aclara Arsuaga, esto no quiere decir que ocurriera en la actual Comunidad Autónoma Vasca (CAV). Posiblemente ocurrió en algún sitio más aislado de los Pirineos y luego esta población se desplazar a la actual CAV. Ese es un misterio, debate, dilema aún por resolver.

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Pedro. 01/04/2019 - 13:12

Madre de Dios…. Ud dice que los vascos o vascongados no ocupaban esa zona en esa época???????????? Lamentable. La primera vez que leo algo similar y con semejante atrevimiento.

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Diego Pedrajo 29/01/2020 - 13:14

Pedro, debe Vd. saber que, según las investigaciones arqueológicas más recientes y la investigación moderna más fiable, el territorio actual de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa estuvo habitado, hasta bien entrada la época romana, por autrigones, várdulos o caristios, casi con total seguridad gentes de lengua y cultura indoeuropea. Hasta el s. I d. C., los hablantes de Euskera vivían en una reducida zona de la cuenca del río Adour en Francia, y con el tiempo pasan a colonizar zonas del País Vasco actual, dejando testimonio de sus nombres en algunas inscripciones. Un saludo.

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Oxkarth 28/09/2018 - 14:57

En el artículo, y en lo referente a la batalla de Guadalete, dicen ustedes: “…a pesar de que las tropas de Rodrigo eran superiores en número, fueron derrotadas…”. Sí, es posible que en principio las tropas de Rodrigo fueran más numerosas, pero la Historiografía española siempre ha defendido que en mitad de la batalla, gran parte del ejército visigodo (que seguía a los hijos de Witiza), se pasó en bloque al bando musulmán. Y después de este hecho, lógicamente, las tropas de Rodrigo ya no serían “superiores en número”. Sin contar el efecto psicológico y consiguiente desmoralización de los fieles a Rodrigo, elementos que también debieron contar en la derrota.

Creo que esa defección debería ser comentada en el artículo, aunque sólo sea por no dar la impresión (que se da) de que los guerreros visigodos eran más blanditos que un flan. :) Por otra parte, el resto del artículo me ha parecido muy correcto.

Un saludo, y felicidades por la página…!

Responder
Gonzalo 13/06/2021 - 00:32

Para esa época ya se habrían ablandado con sus guerras cortesanas, ya no serian los guerreros bárbaros e indomables que recorrían el antiguo imperio romano.

Responder
Irrintzi 15/10/2018 - 01:04

¿El saqueo de Cangas de Onís del año 735 de que crónica sale? Es la primera noticia que tengo, aunque soy un gran desconocedor de la historiografía andalusí.
Un saludo.

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Javier Iglesia Aparicio 15/10/2018 - 17:54

La noticia procede de dos fuentes. Ibn al-Athir que dice que fue el valí Uqba (734-739) quien hizo una incursión contra Yilliqiya, Álava… después de que hubiera sido nombrado valí en noviembre del 734. Te copio la traducción francesa de Fagnan:

“‘Ok’ba entrepit chaque aneé une expédition; il conquit Galice, Alava, etc.”

Puedes consultar el texto de Ibn al-Athir en francés aquí http://bibliotecadigital.aecid.es/bibliodig/es/consulta/registro.cmd?id=1592. Ten en cuenta que cuando Fagnan traduce Galicia lo hace de Yilliqiya que no significa exactamente Galicia sino los territorios en manos del reino astur y luego leonés. La fecha ha de ser el 735 pues Uqba accedió al cargo en noviembre del 734 y las incursiones anuales solían ser avanzada la primavera y en verano sobre todo.

Y el Ajbar MAchmua dice:
‛Uqba conquistó todo el país hasta llegar a Narbona, ocupando Yillīqiya, Alava y Pamplona, sin que quedase en Yillīqiya caserío por conquistar, excepto la Peña. Allí se había refugiado un rey al que llamaban Balāy/Pelayo, con trescientos hombres. [Los musulmanes] no cesaron de combatirles y acosar hasta que muchos de sus compañeros murieron de inanición, mientras otro grupo [optó por] rendirse. Fueron menguando [los resistentes] hasta no quedar más de treinta hombres que, según se dice, no tenían ni diez mujeres, sustentándose de miel silvestre y guareciéndose en la peña. Siguieron alimentándose con la miel de las abejas cuyos enjambres vivían en las hendiduras de la peña, hasta que los musulmanes, no logrando acabar con ellos, les tuvieron en poco y les dejaron, diciendo: “treinta bárbaros no pueden hacer gran cosa”

En esa época solo pudo actuar contra el núcleo del reino asturiano, contra la zona de Cangas de Onís; y contra los restos del ducado de Cantabria en la zona del posterior condado de Álava y Castilla la Vieja.

Responder
Irrintzi 17/10/2018 - 18:34

Gracias por su respuesta. De todas maneras, según tenía entendido, la narración de los 30 hombres sobreviviendo en Covadonga, la creía referida a la época de Anbasa, a la batalla de Covadonga. Relato legendario que tuvieron que inventar en Córdoba al ver un gran ejército, comandado por el principal general, derrotado totalmente en circunstancias que calificarían de “sobrenaturales”. Quizás se volvió a copiar el relato para la razzia del 735 porque, efectivamente, Don Pelayo hubo de buscar refugio y amparo de nuevo en la Santa Montaña. También podría ser que los lugares que tomaran fueran la zona de Traspaderne, Oña y las Merindades, y de allí pasara Uqba con su ejército a Álava y Pamplona.

Y es que, ante de ayer me di cuenta de algo muy curioso: entre las conquistas de Alfonso I no se menciona ningún lugar de las Merindades, del núcleo de la Castilla condal, lugar muy importante en época visigoda pues constituía una de las zonas de defensivas contra incursiones vasconas, contando con el importante castillo de Tedeja. ¿Cómo es posible esto? Solo es posible si esa zona ya fuera conquistada antes por Don Pelayo como asegura la sabiduría oral, transmitida a lo largo de muchas generaciones y con evidentes signos de alguna batalla que probaban y reforzaban el relato oral, hasta el punto de ser admitida por la, muchas veces escéptica, clerecía del lugar.

Un cordial saludo.

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Javier Iglesia Aparicio 17/10/2018 - 20:14

Ninguna crónica musulmana relata esa narración refiriéndola a Anbasa. Otra cosa es que algún historiador posterior, ya de nuestra época, haya querido vincularlo con la batalla de Covadonga pero, como le digo, el relato original se refiere Uqba.
Respecto a su segunda cuestión. Respecto a las ciudades que asaltó Alfonso I, las crónicas asturianas solo mencionan dos localidades cercanas al núcleo originario de Castilla, creo recordar que son Velegia y Miranda. En mi opinión, la zona nuclear de Castilla, lo que en las Crónicas de Alfonso III llama Bardulias, serían los restos del ducado de Cantabria que Pedro había logrado mantener y que luego se incorporaría al reino de Asturias tras el enlace matrimonial del futuro Alfonso I y Ermesinda, hija de Pelayo. Es decir, no creo que la zona fuera conquistada por Pelayo, sino que no fue sometida por los musulmanes. Siempre nos olvidamos de que realmente son dos núcleos de resistencia en esta zona: la asturiana de Pelayo y la del ducado de Cantabria por Pedro. Y es posible que Tedeja estuviera dentro de los dominios de Pedro, de ahí las leyendas de la zona.

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Irrintzi 18/10/2018 - 17:17

Me parece harto difícil que un área de tal tamaño quedase sin conquistar por los árabes, así porque sí, cuando se ocuparon de no dejar sin conquistar lugares mucho más pequeños y menos importantes que este. Porque, dese cuenta que, no solo son las actuales merindades las que dejaron sin conquistar, sino que también las comarcas cántabras transmontanas hubieron de quedar así. ¿Qué sentido tiene conquistar Álava (velegia), territorio “mestizo” hispanogodo y vascón y dejar sin conquistar las zonas que servían para contener revueltas vasconas de Álava o de la “vasconia tribal profunda” (Guipúzcoa y el Baztán)? ¿Qué sentido tiene dejar un territorio con grandes e importantes contingentes militares godos, al mando de nada menos que de un probable hijo de Ervigio, que encima fue general de los ejércitos del reino, y que para más inri tenía a tiro de piedra aliarse con los francos (o con los gascones/aquitanos) y tomar Álava? ¿Qué sentido tiene dejar sin conquistar un territorio que tras el 718 hubiera podido, no solo aliarse con los francos, sino unir sus tierras y gentes a las del rey Don Pelayo?
Si Don Alfonso I solo acudió a la corte de Don Pelayo, después de que se ganaran su libertad y un gran prestigio con la Batalla de Covadonga y esta corte bajara de la Santa Cueva para instalarse en Cangas, fue porque Don Alfonso y su hermano no habitaban en una tierra libre y sin conquistar. Lo más lógico es pensar que Don Alfonso y Fruela Pérez hubieron de huir de la zona de Tedeja junto con sus mesnadas para rendir pleitesía a Don Pelayo tras la victoria de Covadonga (si antes no lo hicieron fue por no ver posibilidades de éxito a tal empresa. Pero la cuestión aquí es que si hubiera dominada esa tierra al margen de los árabes, se hubieran unido a Don Pelayo en el 718); mientras que su anciano padre se quedaba en el lugar, sino es que estaba ya por entonces muerto y enterrado. Y teniendo a los principales señores de esta tierra, de las mejores y más asentadas familias en su corte, Don Pelayo, Alfonso y Fruela procedieron a reconquistar las tierras de las Merindades tomando la fortaleza de Tedeja.

Javier Iglesia Aparicio 18/10/2018 - 17:36

Álava es ante todo una llanura con buenas comunicaciones. Es un territorio valioso y estratégico y por eso los visigodos lo quisieron dominar y lo consiguieron. Pero ¿qué paso en realidad? Como le digo todo son hipótesis. ¿Contaba Pedro con ayuda franca? ¿Con cuántos efectivos contaba tras su expulsión de Amaya? No me parece que Pedro rindiera pleitesía. Me parece más bien el típico pacto entre señores de la guerra firmado mediante un matrimonio de a sus hijos para aliarse y protegerse de un enemigo común mucho más poderoso. Son todo incógnitas. Lo que sí es cierto es que esa zona no parece acusar mucho el paso musulmán. Por desgracia, con los elementos que tenemos, ese territorio en esa época sí en una zona oscura.

Irrintzi 18/10/2018 - 22:13

Parece ser que si que hay cronistas árabes que atribuyen esa narración “semilegendaria” de los 30 hombres y las 10 mujeres sobreviviendo alimentados de miel en Covadonga a las razzias de Anbasa sobre Asturias. En concreto Isa Al-Razi (probablemente siguiendo a su padre “el moro Rasis”) e Ibn Hayyan, los relatos de ambos dos recogidos luego por Al Maqqari:

«Dice Isa ben Ahmed Arrazi que en tiempos de Anbaca ben Sohaim Al
Quelbí, se levantó en tierra de Galicia un asno salvaje llamado Pelayo.
Desde entonces empezaron los cristianos en Al-Andalus a defender contra
los musulmanes las tierras que aún quedaban en su poder, lo que no habían
esperado lograr. Los islamitas, luchando contra los politeístas y forzándoles
a emigrar, se habían apoderado de su país hasta llegar a Ariyula, de
la tierra de los francos, y habían conquistado Pamplona en Galicia y no había
quedado sino la roca donde se refugió el rey llamado Pelayo con trescientos
hombres. Los musulmanes no cesaron de atacarle hasta que sus
soldados murieron de hambre y no quedaron en su compañía sino treinta
hombres y diez mujeres. Y no tenían que comer sino la miel que tomaban
de la dejada por las abejas en las hendiduras de la roca. La situación de
los musulmanes llegó a ser penosa, y al cabo los despreciaron diciendo:
“¿Treinta asnos salvajes, qué daño pueden hacernos?”. En el año 133 murió
Pelayo y reinó su hijo Fáfila. El reinado de Pelayo duró 19 años y el de
su hijo 2. Después de ambos reinó Alfonso, hijo de Pedro, abuelo de los
Beni Alfonso, que consiguieron prolongar su reino hasta hoy y se apoderaron
de lo que los musulmanes les habían tomado»

«Ibn Hayyan dice que en su
tiempo [de Anbasa] se sublevó en Galicia un malvado cristiano, llamado
Pelayo, quien, reprendiendo la cobardía de sus correligionarios, y estimulándolos
a la venganza y a la defensa de su territorio, logró sublevarlos, y
desde entonces comenzaron los cristianos a rechazar a los musulmanes
de las comarcas que poseían, y a defender sus familias, sin que antes hubiesen
hecho nada de esto. No había quedado en Galicia alquería ni pueblo
que no hubiese sido conquistado, a excepción de la sierra, en la cual
se había refugiado este cristiano. Sus compañeros murieron de hambre,
hasta quedar reducidos a treinta hombres y diez mujeres próximamente,
que no se alimentaban de otra cosa sino de miel de abejas, que tenían en
colmenas, en las hendiduras de las rocas que habitaban. En aquellas asperezas
permanecieron encastillados, y los musulmanes, considerando la
dificultad del acceso, los despreciaron, diciendo: “Treinta hombres, ¿qué
pueden importar?”. Después llegaron a robustecerse y aumentarse y a ganar
terreno, como es cosa sabida. Después de Pelayo reinó Alfonso, abuelo
de los grandes y célebres reyes de este nombre»

Mientras que el Ajbar Maymua e Ibn Idari si que recogen ese suceso en el 735, pero atribuyéndole a este hecho el origen del reino de Don Pelayo, osease: están hablando de la Batalla de Covadonga pero la confunden situándola en el 735. Ibn al-Athir, escribiendo desde Irak y oriente medio (de donde nunca salió) sobre el año 1200, copiaría a alguno de estos dos.

Fath al-Andalus se hace un lío y, literalmente, mezcla las dos narraciones situando la batalla semilegendaria esa (“La versión musulmana de la Batalla de Covadonga”) a la vez en el gobierno de Anbasa y en el año 735. Ya que dice que Don Pelayo solo reinó dos años (de nuevo afirmando que esa batalla es la que da origen al reino de Don Pelayo)

«En tiempo de Anbaca, un infiel, notable entre los rebeldes, llamado Balaya, hijo de Fafala,
se sublevó en tierra de Galicia contra los árabes dueños de aquel confín,
los expulsó de sus tierras y las gobernó durante dos años; sucedióle
como rey su hijo Fafala, hasta que en el año 133 perdió (su reino), pues
Adfanx, hijo de Bitra, padre de los Benu Adfanx, raza que existe actualmente,
subyugó las gentes de Galicia»

(sacado todo del artículo EN TORNO A LA CONFLICTIVA FECHA DE LA BATALLA DE COVADONGA; Julia Montenegro y Arcadio del Castillo. Si desea leerlo: https ://core.ac.uk/download/pdf/16360457 . pdf )

Lo más seguro es que la batalla fuera el 718. Pero como no podían dejar escrito para la posteridad tal magna derrota, de la que solo volverían unas pocas decenas de hombres, de un ejército de varios miles, y encima con un terror “numinoso”, apabullante marcado en sus rostros ante lo que habían presenciado en Covadonga y Liébana; pues los cronistas musulmanes tuvieron que atribuir (y quizás hasta los propios documentos oficiales de palacio) el surgimiento del reino de Don Pelayo a alguna campaña medio victoriosa como las de Anbasa y Uqba, inventándose ya de paso una historia inverosímil de 30 asnos salvajes y 10 mujeres alimentándose de miel, mientras todas las aldeas, castros, castillos y ciudades estaban conquistadas.

Javier Iglesia Aparicio 19/10/2018 - 17:15

De esto ya le avisé. Hay muchos historiadores que interpretan que se refiera a la batalla de Covadonga. Repito, interpretan. Allá cada uno. ¿Sabemos realmente quien se hizo un lío o acomodamos según nos convenga?. No existe ninguna fuente que diga exactamente que el 722 hubo una batalla de Covadonga. Le aconsejo que lea las fuentes primigenias y no las interpretaciones. Ahora bien siguiendo exclusivamente las fuentes musulmanas voy a hacerle una relación exacta de las menciones de Pelayo y su sublevación:

  • Pelayo se escapa de Córdoba el año 98H (25-08-716 al 13-08-717). Según el Nafh al-Tib de al-Maqqri huyó en época del valí al-Hurr (716-719).
  • En época del valí Anbasa (721-725), sin especificar fecha exacta, de nuevo el Nafh nos da dos noticias recogidas por Ibn Hayyan y por Isa ben Ahmad al-Razi y también lo cuenta el Fath al-Andalus.Las tres nos dicen que Pelayo se rebeló durante el gobierno de Anbasa, simplemente se rebeló, no habla de ninguna batalla. EL artículo que usted ha enlazado supone que el resto de la noticia de Ibn Hayyan sigue hablando de Anbasa. Dice exactamente que en su tiempo se sublevó en Yilliqiya un malvado cristiano llamado Pelayo. Y a continuación tras comentar que “y desde entonces comenzaron los cristianos a rechazar a los musulmanes de las comarcas que poseían, y a defender sus familias, sin que antes hubiesen hecho nada de esto”. Efectivamente, comenzó una rebelión, y empezaron los conflictos. Pero no dice explícitamente que la batalla donde la final quedaron 30 asnos salvajes fuera en el reinado de Anbasa. Fue después de la sublevación sin precisar cronología. Pero esta cronología si la precisa más tarde el Ajbar Machmua.
  • La siguiente mención es muy importante porque está claramente datada, tal y como le expliqué anteriormente. Según el Ajbar Machmua, en el año 116H (10-02-734-30-01-735) el valí Uqba se hizo dueño de Yilliqiya, Álava y Pamplona y aquí sigue el famoso relato de los treinta hombres. Sinceramente, esta fuente es de las más fiables y data exactamente el hecho nombrando al valí algo que no hace de forma tan exacta la otra mención ya que habla de tiempos posteriores a la sublevación de Pelayo pero sin especificar cuando.Esta campaña es también mencionada por el Fath al-Andalus y, mejor aún, por el Bayan al-Mugrib.

Repito entonces que no es posible asegurar que este relato se refiere a Covadonga. Más aún cuando en el relatod e la batalla que conservan las Crónicas Asturianas no dice una fecha exacta y

Francisco 20/02/2024 - 22:45

¿No hace referencia a la batalla del negro día del 726?. ¿No falleció en esa batalla Pedro de Cantabria?

Javier Iglesia Aparicio 21/02/2024 - 08:46

La Batalla del Negro Día, a día de hoy, no es posible considerarla como histórica. Aquí puede leer más sobre ella: https://www.condadodecastilla.es/leyendas/la-batalla-del-negro-dia-la-ermita-encinillas/

Irrintzi 17/10/2018 - 18:47

De hecho las propias Crónicas Asturianas, la llamada de Alfonso III, en su versión rotense, recoge que, Alfonso I tras su llegada a la Corte de Don Pelayo y casar con su hija Ermesinda, “Este, junto con su suegro y también después, logró muchas victorias” (página 206 de la edición de las Crónicas Asturianas de Juan Gil)

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Javier Iglesia Aparicio 17/10/2018 - 20:17

Es posible que tuvieran victorias pero las crónicas asturianas, tan parcas ellas, nada dicen. A este respecto son mucho más explicativas y dan más datos las musulmanas, aunque claro, también se resisten, como es normal, a hablar mucho de sus derrotas.. Como todos ;-)

Responder
Irrintzi 18/10/2018 - 22:36

Puede que esa zona no parezca acusar mucho el paso musulmán (si no se mencionara a Munuza en las crónicas sabríamos lo mismo del paso musulmán por Asturias) pero es inverosímil pensar que la dejaron sin conquistar. Y teniendo en cuenta que muchas veces se repite que toda España y que todo el Regnum Gothorum acabó en sus manos, por necesidad, una zona militar tan importante del reino había de estarlo también.

Otra razón más: Si la actual Cantabria, al menos la mitad occidental de ésta, era independiente ¿Porqué Don Pelayo no avanzó unos kilómetros más, y en vez de unirse a foragidos visigodos emigrados, sin tierras ni hacienda, escondidos secretamente en la montaña, no se unió con Don Pedro y sus seguras tierras a tiro de piedra de Covadonga?
Es más, si el duque Pedro hubiera mantenido una parcela del Regnum Gothorum sin conquistar, no tiene sentido que su tierra y gobierno, con una continuidad total y sin rupturas, no tuvieran primacía sobre las tierras sublevadas por Don Pelayo. Pedro habría sido el Rex, y así lo habría hecho valer, y Don Pelayo el que uniera sus tierras con el remanente del Regnum Gothorum.

La única explicación plausible y lógica: su conquista en tiempos de Don Pelayo.

Puede que Don Pedro escapara también de sus dominios militares a la cantabria transmontana y de ahí a Cangas, pero en el 718-722 era muy mayor. Piense que había sido jefe del “Exercitus Hispaniae” en tiempos de los reyes Égica y Witiza, desde el 687 al 710. Y para llegar al puesto más alto del ejército habría de tener mínimo unos 40 años por lo que rondaría los 70 cuando lo de Covadonga. Pedro es más de la generación del dux Fávila que de la de Don Pelayo, quien también era duque en tiempos de Égica (probablemente de la Gallaecia, por eso estaba en Tui cuando le mató Witiza) aunque por la edad pareja a la que mueren sus dos hijos, Don Alfonso I y Fruela Pérez (752-757), casi 20 años después que Don Pelayo, sería quizás algo más tardío Pedro que Fávila.

Responder
Javier Iglesia Aparicio 21/10/2018 - 09:37

Podemos especular mucho pero es imposible estar seguro de nada. Lo que sí es cierto es que hubo bastantes territorios del reino visigodo que tardaron años en ser sometidos por los musulmanes. Recuerde que después de Rodrigo hubo al menos dos reyes visigodos más: Agila II y Ardón. Mire simplemente la Septimania. Su conquista no se completa hasta el 725 con la toma de Nimes y Carcasona. Y aunque Pamplona fue tomada en el 718 pero se rebeló entre los años 732 y 734 con ayuda franca. Las dos zonas en contacto con el reino franco. Para nada es descartable que esa zona de los restos del ducado de Cantabria tuvieran un control musulmán laxo o casi inexistente y que contara con la colaboración franca. Por otro lado lo de Pelayo fue una simple rebelión que funcionó. Lo lógico es pensar en que ambos señores militares colaboraran pero en ningún momento ha de pensar que Pelayo tenía ascendente ¿por qué va tenerlo? No era rey de los visigodos, luego no tenía ningún ascendencia sobre Pedro. La figura de Pelayo se ha engrandecido después como origen de la Reconquista.

Responder
ablmaestro 22/01/2021 - 13:05

Un detalle a corregir en el texto dice Conde Pedro y solo era duque, El conde es el Conde de Auca Patricia (por algo es Patricia) desde donde se gobierna la provincia Visigoda. Conde Casio Conde en el Alto Ebro .

Responder
Javier Iglesia Aparicio 22/01/2021 - 14:29

Cierto es. Es el duque Pedro, no el conde. Gracias

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