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Estrofas 105 a 114 del Poema de Fernán González
105 | Duro les esta coita muy fiera tenporada; los cristianos mesquinos, conpaña muy lazrada, dezien:«Señor, nos vala la tu merçed sagrada, ca valista a San Pedro dentro en la mar irada. | Duróles esta carga muy larga temporada; los cristianos dolidos, gente muy agraviada, decían:«Señor, válganos ya tu merced sagrada, que ayudaste a San Pedro dentro en la mar airada. |
106 | Señor, que con los sabios valiste a Catalina, e de muerte libreste a Ester la reina, e del dragon libreste a la virgen Marina, tu da a nuestras llagas conorte e medeçina. | Señor, que ante los sabios valiste a Catalina, y de morir libraste a Ester la reina, y del dragón libraste a la virgen Marina, concede a nuestras llagas consuelo y medicina. |
107 | Señor, tu que libreste a Davit del leon, mateste al Filisteo, un sobervio varon, quiteste a los jodios del rey de Babilon, saca nos e libra nos de tal cruel presion. | Señor, tú que libraste a David del león, mataste al filisteo, un soberbio varón; libraste a los judíos del rey de Babilón: sácanos y líbranos de tan cruel prisión. |
108 | Tu que librest’ Susana de los falsos varones, saqueste a Daniel de entre los leones, libreste a San Matheo de los fieros dragones, libra nos tu, Señor, d’aquestas tentaciones. | Tú que libraste a Susana de los falsos varones, sacaste a Daniel de entre los leones, libraste a San Mateo de los fieros dragones, líbranos tú, Señor, de estas tentaciones. |
109 | Libreste a los tres niños de los fuegos ardientes, quando los y metieron los pueblos descreyentes, cantaran en el forno cantos muy convenientes, otra vez los libreste de bocas de serpientes | Libraste a los tres niños de los fuegos ardientes, cuando allí los metieron los pueblos no creyentes, cantaron en el horno cantos muy convenientes, y otra vez los libraste de bocas de serpientes. |
110 | San Juan Evangelista ante muchos varones, —yazien ante el muertos de yerbas dos ladrones—, vevio el muy grand vaso d’essos mismos ponçones: mayor mal no l’ fezieron que si comies’ piñones. | San Juan Evangelista ante muchos varones, —yacían ante él muertos por hierbas dos ladrones—, bebió un gran vaso de esos mismos venenos: mayor mal no le hicieron que si comiese piñones. |
111 | Tu que assi podiste a las yerbas toller, que non pudieron daño ninguno le fazer, Señor, por tu mesura, deves nos acorrer, ca en ti nos yaze todo, levantar o caer. | Tú que así quitaste a las hierbas poder, que no le pudieron ningún daño hacer, Señor, por tu mesura, nos debes socorrer, pues todo a ti se debe, levantar o caer. |
112 | Señor, tu que quesiste del çielo desçender, en seno de la Virgen carne vera prender, cara mient nos compreste, al nuestro entender: non nos quieras dexar agora assi perder. | Señor, tú que quisiste del cielo descender, del seno de la Virgen como hombre nacer, caro nos redimiste, a nuestro entender: no nos quieras dejar ahora así perder. |
113 | Somos mucho errados e contra ti pecamos, pero cristianos somos e la tu ley guardamos; el tu nonbre tenemos, por tuyos nos llamamos, tu merçed atendemos, otra non esperamos.» | Somos muy errados y contra ti pecamos, pero cristianos somos y tu ley guardamos; llevamos tu nombre, por tuyos nos llamamos, tu merced esperamos, otra no esperamos.» |
114 | Duraron esta vida al Criador rogando, de llorar de sus ojos nunca se escapando, sienpre dias e noches su cuita recontando; oyo les Jesucrito a quien estan llamando. | Pasaron esta vida al Criador rogando, sin poder evitar estar siempre llorando, los días y las noches su pena recordando; Oyóles Jesucristo, a quien están llamando. |