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XII.5 El conde lombardo – Poema de Fernán González

por Javier Iglesia Aparicio
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Estrofas 611 a 628 del Poema de Fernán González

611 Tornemos en el conde do lo avemos dexado,
era en Castro Viejo en la carçel echado;
de gentes de Navarra era bien aguardado,
nunca fue omne nado en presion mas coitado.
Volvamos al conde donde lo habíamos dejado,
estaba en Castroviejo en la cárcel echado;
por gentes de Navarra estaba bien vigilado,
nunca hubo hombre prisionero más preocupado.
612 Avia en estas tierras la gente ya oido
que otro mejor d’armas nunva fuera nasçido,
tenie se por mejor quien le avie conosçido,
avie sabor de ver le quien non le avia vido.
Había en estas tierras la gente ya oído
que otro mejor de armas nunca había nacido,
le tenía por mejor quien lo había conocido,
deseaba verle quien no lo había visto.
613 Un conde muy onrado, que era de Lonbardia,
vino le en coraçon de ir en romeria;
tomo de sus vasallos buena cavalleria,
por ir a Santiago metio se por su via.
Un conde muy honrado, que era de Lombardía,
creyó buena idea ir de romería;
tomó de entre sus vasallos buena caballería,
para ir a Santiago se metió en su vía.
614 Aquel conde lonbardo, yendo por la carrera,
demando por el conde en quales tierras era.
Dixeron gela luego toda cosa çertera
commo el fuera preso e sobre qual manera.
Aquel conde lombardo, yendo por el camino,
preguntó por el conde en qué tierras estaba,
Dijérosenlo luego, todo cosa certera,
cómo estaba preso y de qué manera.
615 Demando el por çierto todo aquel engaño,
commo avien resçebido castellanos grand daño:
«Levaron le a vistas a fe e sin engaño,
en ellas le prendieron bien avie ya un año.»
Preguntó si era cierto todo aquel engaño,
cómo habían recibido los castellanos tal daño:
«Le llevaron a vistas a fe y sin engaño,
en ellas le prendieron bien hacia ya un año.»
616 Pregunto si l’ podria por cosa alguna ver,
ca avia el sabor d’al conde conosçer,
que verie si podria alguna pro tener,
que tal omne non era pora en carçel tener.
Preguntó si le podría de algún modo ver,
pues deseaba al conde conocer,
que vería si podría de alguna ayudar ser,
que tal hombre no era para en la cárcel tener.
617 Fue pora Castro Viejo, demando los porteros,
prometio les de dar muchos de los dineros,
………………………………………………………….
que le dexassen ver lo con solos dos caveros.
Se fue a Castroviejo, preguntó a los porteros,
les prometió dar mucho dinero,
………………………………………………………….
que le dejasen verlo con solo dos caballeros.
618 Levaron le al castiello, las puertas le abrieron,
los condes uno a otro muy bien se resçibieron;
entramos en su fabla grand pieça estovieron;
la razon acabada luego se despedieron.
Le llevaron al castillo, las puertas le abrieron,
los condes uno a otro muy bien se recibieron;
un gran rato ambos dialogando estuvieron;
tras acabar la charla luego se despidieron.
619 Partieron se entramos de los ojos llorando,
finco en su presion el conde don Fernando,
estando en grand coita, muchas coitas pasando,
que Dios d’end’ le sacasse todavia rogando.
Se separaron ambos con los ojos llorando,
quedó en su prisión el conde don Fernando,
estando muy preocupado, muchas penas pasando,
que Dios de una vez le sacase seguía rogando.
620 Aquel conde lonbardo, quando fue despedido,
al conde castellano nunca le echo en olvido;
demando la donzella por que fuera cuntido
commo el conde oviera a ser d’ella marido.
Aquel conde lombardo, una vez que se despidió,
al conde castellano nunca le echó en olvido;
preguntó por la doncella causante de lo ocurrido
pues el conde debía de ella ser el marido.
621 Mostraron gela luego la fermosa donzella,
vio tan apuesta cosa que era maraviella;
fablo luego el conde de poridat con ella,
dixo le commo avia d’ella muy grand manziella.
Mostrárosenla luego a la hermosa doncella,
la vio tan apuesta que era maravilla;
habló luego el conde en secreto con ella,
le dijo como tenía contra ella una gran queja.
622 «Dueña —dixo el conde— eres muy sin ventura,
non ha de mas mal fado en toda tu natura;
de ti han castellanos todos fuerte rencura,
que les vino por ti este mal sin mesura.
«Señora —dijo el conde— eres muy desventurada,
no la hay más malvada en toda la naturaleza;
a ti todos los castellanos te tiene mucho rencor,
pues por ti sufren este mal sin medida.
623 Dueña sin piedat e sin buen conosçer,
de fazer bien o mal tu tienes el poder:
si al conde non quieres tu de muerte estorçer,
aver se ha Castilla por tu culpa a perder.
Señora sin piedad y sin buen entender,
de hacer el bien o el mal tú tienes el poder:
si al conde no quieres tú de la muerte librar,
Castilla por tu culpa se habrá de perder.
624 Fazes muy grand ayuda a los pueblos paganos,
ca les quitava este a todos pies e manos;
tuelles muy grand esfuerço a todos los cristianos,
por ende andan los moros alegres e loçanos.
Ayudas en gran manera a los pueblos paganos,
pues éste les quitaba a todos pies y manos;
quitas muy gran esfuerzo a todos los cristianos,
por eso andan los moros alegres y lozanos.
625 Eres de tu buen preçio mucho menoscabada,
seras por este fecho de muchos denostada;
quando fuere esta cosa por el mundo sonada,
sera toda la culpa luego a ti echada.
Eres de tu valía muy menoscabada,
serás por este hecho por muchos denostada;
cuando fuere esta cosa por el mundo escuchada,
será entonces toda la culpa a ti echada.
626 Si tu con este conde podiesses ser casada,
tener te ian las dueñas por bien aventurada,
de todos los d’España serias mucho onrada:
¡nunca fiziera dueña tan buena cavalgada!
Si tú con este conde pudieses ser casada,
las damas te tendrían por bienaventurada,
de todos los de España serías muy honrada:
¡nunca hiciera señora tan buena acción!
627 Si tu eres de sentido, esto es lo mejor;
si tu nunca oviste de cavero amor,
mas deves amar este que non emperador:
non ha omne en el mundo de sus armas mejor.»
Si tú eres sensata, esto es lo mejor;
si tú nunca tuviste de caballero amor,
debes amar a éste en vez de a un emperador:
no hay en el mundo hombre de armas mejor.»
628 Despidio se el conde, con todo fue su via,
fue se pora Santiago, conplio su romeria;
envio la infante esta mensajeria
con una de sus dueñas que ella mucho queria.
Se despidió el conde, con los suyos siguió su vía,
se fue hacia Santiago, cumplió su romería;
envió la infanta esta misiva
con una de sus damas que ella mucho quería.